CAPÍTULO 102: FURIA CIEGAEl pecho de Anthony se expande y se contrae con fuerza. El odio lo consume. No es solo enojo, no es solo rabia… es algo visceral, algo que le ruge en las entrañas como un animal herido.—Ese hijo de perra… —gruñe.No es suficiente. No hay insulto en el mundo que haga justicia a lo que siente.Quiere matarlo. No… lo va a matar.Lo hará sufrir. Hará que suplique por su miserable vida antes de arrancársela.Cada músculo en su cuerpo está tenso, tan duro como el acero. Su mandíbula, su cuello, sus hombros… siente que si no hace algo, si no golpea algo, va a explotar.—¡Lo juro por Dios, Katherine, ese maldit0 tiene las horas contadas! —ruge, pasando ambas manos por su cabello con desesperación, tratando de contener el impulso asesino que lo devora—. Voy a encontrarlo y lo voy a hacer mierd4.Patea con furia la mesa de café frente a él. El mueble se desliza unos centímetros, pero no es suficiente. Nada es suficiente para aliviar el dolor y la impotencia que lo car
CAPÍTULO 103: PROMESAMichael se queda inmóvil, con la mejilla ardiendo por la bofetada con la mirada llena de incredulidad. Parpadea un par de veces, todavía procesando lo que acaba de suceder, mientras Katherine se queda boquiabierta, con el pulso acelerado.—Katherine… —murmura con sorpresa y algo más… decepción.Ella respira hondo, tratando de controlar la culpa que empieza a formarse en su pecho.—Perdóname, Michael, pero no quiero que confundas las cosas. —Da un paso atrás, marcando una distancia clara entre ambos—. Sabes que estoy enamorada de otro hombre.Michael la mira fijamente, evidentemente le duele.—Pero dijiste que habías terminado con él… yo creí que…Katherine cierra los ojos por un segundo, buscando las palabras correctas.—Que hayamos terminado no significa que mis sentimientos por él hayan desaparecido. —Su voz tiembla ligeramente, pero sus ojos no vacilan—. No puedo corresponderte, y si esta ayuda significa algo más, entonces…—No. —Michael la interrumpe de inmedi
CAPÍTULO 104: UNA SEÑALEl rugido del motor de su Maserati negro se apaga en el interior del estacionamiento subterráneo. Anthony no se dirige a la mansión, no a su hogar, ni a las calles donde su apellido infunde respeto y miedo. En lugar de eso, se adentra en el ascensor que lo llevará a su refugio oculto, un apartamento en el corazón de la ciudad que nadie, excepto Giulia, sabía que existía.Mientras sube, desliza una mano por su rostro, sintiendo la tensión acumulada en sus músculos. No puede permitirse fallar.No esta vez.Cuando las puertas del ascensor se abren, el lugar lo recibe con su habitual silencio. Un espacio amplio, minimalista, con ventanales que ofrecen una vista de la ciudad iluminada por la madrugada. No es un hogar, nunca lo ha sido. Es un escondite, un sitio donde puede pensar con claridad lejos de los ojos que siempre lo observan.Cierra la puerta tras él, asegurándose de activar las cerraduras electrónicas antes de sacar su teléfono y marcar un número que pocas
CAPÍTULO 105: CANTA COMO PAJARITOAnthony observa el viejo edificio desde su auto estacionado en una calle oscura del oeste de Boston. Un complejo de apartamentos en ruinas, tapiado y con un letrero torcido que advierte de peligro de derrumbe. Es el lugar perfecto para la trampa que ha tendido. Revisa el reloj una vez más sabiendo que Joseph debería llegar en cualquier momento.Se recarga en el asiento, encendiendo un cigarro con calma. Su mente también está en calma, sabe perfectamente lo que va a ser y de hecho, lo espera con ansias, lo disfruta.Será un ensayo para lo que le hará a Emanuele. Incluso puede escuchar sus gritos, saborear sus súplicas cuando le pida que no lo mate.No piensa en la sangre que va a derramar. Ni siquiera en la vida que va a apagar en los próximos minutos; porque, sinceramente, no le importa.Solo piensa en Katherine y en su rostro cuando la vio por última vez. Solo puede imaginar lo que él le hizo, no le pidió detalles porque sabe que es demasiado duro pa
