CAPÍTULO 105: CANTA COMO PAJARITOAnthony observa el viejo edificio desde su auto estacionado en una calle oscura del oeste de Boston. Un complejo de apartamentos en ruinas, tapiado y con un letrero torcido que advierte de peligro de derrumbe. Es el lugar perfecto para la trampa que ha tendido. Revisa el reloj una vez más sabiendo que Joseph debería llegar en cualquier momento.Se recarga en el asiento, encendiendo un cigarro con calma. Su mente también está en calma, sabe perfectamente lo que va a ser y de hecho, lo espera con ansias, lo disfruta.Será un ensayo para lo que le hará a Emanuele. Incluso puede escuchar sus gritos, saborear sus súplicas cuando le pida que no lo mate.No piensa en la sangre que va a derramar. Ni siquiera en la vida que va a apagar en los próximos minutos; porque, sinceramente, no le importa.Solo piensa en Katherine y en su rostro cuando la vio por última vez. Solo puede imaginar lo que él le hizo, no le pidió detalles porque sabe que es demasiado duro pa
CAPÍTULO 106: REUBICACIÓNLa noche envuelve el edificio en sombras y silencio, pero dentro de la habitación donde se oculta Katherine, el aire es denso y ella se siente llena de ansiedad. Su corazón late con fuerza mientras observa a Lucy, quien juega con sus dedos sobre la tela de las sábanas sin percatarse del creciente nerviosismo de su madre. Anthony viene por ellas.Lucy la mira con esos ojos enormes llenos de inocencia y curiosidad, y Katherine sabe que no puede seguir guardando silencio. La niña es lista, demasiado despierta, y tarde o temprano hará las preguntas correctas.—Mami, ¿estás bien? —su vocecita es suave, dulce, pero su mirada penetrante pareciera que pudiera ver dentro de su alma.Katherine suspira y se sienta en la cama, tomando una de las manitas de su hija entre las suyas. Es tan pequeña y sin embargo tan fuerte.—La verdad es que no, mi amor. Estoy nerviosa porque… tu padre vendrá pronto.Lucy abre los ojos desmesuradamente, su boquita forma una “O” perfecta ant
CAPÍTULO 107: FINALMENTE, LO DICE—No es falta de fe en ti, es miedo a perderte —sus ojos se nublan de angustia—. ¿No lo entiendes?Anthony la mira con esa intensidad arrolladora que le roba el aliento, luego, sin previo aviso, se inclina y la besa.Es un beso suave, pero al mismo tiempo lleno de fuego, de emociones demasiado intensas para ser dichas en palabras.—No me vas a perder —murmura contra sus labios—. Estás hablando con el cacciatore, no con cualquier novato.Toma su teléfono y le muestra la pantalla. Un video, aún sin reproducir.—Con esto tengo la prueba que necesito para matarlo sin que la organización completa se me venga encima. El Nonno ya tiene el video. Está en camino.Katherine se queda helada.—¿Qué? Pero… Emanuele todavía tiene los documentos que pueden exponer todos tus negocios ilegales en Estados Unidos.Anthony le toma las manos, interrumpiéndola con un apretón firme.—Lo sé, pero tengo un as bajo la manga para eso.Su mirada es acerada y su voz inquebrantable
CAPÍTULO 108: LAS PRUEBASAnthony sale del departamento con las manos cerradas en puños, pero no es por el nerviosismo de lo que hará esa noche. No. Su temple es inquebrantable, su mente es un arma afilada, su sangre es hielo corriendo en sus venas. No es la guerra lo que lo inquieta.Es lo que acaba de decirle a Katherine.Él, el hombre sin corazón, frío, el que aseguraba que nunca se casaría y mucho menos se enamoraría después de Chiara… había pronunciado esas palabras. Te amo. Y no como una mentira piadosa, no como un susurro sin peso en la boca de un pecador. Lo dijo con el alma, con cada célula de su ser, con una certeza que nunca había experimentado.Un demonio como él amando a un ángel como ella.Si el infierno ya tenía un sitio reservado para su alma corrompida, ahora esa condena era absoluta. No le cabía la menor duda. Amar a Katherine era una sentencia. Un amor así no podía existir en su mundo sin que el universo exigiera un precio. Pero si iba a caer… entonces caería encant
