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La rubia se sentía extremadamente ansiosa sólo de imaginar quién podría ser su nuevo cliente. Viv estaba dispuesta a utilizar todas sus armas para sacar a ese cliente de las garras de Matthew. Si él pensaba que ella se iba a limitar a seguir sus órdenes, estaba muy equivocado. Y la mañana siguiente en el despacho bastó para dejar claros sus planes. Caminar por la entrada de la oficina intimidaba a cualquier otra mujer allí presente. Agitó su cuidada melena rubia mientras se quitaba las gafas de sol. Llevaba un vestido negro ajustado con escote corazón, nada demasiado vulgar, pero que dejaba sus curvas bien marcadas. En los pies llevaba un par de zapatos rojos del mismo color que su pintalabios. Nada más llegar a la recepción, se quitó el suave abrigo que llevaba y se lo entregó a Angélica, que no podía apartar los ojos de él. - Buenos días, Angélica. - La saludó, sonriendo encantadoramente a la secretaria. - ¿Ya han llegado Paul y Matthew?Angélica tragó saliva, maravillada por la
Vittorio analiza toda la situación, manteniendo su atención en Paul.- ¿Dónde recomendarías empezar a comprar tierras para una futura producción en el campo? - preguntó mientras miraba a Paul.- Montana tiene grandes tierras para la producción de alimentos, señor Gotti. - Contestó Matthew mientras se entrometía.Vivienne rió suavemente, llamando la atención de Matthew y Paul.- ¿Me recomiendas otro lugar, Vivienne? - preguntó Paul con curiosidad.- Montana tiene unos paisajes preciosos, pero hace demasiado frío para el cultivo de la vid, señor Allsburg. - respondió ella, mirando a Matthew y luego a Vittorio. - Aunque quisiera, tendría que construir una bodega desde cero y eso generaría más costes y mano de obra de los que se pueden compensar comprando una ya hecha. - ¿Y dónde recomendarías comprarla? - preguntó Vittorio con interés.- California o Virginia. La región de Napa es conocida por sus plantaciones y sería interesante tener una allí, cerca de la playa. - respondió ella con fi
- Vitto...", susurra ella, poniendo las manos en su pecho y apartándolo.Él la mira, con la mano en el pelo mientras apoya la frente en la suya.- Eres mi cliente, no puedes besarme así. - dice ella, arrancándole una carcajada.- Es la única forma que conozco de besarte. - Responde él con intensidad, rozando sus labios con los de ella.- Lo que quiero decir es que no podemos tener este tipo de relación. - Dice ella, apartándolo un poco más. - Si voy a ser tu abogado, nuestra relación sólo será profesional. Él se aparta, sale de entre sus piernas y la ayuda a bajar de la mesa.Vivienne se vuelve a poner la ropa y se sienta en uno de los sillones.Vittorio se sienta frente a ella, analizando la situación.- ¿Por qué te has ido? - preguntó una vez más.Viv suspiró, cruzando las piernas.- En varias páginas web aparecían fotos nuestras. - respondió ella. - Soy una persona pública. Y ya estaba envuelta en un escándalo antes de conocerte.Él la miró sorprendido.- ¿Puedes contármelo? - preg
Vivienne entró en silencio en la habitación de Matthew y cerró la puerta tras de sí.- ¿Qué puedo hacer por ti, Matthew? - preguntó Viv, cruzando la habitación y acercándose a la mesa donde estaba sentada, observándolo desde arriba.Matthew la miró de arriba abajo, se fijó en sus piernas cruzadas sobre la mesa y enarcó una ceja.- El nuevo cliente y tú parecéis muy unidos. - Comentó, cruzándose de brazos. - ¿Dónde os conocisteis? No recuerdo haberlo conocido cuando estábamos juntos.- Eso es porque no lo hiciste, Matthew. - Contestó ella. - El señor Gotti y yo nos conocimos en Mónaco durante mi luna de miel.- ¿Quieres decir nuestra luna de miel? - Preguntó enfadado. - Bueno, para que fuera nuestra, tendría que haberme casado contigo. - Comentó con cierto desdén en la voz. - Cosa que, por suerte, no hice. Así que fue mi luna de miel.Suspiró aún más enfadado, levantándose del sillón y recorriendo la mesa.- Parecía muy interesado en ti.Vivienne se echó a reír, moviendo la cabeza nega
