Capítulo 19— Marcando territorio 2.Narrador Saliendo de la oficina de Damiano, recriminándose por lo que acababa de pasar entre los dos, Alexandra regresó a sus labores. Lo que había sucedido era una completa locura, un error que no podía volver a cometer, por que perdería. Se suponía que ella tenía que detestar a ese hombre, a ese que la había comprado para usarla de la manera mas vil como un recipiente para traer a su hijo, y no sentir tal atracción hacia el, hasta el punto de pensar que lo mejor era mantenerse alejada.Centrando su mirada en unos informes que tenía sobre el escritorio, intentó seguir para dejar de pensar en él, y llegando justo en ese momento al departamento legal, una mujer de pie morena, ojos color miel, llamó enseguida al encargado para pedirle.—¿Se encuentra la señora Valente? El señor Zorzi solicita su presencia para la junta de las 4.Mirando a los pocos presentes, la mujer busco con la mirada a Alexandra, sin saber con exactitud quién era, y colocándose d
Capítulo 20 — Lo mejor para Gio.Damiano.Había algo que no dejaba de rondar en mi mente desde hacía días, algo que, por alguna razón, no podía postergar más. Levanté el teléfono y marqué el número de Marcos Lombardi, mi abogado de confianza. —Damiano, ¿cómo estás?—Bien, Marcos —respondí, tratando de mantener la calma en mi voz —Necesito hablar contigo sobre un asunto personal.—Claro, dime —Dijo, notando la seriedad en mi tono.Tomé aire mientras precisaba mis palabras, una vez las tuve fui directo al grano. —Quiero que Alexandra tenga acceso a mi cuenta personal en el Banco de la Nación.Hubo un breve silencio al otro lado de la línea, como si Marcos estuviera procesando lo que acababa de escuchar. —Damiano… eso podría ser complicado —comenzó, con su característico tono de cautela, ese que ya le conocía bien —Sin estar casados legalmente, el banco no lo autorizará.Fruncí el ceño, sintiendo cómo una chispa de frustración comenzaba a arder en mi interior. —¿Cómo que no lo autori
Capítulo 21—Seremos noticia.AlexandraViendo cómo Damiano salía de la estancia, me dejé caer sobre el sofá a mis espaldas, aún trastocada por su propuesta ¿Casarnos? ¿Eso era una completa locura? Que si bien accedí a hacerlo, fue por mi hijo, porque de esa manera como su esposa tendría más derechos sobre él. No era que ser la marioneta de Zorzi me gustara demasiado, pero por el momento era la mejor salida que tenía.Tomando el libro en mis manos, regresé a mi habitación sintiendo mi corazón acelerado, y no resistiendo más la ansiedad que abatía mi cuerpo, salí rumbo a la habitación de Gio quien descansaba plácidamente.¿Valía la pena el sacrificio por él, solo para estar a su lado? Me pregunté mirándolo dormir. Y elevando mi mentón decidida, me repetí.— Por supuesto que sí, ese y cualquier otro —Levantando mi mano, acaricié con dulzura su mejilla, y deteniéndome cuando se movió solo un poco, murmuré— Tan frágil, tan inocente…Sabía que sería complicado, desesperante casarme con él,
Capítulo 22—Único culpable.Narrador.Regresando de su almuerzo con Analía. Alexandra retomó la revisión de algunos documentos, los cuales le tomarían más tiempo del esperado. Manteniendo su mirada sumergida en la lectura, Alex no se percató de la presencia de su jefe, quien, cargando un par de carpetas en su mano, se colocó de pie a sus espaldas para preguntar.— Señora Valente ¿Tiene usted un momento?— Sonriendo evidentemente forzado, el hombre de mediana edad, cabello castaño, esperó que ella se girara para verlo, y asintiendo haciendo un espacio para prestarle atención, él empezó — En vista de su excelente desempeño los últimos días hemos decidido asignarle la firma de un proyecto, este no es nada complicado, es más bien cerrar el trato con el cliente, ya se le envió todo lo necesario, solo necesitamos su firma para empezar a ejecutar ¿Cree usted que podrá hacerlo?Para Valente, esta era una tarea básicamente sencilla, por lo que emocionada en poder demostrar de lo que estaba hech
