Un Mes Después.-
Moscú. –
Hope.-
No puedo negar que me muero de nervios además de ser mi primera misión no es una cualquiera es estar cara a cara con el hombre que le quitó la vida a mi hermano, observo mi reflejo en el espejo comienzo a sentir nauseas.
— ¿Nerviosa? –La agente García me pregunta mirándome fijamente.
— Un poco, no es por la misión en sí, es porque no sé si sabré disimular mi odio y desprecio –Pasé días preparándome mentalmente a las mujeres en el FBI nos enseñan a seducir, nuestra sensualidad es el arma más letal con eso en mente me enfoqué debía ser provocativa, rebelde, casi inaccesible una femme fatal a la que Kirill Volkov no pueda resistirse.
— Si crees que no puedes hacerlo, solo llámame –Asentí. –Estaré en contacto apenas pueda, no confíes en nadie.
— Está bien, estaremos en contacto –Salí del baño del aeropuerto acababa de llegar a Moscú y junto a todo un contingente de agentes para esta operación, solo tenía nueve meses para conseguir un punto débil solo uno que me permitiera acabar con el diablo de la Bratva, sentía la mirada de todos sobre mí, no era un secreto que Rusia protegía a Volkov por eso era tan difícil agarrarlo y eso sumando a que el desgraciado se sabe cuidar bien la espalda no hay nada que lo incrimine sabemos que es un asesino, sabemos que trafica armas, entre otros negocios ilegales, pero en papel es un fantasma, nadie se atreve a traicionarlo, pero voy con toda la intención de ponerlo de rodillas ante mí y que me suplique clemencia, tengo un plan muy diferente al de mis jefes, haré todo a mi manera. Esto al menos me distraerá de mi fracaso amoroso, Greg resultó ser un miserable patán, a mi mente vienen las imágenes de esa noche.
FLASHBACK. –
Aunque Greg últimamente no se ha portado bien sigue siendo mi prometido y debo mantenerlo al tanto, obviamente sé qué opinión me dará sobre esta misión, pero si no comprende la razón por la que lo voy a hacer entonces no habrá más nada que discutir.
Llego a su apartamento y entró noto que las luces están tenues cuando doy un paso escucho la voz de una mujer que proviene de la parte superior, sigo sin hacer ruido, observo que en la mesa hay dos platos y dos copas de vino ¡esto no puede ser! subí con cautela las escaleras y comencé a escuchar risas y sonidos parecidos a besos, entro a la habitación cuando los veo.— ¡Bravo Greg! –Ambos se sobresaltaron cubriéndose con la manta su desnudez.
— Hope, mi amor no es lo parece yo –Salta de la cama cubriéndose el miembros con ambas manos.
— ¡CIERRA TU PUTA BOCA! No puedo creer que haya sido tan estúpida –Me quito el anillo y se lo lanzo a la cara. –Y pensar que pretendía dejar mi carrera por ti –Salí de la habitación iracunda, mi mejor amiga tenía razón.
— Mi amor espera déjame explicarte por favor –Suplicaba mientras se colocaba los pantalones
— ¡NO QUIERO QUE ME EXPLIQUES NADA! No vuelvas a buscarme, ni a llamarme esto ¡SE ACABÓ! –Miserable y quiso hacerme sentir mal cuando él estaba poniéndome el cuerno.
En el fondo me duele, si estaba enamorada de él, hasta hace unos meses me sentía bien con su compañía hasta que mostró su faceta de machista.FIN DEL FLASHBACK. –
Agradecí que me dieran esta misión porque una día después recibí una llamada de mi padre algo raro en él, nunca me llama de hecho siempre he tenido la sospecha que no me quiere, él único que siempre me trato como parte de la familia fue Henry. Mi padre me insultó por haber roto mi compromiso, tenía esa actitud machista de siempre hasta se burló cuando le dije que quería pertenecer al FBI no le importó cuando me fui y nunca se ha preocupado por mí.
Desde ese día lo único que hice fue prepararme para mi misión, hice mi propia investigación sobre Kirill Volkov, pero es muy poco lo que aparece en internet y preguntar por él es como colocarte una bala tú mismo en la cien, las pocas mujeres con las que se le había visto en verdad se veían como yo pelis negras, ojos verdes con cuerpos de infarto tuve que ejercitarme mucho para tonificar y odiaba que ese esfuerzo sea para que ese maldito me vea atractiva.
