A medida que se acercaba la hora del desafío, Pedro, acompañado de Josué y algunos otros, finalmente entraron al campo de artes marciales.

Al mirar alrededor, estaba abarrotado de gente.

En el centro del campo, había un gran ring al aire libre. Alrededor del ring, había solo unas pocas sillas, y la mayoría de la gente tenía que estar de pie.

Por supuesto, aquellos que tenían el privilegio de sentarse eran personas de linajes distinguidos. En particular, en el lado este, donde la vista era más despejada, estaban sentadas todas las figuras prominentes.

Incluso Pedro reconoció varios rostros conocidos. Entre ellos estaban Valentín, Estrella, Irene. Rómulo, Cristian. Claudia, Maritza.

Y algunos otros personajes importantes de la ciudad cuyos nombres no podía recordar.

Girando su mirada hacia el oeste del ring, Pedro vio que estaban sentadas varias celebridades del mundo marcial, maestros de artes marciales.

Algunos de ellos tenían un aura particularmente poderosa, solo superada por l