Hola lector <3 Por favor, no olvides puntuar, comentar y seguirme. Tus opiniones son muy importantes para mí.
- Vitto...", susurra ella, poniendo las manos en su pecho y apartándolo.Él la mira, con la mano en el pelo mientras apoya la frente en la suya.- Eres mi cliente, no puedes besarme así. - dice ella, arrancándole una carcajada.- Es la única forma que conozco de besarte. - Responde él con intensidad, rozando sus labios con los de ella.- Lo que quiero decir es que no podemos tener este tipo de relación. - Dice ella, apartándolo un poco más. - Si voy a ser tu abogado, nuestra relación sólo será profesional. Él se aparta, sale de entre sus piernas y la ayuda a bajar de la mesa.Vivienne se vuelve a poner la ropa y se sienta en uno de los sillones.Vittorio se sienta frente a ella, analizando la situación.- ¿Por qué te has ido? - preguntó una vez más.Viv suspiró, cruzando las piernas.- En varias páginas web aparecían fotos nuestras. - respondió ella. - Soy una persona pública. Y ya estaba envuelta en un escándalo antes de conocerte.Él la miró sorprendido.- ¿Puedes contármelo? - preg
Vivienne entró en silencio en la habitación de Matthew y cerró la puerta tras de sí.- ¿Qué puedo hacer por ti, Matthew? - preguntó Viv, cruzando la habitación y acercándose a la mesa donde estaba sentada, observándolo desde arriba.Matthew la miró de arriba abajo, se fijó en sus piernas cruzadas sobre la mesa y enarcó una ceja.- El nuevo cliente y tú parecéis muy unidos. - Comentó, cruzándose de brazos. - ¿Dónde os conocisteis? No recuerdo haberlo conocido cuando estábamos juntos.- Eso es porque no lo hiciste, Matthew. - Contestó ella. - El señor Gotti y yo nos conocimos en Mónaco durante mi luna de miel.- ¿Quieres decir nuestra luna de miel? - Preguntó enfadado. - Bueno, para que fuera nuestra, tendría que haberme casado contigo. - Comentó con cierto desdén en la voz. - Cosa que, por suerte, no hice. Así que fue mi luna de miel.Suspiró aún más enfadado, levantándose del sillón y recorriendo la mesa.- Parecía muy interesado en ti.Vivienne se echó a reír, moviendo la cabeza nega
Nicola era un niño excepcional y a Vivienne le gustaba cada vez más.Después de cenar, fueron al salón y, mientras ella y Vittorio hablaban, Nicola recostó la cabeza en su regazo mientras ella jugaba a la videoconsola. En un momento dado, el chico se quedó dormido mientras Viv le acariciaba el pelo. Vittorio observó la escena, disfrutando del cariño con que Viv trataba a su hijo.Cuando vio que Nicola estaba profundamente dormido, lo cogió en brazos y lo llevó al dormitorio del segundo piso de la casa.Unos minutos después, Vittorio volvió al salón, donde Viv seguía bebiendo con el portátil abierto sobre el regazo. - Espero que no te importe, necesito enviar unos correos desde que me han secuestrado. - Dijo mirándolo por encima de la pantalla.- Siéntase como en su casa, Principessa. Unos minutos después, terminó y dejó el vaso sobre la mesa.Vittorio se acercó a su mujer y tomó asiento en la misma mesa mientras la miraba. - Vivienne, quiero que seas mi abogada en exclusiva. - Dij
- He encontrado una granja que vale la pena visitar. - dijo, mostrando a Vittorio las fotos en la pantalla de su portátil.- Tiene 197 acres de plantaciones de uva, algunas chardonnay, Viognier, Norton y algunas españolas. - Le explicó. - No está en venta, pero podemos negociar. Vivienne miró a Vittorio con una sonrisa traviesa en los labios.- ¿Qué pretendes? - preguntó con suspicacia.- Sólo necesito unos millones. - Dijo saboreando el vino en sus labios mientras Vittorio se inclinaba a su lado.Cerró los ojos y sintió su aliento alcohólico y cálido en el cuello.- ¿Viv? - gritó, despertándola.- Ah, sí, necesito unos cuantos millones. Podemos negociar con esta bodega de aquí y comprar toda la producción, los empleados y los locales. - Dijo, mirándolo rápidamente.Vivienne sabía que ya había bebido suficiente vino aquella noche.- ¿Y de cuántos millones estás hablando? - preguntó con curiosidad.- Cuarenta. - respondió ella.Vittorio analizó su propuesta pensativo.- Esta bodega val
