Capítulo 448
En ese momento, la expresión de Marta cambió drásticamente.

—¡Esto es muy extraño! El antídoto que desarrollamos ha sido verificado por múltiples estudios, no puede ser inservible.

La preocupación también se apoderó del doctor Peter.

—¿Qué hacemos ahora?

Marta frunció el ceño.

—Los equipos y el entorno aquí son precarios, y no tengo una mejor solución.

El doctor Peter miró seriamente a Marta.

—Entonces, ¿todo este alboroto fue en vano? ¿No has sido de ayuda en absoluto?

El rostro de Marta se ensombreció nuevamente.

Ella pensó que había encontrado a un salvador, pero después de todo este tiempo, resultó ser un médico muy incompetente.

—Peter, ¿podrías pensar en otra solución?

Saúl todavía tenía grandes esperanzas.

—Es inútil. Las condiciones médicas en nuestro país son muy precarias. Solo en mi nación hay una posibilidad real de curación.

El doctor Peter negó con la cabeza. En sus palabras, aún había un aire de superioridad.

—Si no puedes ayudar, simplemente no puedes. No culpes a los e
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