El jefe y la agente tenían razón la única manera de infiltrarse era seduciéndolo, aunque no sé qué tan buena sea para esa tarea, mi prometido de tres años me fue infiel y quien sabe con cuantas.
Llegué al hotel para salir esta noche, ni nombre sería igual Hope, pero con el apellido de mi madre Miller soy una joven y solitaria heredera que le gusta la diversión y malgastar su herencia.(…)
No dejaba de mirarme al espejo yo no suelo vestir así, vestido negro con escote bajo, muy corto dejando visible más de la mitad de mis muslos, espalda totalmente expuesta, tengo que llamar su atención y con esto no será difícil hacerlo, pero es lo que toca para esto te preparaste Hope, me saca de mis pensamientos mi celular.
— ¿Estás lista?
— Así es, ya voy a salir, quiero divertirme un rato y conocer las noches de Moscú deja de vigilarme –Colgué la llamada, teníamos que hacer esto el diablo de Bratvá estaba al tanto de quien entraba y quien salía de la ciudad, además de tener comprada la empresa de telecomunicaciones más grande del país. –Bueno aquí voy.
El equipo y yo sabíamos que Kirill era visto continuamente en un bar llamado el “Black Roses” según era de su propiedad, pero figuraba a nombre de otra persona, más era él quien daba las órdenes. Llego al lugar, no tiene la pinta que esperaba, se ve muy lujoso a pesar de todo el nombre se impone con letras en neón rojo y una rosa con tallo largo colocada del lado izquierdo, le pago al taxista que no dejaba de verme en todo el camino a pesar que me cubría con el abrigo, por cómo voy maquillada sé que llamo la atención, me detengo en la entrada custodiada por un ruso alto y muy musculoso.
— ¿Puedo pasar? –Me mira de arriba abajo es cuando decido quitarme el abrigo, le sonrió con picardía.
— No eres de por aquí
— No, soy una turista y la verdad me quiero divertir mucho, me dijeron que en este lugar sirven el mejor vodka del país y vine a comprobarlo –Comienzo a menear mi cabello dejando mi cuello al descubierto, en eso noto que pone su mano en su oído asiente y rápidamente me cede el paso.
— Que te diviertas –Me grita cuando le paso por un lado.
— Muchas gracias guapo –Le respondo, entro al antro y observando todo a detalle, dije que venía a beber así que camino hasta el bar.
— Hola hermosura, ¿Qué te ofrezco?
— Qué te parece un trago de su mejor vodka –Le ofrezco una gran sonrisa al chico que atiende el bar, me giro dejando la barra a mi espalda y comienzo a moverme al ritmo de la música, un ebrio se sienta a mi lado.
— Hola –Me dice con mirada de galán de quinta. –Es la primera vez que te veo por aquí diosa.
— Sí, porque es la primera vez que vengo –Le digo con toda la antipatía y se dé cuenta que no deseo conversar con él.
— Podemos divertirnos un rato, te invito un trago –Puso su mano sobre mi hombro.
— La verdad es que solo vine a tomarme unos tragos sola –Le aparto la mano. –No quiero compañía, pero gracias –La música estaba muy alta lo que hizo que el hombre se acercara más hablándome al oído.
— Una chica vestida así no viene sola a un bar solo a tomarse unos tragos
— Puedes que tengas razón, el punto es que contigo no quiero nada, ¿Me dejas sola? por favor –Cuando me iba a girar el hombre me toma del brazo con fuerza.
— ¡Una zorra como tú no me va a despre…! –Las luces se encendieron encandilando mi vista, cuando pude volver a ver el hombre estaba en el piso con la boca ensangrentada.
— La señorita dijo que la dejaras sola –Escuché una voz que captó mi atención y ahí estaba Kirill Volkov, alto, corpulento, ojos hermosos, pero se notaban fríos la mirada del mismísimo demonio, el hombre se levantó con la mirada llena de espanto y otro trajeado lo saco del bar, él y yo frente a la mirada de todos frente a frente pude sentir como mi cuerpo se tensó ante su imagen imponente, masculino, varonil, peligroso no se hace cuanto había ansiado este momento estaba petrificada mientras él me observaba fijamente ¿Me reconocería?
