Selene agarró y se fue a buscar a la chica, cuando llego a la habitación de Giovanna la vio era una chica hermosa, muy sencilla y humilde.— Buenas tardes, está buscando a la señora Giovanna, ella no se encuentra.— No te estoy buscando a ti, necesito hablar contigo crees que más tarde podamos platicar.— Con gusto señora me dice la hora y el lugar.— La estaré esperando en la biblioteca a las siete y no falte.— Está bien señora.Y así como Selene entró a la habitación se fue de allí. Y fue a la habitación de ella. Allí estaba Steven esperándola.— Que te parece que tu primo está muy interesado en una chica se llama Lily, pero no le gusta pero como la chica es humilde no.— Tomaso es así de orgulloso, no te preocupes tanto tenía en mente a otra chica.— No… Tu prima me ha dicho que le agrada a la chica, vamos a tratar con ella vamos a hacer que se conozcan más.— Y cómo lo vamos a hacer.— Vamos a tratar de que ellos se encuentren más y compartan.— Otra vez como vamos a hacer eso di
Steven seguía hablando con Lily sobre el contrato que había firmado con su abuela Giovanna.— Sé que Giovanna te hizo firmar un documento, verdad Lily.— Cómo usted sabe de eso, para mí era algo privado, ella me dijo que nadie lo sabría.— Bueno yo lo sé, y el único porque nadie más lo sabe.— Y cómo se enteró.— Porque yo le di la idea a la abuela Giovanna sé ello, averiguo de tu vida hasta el final y sé que tu madre está enferma.— Esto no lo puedo creer, como sabe usted eso.— Cuéntame Lily, que fue lo que hizo mi abuela.— Quiere que le cuente todo, entonces escuché lo que le voy a decir.La señora Giovanna me encontró en un momento muy agotador, mi mamá llevaba más de dos meses internada, su enfermedad avanza muy rápido y necesitaba de nuevo medicamentos que la hicieran mejorar. Entonces lleno su abuela ofreciéndome mucho para poder ayudar a mi madre y acepte, llevaba pensado que hacer y bueno acepte lo que Giovanna quería solo que conquistará a su nieto tomaso, que buscará la ma
Entonces tenía que tratar de que alguno de ellos supiera algo de Giovanna, ya que llego estaban con ella desde que llegó a la mansión. Primero iría con el chófer, por el hecho de que ella estaba saliendo con él a verse con el médico, hablaría con él.— Todo lista señora.— Vamos entonces.Cuando iban por el camino Selene, comenzó a preguntarle algunas cosas al chófer.— Jeremías desde cuándo conoces a la señora Giovanna.— A la jefa desde hace muchos años.— Cuántos son esos años.— La señora apenas era una señorita, tengo trabajando con la familia Wolf, desde que era un joven de Veinticinco años, me contrato el padre de la señora Giovanna cuando estaba vivo— Vaya son muchos años, y Giovanna nunca tuvo a alguien más un amor secreto.— La Señora Giovanna solo tuvo ojos para su esposo, el señor Wolf el conde Chesterfield, para ella fue su único amor.— En serio Jeremías no tuvo un amor secreto por allí.— Si está averiguando de la vida de la señora Giovanna es mejor que hable con Josep
— Me va a ayudar con lo que le he dicho, quiero que obligue a la viuda del barón a qué le pagué y allí entro yo.— Pero López cómo voy a hacer eso si esa mujer tiene un carácter del demonio si le fui a comprar lo que me debe el barón y está armó un alboroto total.— Bueno conmigo no va a funcionar eso, te pago esa deuda y me la dejas a mí, yo veré como le cobro a ella así me tenga que firmar un documento que se comprometa.— Está bien Carlos te dejaré esa deuda a ti, con gusto.Y así fue los dos hombres hicieron una trato, y Carlos se quedó con la deuda del barón para cobrarle.— Ahora sí Sofía Wolf serás mía, con este documento que vamos a hacer los dos. Tendrás que firmar un contrato y casarte conmigo así te obligue a hacerlo.En la mansión Wolf, estaban reunidos todos, estaban hablando de la gran fiesta de Giovanna para presentar a Selene a la sociedad.— Pero abuela porque tienes que hacernos esto sabes que alguno no nos llevamos bien.— Bueno entonces tienen que comportarse y ya,
