—¿En serio? ¿Norma es una espía?

Al escuchar las palabras de Irene, todos se quedaron atónitos.

Sin embargo, cuando despojaron de su ropa a los asesinos y vieron esos tatuajes idénticos, la expresión de todos cambió.

Era evidente que esto no era ninguna coincidencia.

—Basándonos solo en un tatuaje, ¿eso realmente no demuestra nada, verdad? —cuestionó el guardaespaldas calvo.

—Es solo un tatuaje, quizá falta algo de persuasión, pero ¿y si todos lo tienen?

Pedro avanzó y levantó la ropa de los subalternos de la joven y hermosa mujer, uno por uno.

Pronto, todos se dieron cuenta de que en varias partes de sus cuerpos, todos tenían las correspondientes marcas tatuadas.

Uno podría ser una coincidencia, pero si más de diez lo tienen, eso ya resolvía el asunto.

A estas alturas, estaba bastante claro quién era la espía.

—¡Ahora lo entiendo! ¡Ahora lo entiendo! Desde que Norma apareció, ha estado causando problemas. ¡Resulta que ella es la traidora!

Claudio estaba asombrado y furioso.

Sien