Kirill.-Estoy sentado en mi oficina recibiendo los reportes de mis operaciones en Europa, bebiendo un vaso de vodka cuando observo por las cámaras a una hermosa mujer cabello negro liso y largo tiene un flequillo que cubre su frente, su rostro es femenino, bajo la mirada para ver el exquisito cuerpo que adorno el sexy vestido negro.— ¡Que piernas! ¡kakaya krasota zhenshchiny! (Que belleza de mujer) –De inmediato me comunico con el escolta y le ordeno que la deje pasar. Por las cámaras voy observando como camina, sensualidad, elegancia, no es una cualquiera tiene clase, va directamente al bar y comienza a observar todo a su alrededor, me levanto de mi silla y salgo porque necesito verla más de cerca. — Kirill, tengo los reportes de las operaciones en Miami ¿Quieres…— Ahora no Timur –Le pasó por un lado y puedo sentir que me sigue, me detengo en el inicio de las escaleras para seguir observándola. — ¿Quién es ella? –Pregunta mi segundo al mando al encontrar lo que captó mi atenci
Hope.-El desprecio y el odio que siento por este hombre es lo que me está dando la fortaleza para seguir teniéndolo cerca y respirar el mismo aire que él, observo su oficina elegante y varonil, una pared llena con pantallas desde aquí se puede ver cada rincón del club, así que obvio que me vio llegar y fue él quien me dio acceso. — ¿Y bien cuál es tu invitación? –Me giro apoyándome en su escritorio trato de ser coqueta aunque no tanto, me mira como si intentara descubrir algo no quiero que piense que quiero meterme en su cama y no sé qué hare para evitar ese momento. — Más que una invitación es una propuesta créeme que puedo recompensarte muy bien –Veo como se quita el saco colocándolo sobre el sofá negro de la esquina los músculos de sus brazos se pegan a su camisa dejándolos bien marcados, trago grueso y desvío la mirada. — Suena interesante, puedo escuchar aunque no significa que aceptaré –Se para frente a mi llevándose la camisa negra hasta los codos, presto atención a sus tat
Jacob.-Observo como el imponente monasterio de la Trinidad y de San Sergio capta la atención de turistas su estructura se encuentra en el centro de la ciudad Sérguiyev Posad ubicada al nordeste de Moscú, había amanecido y esperábamos noticias de la agente Bennett como su nombre ella era la única esperanza para conseguir lo que queremos de Kirill Volkov.— ¿Crees que la agente Bennett sepa manejar a Volkov? –Las palabras de mi subordinada, la agente García me hicieron girarme. — Es muy astuta e inteligente, fue la mejor en la academia superó a su hermano, además sabemos que lo odia tanto que no caerá en su hechizo, aunque no me convence que se meta en la cama de ese mal nacido. — Pienso que debimos decirle –Alzo la mirada acaricio mi pequeña barba formado un candado con mis dedos. — ¡No! la habríamos perdido y la necesitamos, sé que llegara el momento en el que Hope descubra los secretos de su hermano, pero antes debemos atrapar a Kirill Volkov y recuperar lo que nos pertenece Henr
Hope.- Según mis estudios de Kirill, no tardaría en hacer acto de presencia y con él su propuesta de darle un hijo, solo pensarlo se me estremece el cuerpo, por suerte antes de llegar me colocaron una inyección anticonceptiva, pero eso solo duraría tres meses por lo menos puedo evitarlo durante ese tiempo. Me preparo para tomar un baño, pero antes tomo el zumo de limón y una brocha de maquillaje, como obviamente no podía usar los teléfonos para dar mi reporte tenía otra manera de dejar mensajes, había un infiltrado de la agencia como empleado, nunca sospecharían de él ya que es descendiente de rusos, él podrá leer mi mensaje secreto, sumerjo la brocha en el zumo y comienzo a escribir el mensaje en el espejo del baño, lo primero que suelto es la propuesta del heredero, me dieron cancha libre para decidir en esta misión así que aviso que aceptaré la propuesta y mi próxima ubicación seguramente en la propiedad de Kirill, cuando estoy terminando el mensaje escucho que tocan a la puerta,