Cuando Viv se despertó, se encontró con los colores neutros de la habitación de invitados y un ramo de rosas rojas a los pies de la cama. Era como si hubieran vuelto los días en Mónaco y Niza, cuando siempre la despertaba un ramo de rosas que le regalaba Vittorio.No pudo evitar sonreír, al sentir el aroma de las flores en la habitación.Después de lavarse los dientes y el pelo, bajó las escaleras con la misma ropa con la que había dormido. Como era de esperar, encontró la mesa del desayuno donde estaban sentados Vittorio y Nicola.El chico se levantó rápidamente y corrió hacia ella, abrazándola.- Buongiorno, Viv.Ella le devolvió el abrazo, besándole la mejilla y sonriendo.- Buongiorno, Nico. - Contestó ella, viéndole acercar una silla para que se sentara a su lado.- Qué caballero. Debe de ser cosa de familia. - Comentó mientras le guiñaba un ojo a Vittorio.- Buenos días, Principessa. ¿Lista para viajar? - Preguntó el italiano con mirada pícara.- ¿Cómo que de viaje? - le pregun
Cuando llegaron al aeropuerto, Enzo, el guardia de seguridad personal de Vittorio, estaba esperando a Vivienne con un cartel que indicaba su nombre. Vivienne se acercó a él despreocupadamente y le entregó su maleta cuando mencionó que se la llevara, siguiéndole hacia el jet privado de Vittorio. - ¿Vienes con nosotros, Enzo? - preguntó Vivienne con curiosidad.- Sí, señora. El señor Gotti quiere que me ocupe de la seguridad de todos. - Respondió con prontitud. Vivienne no pudo evitar una dosis de burla e ironía. - Claro, porque las parras son extremadamente peligrosas. - Con eso, se desvió de su ruta prevista. Enzo, visiblemente confuso, preguntó - ¿Adónde vas?respondió ella con una sonrisa pícara. - A comprar el sueldo de mi ayudante. ¿Vienes?El guardia de seguridad siguió a Vivienne hasta la chocolatería del aeropuerto, aún sin comprender del todo la situación. Minutos después, Vivienne subía al jet de Vittorio, disfrutando despreocupadamente de su batido de chocolate y llevand
Vivienne lo miró con incredulidad. ¿Quién era aquel hombre que le apretaba el brazo con fuerza? Era una faceta de Vittorio que no había conocido hasta ahora. Tiró con fuerza de su brazo, tratando infructuosamente de liberarse de su agarre.- ¿Me entiendes, Vivienne? - volvió a preguntar, con su intensa mirada clavada en ella, intimidándola.- Sí. - Respondió por fin, dándose cuenta de que no tenía sentido seguir luchando. Vittorio la soltó por fin, y la rubia se pasó la mano por el lugar donde él había apretado tan dolorosamente.Él se dio cuenta de lo que había hecho segundos después, acercándose más a ella. Pero sin que él se lo esperara, ella dio un paso atrás.- Si no le importa, señor Gotti. - Habló ella, con voz seca. - Vuelvo a mi asiento.- Viv... - Intentó acercarse a ella una vez más, pero ella retrocedió otro paso.- Me gustaría que me llamara señorita St James. - replicó ella aún más secamente-. - Así es como debe llamarme como su abogada. Sin esperar a que le contestara
El precontrato de venta se firmó esa misma tarde. El Sr. Saunieur seguiría siendo responsable de la explotación de la finca como gerente, pero todos sus negocios relacionados con la bodega y la finca pertenecían ahora a Vittorio Gotti.El italiano se mostró muy contento con la compra mientras recorría la vieja mansión con Nicola a su lado.Viv, por su parte, se quedó con el señor Saunieur para analizar los documentos y llegar a un acuerdo favorable para ambos. El hombre estaba muy contento de saber que seguiría dirigiendo el lugar, pero esta vez como empleado. - Este lugar necesita una buena remodelación. - comentó Viv, recorriendo la mansión junto a su antiguo propietario. - Conozco a un arquitecto que se encargará de ello. - Sonrió al hombre.- Es una casa antigua, pero tiene mucha historia. - comentó. - Al principio quería convertirla en un hotel. La finca es ideal para los visitantes y a mucha gente le gusta contratar bodegas de la zona para celebrar bodas.- No es mala idea. - E