Cuando despierto el miércoles por la mañana, Embrigde ya se ha marchado al trabajo dejándome sola en la casa de Brian. Suspiro pesadamente y camino hasta la cocina, abro el refrigerador y espero que el repugnante olor de la comida echada a perder me inunde la cara, pero en vez de ello solo siento el aire frio chocar contra mi piel, abro los ojos más de la cuenta y recuerdo que aquella ya no es la pequeña casa en la que Embrigde y yo vivíamos y de alguna forma la extraño.
Observo el lugar y me encuentro rodeada de admiración por todo lo que existe ahí, desde suelos de madera bien pulidos hasta grandes y hermosas lámparas sobre el techo que es casi irreal.
Embrigde y yo habíamos crecido en una familia de poco dinero aun así habíamos salido adelante con lo poco que teníamos, conocí a Brian y Zacky una tarde de verano cuando Embrigde me enseñaba a montar la
sábado por la tarde, luego dejarle una nota a Embrigde diciendo que saldría por un par de horas y que estaría en casa de Brian, salgo de casa y camino lentamente con la única y misión de ver a Jimmy al menos solo una vez antes de sentirme como la idiota que regresa y deseo que ame. Sé que mentirle a Embrigde respecto a donde estoy en estos momentos no es del todo bueno, pero, decirle la verdad tan solo causaría que me ate a la cabecera de la cama y me deje ahí hasta que crea que es del todo conveniente, sonrío ante la idea pues a Jimmy le gustaban ese tipo de juegos absurdos y dolorosos, aunque jamás llegue a hacer nada parecido solo sabía que era o había formado parte de su vida.Apresuro el paso a medida que el sol desciende tras los hermosos edificios de la ciudad, veo la dirección que he garabateado en un pequeño pedazo de papel y me doy cuenta que estoy más cerca de l
—¿Elena? – pregunta, maldición es ella.La observo, seguía siendo tal y como la recordaba. Cabello rubio, perfecto perfil… Ann Grey.—Hola, Ann – respondo son leve asentimiento de cabeza, está de pie frente al departamento de Brian, me acerco y ella me observa con atención.—¿Cuándo volviste? – pregunta, su voz irritante y cantarina en mis oídos, no lo soporto.—Cuando una estúpida chica le destrozó el corazón a una de las personas más importantes de mi vida – digo y clavo mi mirada con la suya por un par de segundos ella es la primera en apartarla y sonrío.—¿Has escuchado algo de eso Ann? – pregunto mientras me reclino contra el marco de la puerta de madera, Ann traga notoriamente.—Sé que estás hablando de mí, ¿Por qué demonios no lo di
Observo como los colores del amanecer cubre el cielo de un perfecto color naranja, rosa y morado alzándose lentamente por encima de los edificios que se encuentran a unos metros de donde estoy.Mi mente no quiere pensar en nada y mi subconsciente se burla de mi con su pequeña voz irritante que tanto detesto.¿Qué se supone que debo hacer? ¿Qué demonios se supone que ocurrirá ahora?Quedarse lejos hubiese sido menos arriesgado que volver, pero, mis decisiones jamás habían sido brillantes del todo, así que no importaba mucho.Me muevo el solo hecho de hacerlo causa un incesante dolor que me ataca sin siquiera detenerse a preguntar si es correcto hacerme sufrir más de lo que ahora lo hago, pero, no lo culpo a menos me hace sentir que aún estoy viva, aunque no lo desee así.¿Quién imaginaria que luego de todo Brian y Zacky querrían esta
