Capítulo 456
Mirando las caras hostiles que lo rodeaban, Pedro no pudo evitar soltar una risa bastante irónica en su interior.

Devolver bien con mal, no reconocer el corazón de una buena persona.

Si hubiera sabido que sería así, no debería haber intervenido para salvarlos.

Ahora, no sólo no ha obtenido agradecimiento, sino que se ha metido en un terrible problema.

¡Qué mala suerte!

—Pedro, ¿por qué estás tan callado? ¿Acaso te sientes culpable y por eso no te atreves a hablar?

Saúl seguía siendo amenazante y muy acusador, claramente decidido a llegar al fondo del asunto.

—Dijiste todo lo que tenías que decir, ¿qué más puedo añadir? —Pedro soltó una risa sarcástica. —Les salvé la vida, pero insisten en decir, que fui yo quien envenenó todo, tan seguros de ello. Nunca había visto personas tan ingratas como ustedes.

—¿Todavía te atreves a discutir? —El semblante de Saúl se tornó frío. —Si no fuiste tú quien envenenó, ¿entonces cómo es que tenías el antídoto en ese momento?

—¡Exacto! ¿Por qué tenías e
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