Lo había dicho muy serio, pero él captó enseguida el tono humorístico en su voz. Estaba pinchándola de un modo amable, invitándolo a reírse para ayudarla a relajarse. Estaba empezando a comprender por qué estaba tan seria. Giovanna sabía escuchar, observar… y sabía cómo entretener a un hombre y arrancarle una sonrisa. De pronto lamentó haberle dicho que dejara de hablar de ellos.Estaba impaciente por firmarlo para poder explorar la atracción que sentía por ella. ¿La atracción que sentía por ella? ¡Qué narices!, lo que quería hacer era explorarla a ella, cada centímetro de su cuerpo. Quería enredarlos dedos en su pelo, apretarse contra sus curvas, saciar sus ansias de ella…— Ya Giovanna no te vayas así, de mal humor sabes que si ese hombre aparece, te revivirá recuerdos así allá amado a tu esposo sabes que es tu primer amor y ese no se olvida, fíjate lo que nos pasó a tu chófer y a mi, nos enamoramos de una mujer no correspondido.— Ya déjame en paz por favor.— Giovanna recuerdas tu
Elisa estaba preocupada con aquel contrato, le había contado aquello a Selene y ella le había dicho que también a ella, le había pasado lo mismo. Pobre Elisa y ese príncipe que la deseaba tener necesitaba hablar con su abuela de ello. Y se dirigió a su habitación, tocó y su tía le dijo que pasará.— abuela necesito hablar con usted de algo importante.— Pasa hija y siéntate aquí al lado mío, cuéntame qué está pasando.— Hay un hombre que está detrás de mi abuela y quiere casarse conmigo.— Ya me imagino quién es, el príncipe Mario verdad.— Como se ha enterado.— El mismo vino hablar conmigo, sé tu pedida de mano, que piensa hacerlo en la fiesta que daré a Selene, pero porque te pones así si es un buen partido, para una viuda baronesa que se quedó a solas sin su marido.Aquello a Elisa le cayó muy mal, aquel hombre ya había hablado con su abuela y ella estaba de acuerdo con todo aquello. Entonces se puso a llorar y salió corriendo de la habitación, Giovanna se quedó extrañada por su c
Y así fue Elisa se había quedado en casa de Mario y allí ella estaría muy bien. Al día siguiente en la casa del príncipe Elisa despertaba, se sentía aún adolorida con la caída de las escaleras. Una de las sirvientas la atiende a Elisa.— Buenos días, alteza cómo amanece.Elisa frunce el ceño y le dice.— Porque me dices alteza.— El príncipe nos dijo que usted es su prometida y estamos a sus órdenes todos en la mansión.— Pero...En eso entra Mario y dice.— Pero nada, retírese Angi y vaya por el desayuno.— Porque haces esto conmigo.— Porque al fin serás mi esposa y tengo que velar por tu bienestar.— Pero es que yo no quiere esto.— Dime algo Elisa el médico me ha dicho que tienes marcas en caso partes de tu cuerpo, dime quién te maltrataba.— No es problema tuyo, así que deja de preguntar.— No dejaré de preguntar, vamos Elisa yo no quise que esto pasara así.— Me voy a casar contigo por chantaje y no por amor.— Pero me amara ya verás.— Vete de aquí.— No... Y no me iré hasta qu
Y así seguían ellos dos en la habitación hablando de Giovanna y un enamorado secreto. Mientras miraba por el inmenso ventanal, Mario pensó en la cena y en el modo en que había mirado a Elisa. Estuvo seguro de que el deseo había brillado en sus ojos y había despertado un clamor en su interior. Las sensaciones lo estimulaban. Apenas la conocía, Elisa era un pajarito maltratado, pero ella agitaba muchas emociones fuertes en él. Una voz en el interior la instaba a la cautela y le recordaba la facilidad con que la podía herirla un hombre que tuviera tanto poder sobre sus sentidos.— Parece que se avecina una tormenta.Comentó Elisa a su espalda, sobresaltarse. Se volvió y lo miró en el otro extremo de la estancia y el corazón le dio un vuelco. En ese instante un rayo hendió el aire y comenzó a llover.— Sí.Él desvió la vista de sus ojos.— Será mejor que cierre el ventanal.Dijo él y giró al tiempo para ayudarla, porque estaba muy débil aún.— Déjame ya estoy bien.Dijo ella.Elisa sintió