CAPÍTULO 109: HONOR—Está bien —dice al fin mientras su voz se escucha como un filo de acero—. Si esta es la verdad, entonces suplicará no haber nacido.Anthony sonríe con satisfacción. Convencer al Nonno era el primer paso, ahora que está hecho, todo lo demás será pan comido.El Nonno se reclina en la silla de Giuseppe con expresión pétrea. Las fotografías aún yacen sobre la mesa mostrando la traición de su propia sangre; la única cosa que él jamás perdona. Su mandíbula se tensa y sus ojos reflejan la ira de un hombre al que han engañado en su propia casa. Un hombre que no perdona.Levanta la mirada hacia Anthony y Giulia.—Bien —dice, con la calma aterradora de un depredador antes del ataque—. Si mi nieto ha elegido este camino, entonces morirá como un traidor. Y no solo él. Quiero que todo aquel que haya conspirado contra mí pague el precio de su deslealtad.Anthony asiente.—Considéralo hecho, Nonno.El anciano entrecierra los ojos.—Hazlo con precisión. No dejes cabos sueltos. La
CAPÍTULO 110: EL CAZADOR CAZADO—¿Cuál es el plan ahora? —pregunta su hermana, girando el rostro hacia Anthony.Él sonríe, una sonrisa fría, afilada como la navaja de un verdugo. Giulia arquea una ceja.—Si me dices “vamos a cazarlo”, voy a reírme de lo cliché que suena.Anthony la mira de reojo, divertido.—No. Vamos a hacer que él me cace a mí.Giulia y Dimitri intercambian una mirada. Dimitri es el primero en reaccionar.—Cacciatore, ¿quieres que te atrape?—Quiero que crea que me atrapa —corrige Anthony con una calma peligrosa—. Emanuele es un maldito cobarde. No se enfrentará a mí de frente, pero si cree que me tiene contra las cuerdas, no dudará en intentar derribarme. Vamos a darle la oportunidad perfecta.Dimitri frunce el ceño.—¿Y cómo planeas hacer eso?Anthony finalmente se detiene frente a un viejo almacén abandonado, uno de sus múltiples escondites. Apaga el motor y se gira en su asiento para mirarlos.—Voy a ir solo a una reunión con los sicarios de las otras familias.
CAPÍTULO 111: PROVOCACIÓNCuando abre los ojos de nuevo, ya no está en el bar de mala muerte, ahora se encuentra en el centro de una habitación donde una silla de metal es el único objeto visible frente a él. Los sicarios lo arrastran dejando una estela de polvo con sus zapatos. La silla parece un trono al revés, diseñado para humillar en lugar de coronar. Lo fuerzan a sentarse, y uno de ellos le propina un golpe en la mandíbula antes de sujetarlo con gruesas cuerdas. Anthony escupe sangre al suelo sin un solo quejido. Está seguro de que no está muy lejos y no duró demasiado tiempo inconsciente.Entonces, una risa corta la tensión.—Miren nada más —la voz de Emanuele es de pura sorna—. El gran Anthony Salvatore, el cacciatore, reducido a esto.El traidor se acerca, con un cigarro encendido entre los dedos y una expresión de triunfo que hace hervir la sangre de Anthony. La luz tenue ilumina su rostro, resaltando una nueva cicatriz en su mejilla, un recordatorio de las veces que ha logr
CAPÍTULO 112: EL PELIGRO ACECHAKatherine siente el pecho oprimido mientras recorre el departamento con la mirada. Todo está en calma, pero la angustia le impide respirar con normalidad. Sus manos tiemblan levemente cuando se acerca al ventanal y mira hacia la oscuridad de la ciudad, como si de alguna manera pudiera verlo a él desde ahí.Sabe que Anthony volverá. Tiene que hacerlo.Pero la impaciencia la devora. Su corazón martillea contra sus costillas cuando su mirada se desliza hasta el arma sobre la mesa. No puede quedarse quieta. No puede esperar sin hacer nada.—Maldición… —murmura entre dientes, llevándose las manos a la cabeza.Su instinto le grita que algo no está bien. Siente una presión en el pecho, como si una sombra se cerniera sobre ella. Aprieta los labios y toma su celular. No debería llamarlo, sería un error, pero necesita oír su voz, asegurarse de que está bien.Justo cuando su dedo está a punto de marcar su número, alguien golpea la puerta.El sobresalto la paraliza