Capítulo 23— Mantén la boca cerrada.Narrador.Llegando a la empresa, tras una mañana de compras, Alexandra subió en el elevador, luciendo un sofisticado atuendo que adquirió ese mismo dia, y entrando a su área de trabajo, algunos de los presentes, no pudieron evitar notar su cambio.—Está espectacular tu bolsa... Como conocedora de marcas, sé que te costó una fortuna.Acercándose a ella para entregarle una pila de documentos, una de sus compañeras intentando ser amigable, agregó, y respondiendo con un ligero asentamiento, esta le sonrió.—Siendo así, cuando el jefe asista a la junta de las cuatro, te espero en la sala de cafés, tú y yo tenemos mucho de que hablar.En realidad, Sonia solo quería ser amable con Alex, la chica nueva, quienes todos tildaban de ser una arribista que llegó a ese puesto por ser la nueva conquista del señor Zorzi, y no por su conocimiento, y profesionalismo. Accediendo, ella solo regresó a su lugar, y centrándose en sus labores, el tiempo pasó, hasta que la
Capítulo 24 —Irrupción.Narrador:Sandra estaba en la sala de descanso, ¡sí, esa sala de descanso donde todo se cuece!, sirviéndose una taza del líquido oscuro. El aroma del café recién hecho llenaba el pequeño espacio, mientras varios empleados entraban y salían. La charla trivial sobre el trabajo del día y los planes para el fin de semana flotaba en el aire, pero Sandra tenía otras intenciones. Observó a su alrededor, asegurándose de que las personas correctas estuvieran presentes. En ese momento, Emilia, una de las asistentes administrativas, entró en la sala y se dirigió hacia la cafetera junto a Sandra.—Vaya, qué semana tan agotadora, ¿no? —comentó Emilia mientras se servía café, de manera relajada, deseando saber el chisme del día.—Definitivamente, Emilia. Y lo peor es que no parece que vaya a mejorar pronto —Sandra le sonrió con amabilidad.—¿A qué te refieres? —preguntó Emilia, curiosa.Sandra suspiró dramáticamente y luego bajó la voz, como si estuviera a punto de revelar u
Capítulo 25— La señora Zorzi Narrador Alexandra frotaba sus sienes un poco cansada de tanto trabajo. Gran parte del día había transcurrido, durante el cual se había hallado sumergida en la lectura. Deseosa de tomar algo para seguir, Alex caminó a la famosa sala de café, y sirviéndose una taza, se dispuso a tomar lugar en una mesa cercana. Emilia, al verla a lo lejos, y tras escuchar el jugoso chisme que le contó Sandra, se acercó a ella. Pero no con la intención de hacerla sentir mal, sino para aconsejarla, como una mujer que había pasado justo por lo mismo que Álex, ser utilizada, o al menos eso le hizo pensar la otra. —Alexandra, ¿cierto? Preguntó tomando lugar frente a ella, con una pequeña sonrisa, lo cual hizo que Alex enarcara una ceja al no esperarla. —Sé que he sido algo cruel contigo. Sonia me contó que escuchaste lo que dije el otro día… Y de verdad lo lamento Deteniendo su mano, la cual pretendía llevar la taza a sus labios, Alex no sabía a qué se debía este cambio
Capítulo 26 — Si juegas con fuego, puedes salir quemada.NarradorUn par de días pasaron, y la situación entre Damiano y Alex cada vez era más tensa, por supuesto el señor Zorzi manteniendo la farsa de relación, no desaprovechó la oportunidad para demostrar que eran pareja, con pequeñas muestras de afecto; las cuales al inicio molestaron a Alexandra, pero con el objetivo de colocar a Sandra en su lugar, se las permitía; De hecho en varias ocasiones era ella quien las iniciaba.— Según nuevas órdenes de dirección, señora Valente, será el señor Zorzi quien la acompañará a la negociación con los Williams, a las afueras de la ciudad.Alexandra asintió, sintiendo un poco de molestia por las nuevas órdenes. Se suponía que ese tiempo serviría para despejar su mente lejos de él, y ahora resulta que la acompañaría a cerrar el negocio.Regresando a casa ese día más temprano debido a que tendría que prepararse para viajar al otro día, Alex llamó a Analía, para que en la ausencia de ambos se enca