CAPÍTULO 106: REUBICACIÓNLa noche envuelve el edificio en sombras y silencio, pero dentro de la habitación donde se oculta Katherine, el aire es denso y ella se siente llena de ansiedad. Su corazón late con fuerza mientras observa a Lucy, quien juega con sus dedos sobre la tela de las sábanas sin percatarse del creciente nerviosismo de su madre. Anthony viene por ellas.Lucy la mira con esos ojos enormes llenos de inocencia y curiosidad, y Katherine sabe que no puede seguir guardando silencio. La niña es lista, demasiado despierta, y tarde o temprano hará las preguntas correctas.—Mami, ¿estás bien? —su vocecita es suave, dulce, pero su mirada penetrante pareciera que pudiera ver dentro de su alma.Katherine suspira y se sienta en la cama, tomando una de las manitas de su hija entre las suyas. Es tan pequeña y sin embargo tan fuerte.—La verdad es que no, mi amor. Estoy nerviosa porque… tu padre vendrá pronto.Lucy abre los ojos desmesuradamente, su boquita forma una “O” perfecta ant
CAPÍTULO 107: FINALMENTE, LO DICE—No es falta de fe en ti, es miedo a perderte —sus ojos se nublan de angustia—. ¿No lo entiendes?Anthony la mira con esa intensidad arrolladora que le roba el aliento, luego, sin previo aviso, se inclina y la besa.Es un beso suave, pero al mismo tiempo lleno de fuego, de emociones demasiado intensas para ser dichas en palabras.—No me vas a perder —murmura contra sus labios—. Estás hablando con el cacciatore, no con cualquier novato.Toma su teléfono y le muestra la pantalla. Un video, aún sin reproducir.—Con esto tengo la prueba que necesito para matarlo sin que la organización completa se me venga encima. El Nonno ya tiene el video. Está en camino.Katherine se queda helada.—¿Qué? Pero… Emanuele todavía tiene los documentos que pueden exponer todos tus negocios ilegales en Estados Unidos.Anthony le toma las manos, interrumpiéndola con un apretón firme.—Lo sé, pero tengo un as bajo la manga para eso.Su mirada es acerada y su voz inquebrantable
CAPÍTULO 108: LAS PRUEBASAnthony sale del departamento con las manos cerradas en puños, pero no es por el nerviosismo de lo que hará esa noche. No. Su temple es inquebrantable, su mente es un arma afilada, su sangre es hielo corriendo en sus venas. No es la guerra lo que lo inquieta.Es lo que acaba de decirle a Katherine.Él, el hombre sin corazón, frío, el que aseguraba que nunca se casaría y mucho menos se enamoraría después de Chiara… había pronunciado esas palabras. Te amo. Y no como una mentira piadosa, no como un susurro sin peso en la boca de un pecador. Lo dijo con el alma, con cada célula de su ser, con una certeza que nunca había experimentado.Un demonio como él amando a un ángel como ella.Si el infierno ya tenía un sitio reservado para su alma corrompida, ahora esa condena era absoluta. No le cabía la menor duda. Amar a Katherine era una sentencia. Un amor así no podía existir en su mundo sin que el universo exigiera un precio. Pero si iba a caer… entonces caería encant
CAPÍTULO 109: HONOR—Está bien —dice al fin mientras su voz se escucha como un filo de acero—. Si esta es la verdad, entonces suplicará no haber nacido.Anthony sonríe con satisfacción. Convencer al Nonno era el primer paso, ahora que está hecho, todo lo demás será pan comido.El Nonno se reclina en la silla de Giuseppe con expresión pétrea. Las fotografías aún yacen sobre la mesa mostrando la traición de su propia sangre; la única cosa que él jamás perdona. Su mandíbula se tensa y sus ojos reflejan la ira de un hombre al que han engañado en su propia casa. Un hombre que no perdona.Levanta la mirada hacia Anthony y Giulia.—Bien —dice, con la calma aterradora de un depredador antes del ataque—. Si mi nieto ha elegido este camino, entonces morirá como un traidor. Y no solo él. Quiero que todo aquel que haya conspirado contra mí pague el precio de su deslealtad.Anthony asiente.—Considéralo hecho, Nonno.El anciano entrecierra los ojos.—Hazlo con precisión. No dejes cabos sueltos. La