Viernes, es el día de la cena que yo misma había pedido a Brian y a Zacky sé que todos estarán ahí porque Brian había dicho que era algo importante. Es una idea estúpida el hecho de presentarme en el bar de Brian para ver a Jimmy, pero es lo único que puedo hacer ahora.Me observo al espejo y veo el hermoso vestido que Zacky me ha traído para que pueda usar esa noche, suspiro y trato de creer que nada podría salir tan mal como yo creo, pero la voz de mi cabeza me dice que soy una estúpida al querer creer tal mentira que tan minuciosamente me he encargado de formar a estas alturas de la noche.Veo el reloj, 7: 10 pm sé que Brian llegara en cualquier momento, pero ni siquiera he comenzado a vestirme así que sé que aun puedo declinar la invitación y correr hacia un lugar que me mantenga a salvo.El timbre suena por toda la casa y me asomo a la ventana, el auto d
—Elena – dice en su tono frío, mis recuerdos jamás le habían hecho justicia a su hermoso rostro de perfectas facciones pálidas, sus inconfundibles labios rojos y esos hermosos ojos azules que me habían hecho caer más de una vez a sus pies…Mi corazón late tan fuerte contra la palma de mi mano que es doloroso si quiera pensarlo, me olvido de respirar y es el momento de salir corriendo, pero es imposible cuando las piernas tan solo no desean moverse. Siento el nudo en mi garganta y su mirada se encuentra en mi rostro primero es sorpresa luego reconocimiento al final… Tal vez odio.Mi subconsciente grita y araña mi mente con demasiada insistencia que tan solo deseo salir de ahí, debo salir de ahí ahora porque luego tan solo sé que será muy tarde.Me veo tomando la mano de Brian, clavando mis uñas contra la perfecta piel paliada de Brian G
La cena se hace larga y agobiante mientras trato de respirar y seguir adelante con todo eso, me sentía mareada y su mirada no hacía más que empeorarlo todo de una forma casi irracional. No sabía qué demonios pasaría luego de eso, pero, de algo estaba segura más que nada ahora, Laurie Wendt me odiaba incluso mucho más que yo a ella ahora. Sus ojos grises clavados constantemente en mí y yo misma no podía dejar de verla mientras me observaba en busca de una señal que no existía y jamás lo haría. Le susurra algo a Jimmy y este asiente con la cabeza, luego le sonríe con esa sonrisa tan falsa que tan solo sonrió para mis adentros.Matt y los demás hablan discretamente pero tan solo soy tan incapaz de escuchar algo más que no sea mi respiración entrecortada y el latido de mi corazón contra mis costillas.Eso podría ser real, eso po
Recorre lentamente mi mejilla con la yema de sus dedos, dejando en mi piel un mar de sensaciones que me hacen tan solo sonreír y mantener la sonrisa dolorosa; abro los ojos lentamente, y ahí está él…Me aparto casi de inmediato, y caigo del otro lado del colchón, sus intensos ojos oscuros sobre mí.—Puedo marcharme si así lo deseas – dice en tono lento, casi amenazador.—¿Qué haces aquí? – pregunto mientras me pongo de pie, me doy cuenta que aun llevo puesto el vestido que Zacky me ha regalado, pero ahora tan solo luce irreconocible, arrugado y sin vida igual que yo.—Es fascinante verte dormir Elena – dice deslizando cada letra de mi nombre con cierta perfección, lo observo y él se levanta, camina un par de pasos hasta mí y yo retrocedo alejándome, mientras me encojo de hombros.—¿Y cuándo
Habíamos tenido malos y buenos momentos y en este mismo instante todo lo que alguna vez nos había unido tan solo desaparecía en un fina línea de fría oscuridad.¿Cuánto tiempo hacia desde que Brian Gates y yo habíamos sucumbido ante James Sullivan?Respiro hondo y trato de creer que aun avergonzada sigo libre, o al menos era lo que ahora deseaba creer.Entro al cuarto de baño y tomo una lenta y desgastante ducha, no deseaba pensar no deseaba sentir nada mas ahora, nada. Salgo del baño y me doy cuenta que Embrigde me ha dejado algo para comer junto con una carta muy bien doblada.Mi Elena:Recuerda que todo estará mal siempre y cuando así lo desees. No veas lo malo que ha dejado el camino perdido busca lo bueno que traerá el mañana, aunque aún sea de aquel color carmesí que tanto te has empeñado en odiar. Te amo Elena,