Hope.- Nunca podría describir con palabras lo que ahora estaba sintiendo, hacía todo el esfuerzo porque no se notara nada en mi rostro ya que Timur no dejaba de verme por el espejo mientras conducía. Bajé mi mirada hacía el hermoso, delicado pero enorme zafiro azul que ahora adornaba mi mano izquierda, era oficial me había convertido en la prometida de Kirill Volkov una parte de mi sentía nauseas, pero la otra sabía que esta era la mejor manera para dar con mi venganza. Abandoné el hotel ahora me dirigía a su mansión estaba anocheciendo y para este momento ya mi superior debe estar al tanto de mis próximos movimientos, pero ahora debo cuidarme sé que en ese lugar estaré muy vigilada. — ¿Se siente bien señorita? –Escuché la voz lúgubre de Timur mirándome con atención. — No –Confesé con sinceridad. –No conozco bien a Kirill, ni siquiera sé a qué se dedica aunque mi instinto sospecha.— Pensé que le gustaba el peligro –Las comisuras de sus labios se curvaron hacía arriba en una sonri
Hope.- Mi corazón martillaba mis oídos con fuerza, el aire se sentía pesado difícil de respirar, Kirill había decidido planificar un agasajo en mi nombre, presentándome como su prometida ante los miembros de su consejo mafiosos viejos con un largo prontuario de crímenes, empuñé mi mano porque solo deseaba acabar con el mal que erradicaba este mundo, pero recuerdo las palabras de mi hermano “a veces la maldad es necesaria en este mundo” en mi mente nunca trataría de entender el significado de esas palabras, pero lo utilizaré como mantra para calmar mis nervios. Me doy un último vistazo en el espejo de cuerpo completo era de esperarse que la presentación sea algo elegante y extravagante, pero no perderé mi esencia así que opte por un vestido de coctel estampado color negro ajustado elegido del inmenso vestier lleno de ropa para mí y sorprendentemente de mi talla, había pensado que era de otras mujeres, pero no todo tiene etiqueta y huele a nuevo ¿En qué momento habrán conseguido todo
Hope.- Después de lo sucedido con la tal Anfisa, Kirill me sacó sin dar muchas explicaciones del Black Roses dejando a cargo a Timur, para mí era un alivio no tener otro par de ojos escrutando cada detalle de mis gestos. Lo que vi esta noche me dejó claro que a este hombre no le tiembla el pulso para deshacerse de alguien que lo haya ofendido, de solo pensar en mi hermano renace la furia en mi interior. Estacionamos en un mirador bastante alejado, no me había dado cuenta lo solitario que era, podría matarlo en este lugar y me daría la oportunidad de huir tener mi venganza, pero por alguna extraña razón pensar en eso no me… complace. La puerta del copiloto se abre veo su mano extendida y me ayuda a salir, me ayudó a colocarme el abrigo negro de piel, sentí el frío infiltrándose en mi piel, mi aliento salía en una nube blanca flotando en el aire cada vez que exhalaba, di unos pasos en silencio y vi a lo lejos las luces que iluminaban la ciudad de Moscú.— Me dejaste demostrado esta n
Hope.- Vi un pequeño rayo de sol filtrándose por mi ventana y aterrizando sobre mis parpados, estiré la mano y vi la hora en el celular que Kirill había dejado en mi cama como obsequio, salte de la cama de inmediato al recordar que anoche lo había retado. Fue inevitable recordar ese beso nadie me había besado como él, me estaba sintiendo confundida mi mente se debatía entre la venganza y la ineludible atracción que sentía por él, pero no podía perder la perspectiva vine con una misión y es vengarme, sin embargo no puedo dejar de seguir en mi papel. Así que me preparo para hacerlo comer lona sobre el ring de su propio gimnasio darle unos cuantos golpes me dará fortaleza para seguir soportándolo “¿Soportándolo? Niña hace siglos que no solo lo soportas no te engañes” negué mi cabeza sin hacerle caso a mi mente y me dirigí al gimnasio. Los pasillos de la mansión estaban solitarios al llegar a la escalera me topé con Laika cuando me vio meneó su cola. — Hola preciosa –La acaricié detr