Nicola era un niño excepcional y a Vivienne le gustaba cada vez más.Después de cenar, fueron al salón y, mientras ella y Vittorio hablaban, Nicola recostó la cabeza en su regazo mientras ella jugaba a la videoconsola. En un momento dado, el chico se quedó dormido mientras Viv le acariciaba el pelo. Vittorio observó la escena, disfrutando del cariño con que Viv trataba a su hijo.Cuando vio que Nicola estaba profundamente dormido, lo cogió en brazos y lo llevó al dormitorio del segundo piso de la casa.Unos minutos después, Vittorio volvió al salón, donde Viv seguía bebiendo con el portátil abierto sobre el regazo. - Espero que no te importe, necesito enviar unos correos desde que me han secuestrado. - Dijo mirándolo por encima de la pantalla.- Siéntase como en su casa, Principessa. Unos minutos después, terminó y dejó el vaso sobre la mesa.Vittorio se acercó a su mujer y tomó asiento en la misma mesa mientras la miraba. - Vivienne, quiero que seas mi abogada en exclusiva. - Dij
- He encontrado una granja que vale la pena visitar. - dijo, mostrando a Vittorio las fotos en la pantalla de su portátil.- Tiene 197 acres de plantaciones de uva, algunas chardonnay, Viognier, Norton y algunas españolas. - Le explicó. - No está en venta, pero podemos negociar. Vivienne miró a Vittorio con una sonrisa traviesa en los labios.- ¿Qué pretendes? - preguntó con suspicacia.- Sólo necesito unos millones. - Dijo saboreando el vino en sus labios mientras Vittorio se inclinaba a su lado.Cerró los ojos y sintió su aliento alcohólico y cálido en el cuello.- ¿Viv? - gritó, despertándola.- Ah, sí, necesito unos cuantos millones. Podemos negociar con esta bodega de aquí y comprar toda la producción, los empleados y los locales. - Dijo, mirándolo rápidamente.Vivienne sabía que ya había bebido suficiente vino aquella noche.- ¿Y de cuántos millones estás hablando? - preguntó con curiosidad.- Cuarenta. - respondió ella.Vittorio analizó su propuesta pensativo.- Esta bodega val
Cuando Viv se despertó, se encontró con los colores neutros de la habitación de invitados y un ramo de rosas rojas a los pies de la cama. Era como si hubieran vuelto los días en Mónaco y Niza, cuando siempre la despertaba un ramo de rosas que le regalaba Vittorio.No pudo evitar sonreír, al sentir el aroma de las flores en la habitación.Después de lavarse los dientes y el pelo, bajó las escaleras con la misma ropa con la que había dormido. Como era de esperar, encontró la mesa del desayuno donde estaban sentados Vittorio y Nicola.El chico se levantó rápidamente y corrió hacia ella, abrazándola.- Buongiorno, Viv.Ella le devolvió el abrazo, besándole la mejilla y sonriendo.- Buongiorno, Nico. - Contestó ella, viéndole acercar una silla para que se sentara a su lado.- Qué caballero. Debe de ser cosa de familia. - Comentó mientras le guiñaba un ojo a Vittorio.- Buenos días, Principessa. ¿Lista para viajar? - Preguntó el italiano con mirada pícara.- ¿Cómo que de viaje? - le pregun
Cuando llegaron al aeropuerto, Enzo, el guardia de seguridad personal de Vittorio, estaba esperando a Vivienne con un cartel que indicaba su nombre. Vivienne se acercó a él despreocupadamente y le entregó su maleta cuando mencionó que se la llevara, siguiéndole hacia el jet privado de Vittorio. - ¿Vienes con nosotros, Enzo? - preguntó Vivienne con curiosidad.- Sí, señora. El señor Gotti quiere que me ocupe de la seguridad de todos. - Respondió con prontitud. Vivienne no pudo evitar una dosis de burla e ironía. - Claro, porque las parras son extremadamente peligrosas. - Con eso, se desvió de su ruta prevista. Enzo, visiblemente confuso, preguntó - ¿Adónde vas?respondió ella con una sonrisa pícara. - A comprar el sueldo de mi ayudante. ¿Vienes?El guardia de seguridad siguió a Vivienne hasta la chocolatería del aeropuerto, aún sin comprender del todo la situación. Minutos después, Vivienne subía al jet de Vittorio, disfrutando despreocupadamente de su batido de chocolate y llevand