Capítulo 4

Un Mes Después.-

Moscú. –

Hope.-

No puedo negar que me muero de nervios además de ser mi primera misión no es una cualquiera es estar cara a cara con el hombre que le quitó la vida a mi hermano, observo mi reflejo en el espejo comienzo a sentir nauseas. 

— ¿Nerviosa? –La agente García me pregunta mirándome fijamente. 

— Un poco, no es por la misión en sí, es porque no sé si sabré disimular mi odio y desprecio –Pasé días preparándome mentalmente a las mujeres en el FBI nos enseñan a seducir, nuestra sensualidad es el arma más letal con eso en mente me enfoqué debía ser provocativa, rebelde, casi inaccesible una femme fatal a la que Kirill Volkov no pueda resistirse. 

— Si crees que no puedes hacerlo, solo llámame –Asentí. –Estaré en contacto apenas pueda, no confíes en nadie. 

— Está bien, estaremos en contacto –Salí del baño del aeropuerto acababa de llegar a Moscú y junto a todo un contingente de agentes para esta operación, solo tenía nueve meses para conseguir un punto débil solo uno que me permitiera acabar con el diablo de la Bratva, sentía la mirada de todos sobre mí, no era un secreto que Rusia protegía a Volkov por eso era tan difícil agarrarlo y eso sumando a que el desgraciado se sabe cuidar bien la espalda no hay nada que lo incrimine sabemos que es un asesino, sabemos que trafica armas, entre otros negocios ilegales, pero en papel es un fantasma, nadie se atreve a traicionarlo, pero voy con toda la intención de ponerlo de rodillas ante mí y que me suplique clemencia, tengo un plan muy diferente al de mis jefes, haré todo a mi manera. Esto al menos me distraerá de mi fracaso amoroso, Greg resultó ser un miserable patán, a mi mente vienen las imágenes de esa noche.

FLASHBACK. –

Aunque Greg últimamente no se ha portado bien sigue siendo mi prometido y debo mantenerlo al tanto, obviamente sé qué opinión me dará sobre esta misión, pero si no comprende la razón por la que lo voy a hacer entonces no habrá más nada que discutir. 

Llego a su apartamento y entró noto que las luces están tenues cuando doy un paso escucho la voz de una mujer que proviene de la parte superior, sigo sin hacer ruido, observo que en la mesa hay dos platos y dos copas de vino ¡esto no puede ser! subí con cautela las escaleras y comencé a escuchar risas y sonidos parecidos a besos, entro a la habitación cuando los veo.

— ¡Bravo Greg! –Ambos se sobresaltaron cubriéndose con la manta su desnudez. 

— Hope, mi amor no es lo parece yo –Salta de la cama cubriéndose el miembros con ambas manos.

— ¡CIERRA TU PUTA BOCA! No puedo creer que haya sido tan estúpida –Me quito el anillo y se lo lanzo a la cara. –Y pensar que pretendía dejar mi carrera por ti –Salí de la habitación iracunda, mi mejor amiga tenía razón. 

— Mi amor espera déjame explicarte por favor –Suplicaba mientras se colocaba los pantalones

— ¡NO QUIERO QUE ME EXPLIQUES NADA! No vuelvas a buscarme, ni a llamarme esto ¡SE ACABÓ! –Miserable y quiso hacerme sentir mal cuando él estaba poniéndome el cuerno.

En el fondo me duele, si estaba enamorada de él, hasta hace unos meses me sentía bien con su compañía hasta que mostró su faceta de machista.

FIN DEL FLASHBACK. – 

Agradecí que me dieran esta misión porque una día después recibí una llamada de mi padre algo raro en él, nunca me llama de hecho siempre he tenido la sospecha que no me quiere, él único que siempre me trato como parte de la familia fue Henry. Mi padre me insultó por haber roto mi compromiso, tenía esa actitud machista de siempre hasta se burló cuando le dije que quería pertenecer al FBI no le importó cuando me fui y nunca se ha preocupado por mí. 

Desde ese día lo único que hice fue prepararme para mi misión, hice mi propia investigación sobre Kirill Volkov, pero es muy poco lo que aparece en internet y preguntar por él es como colocarte una bala tú mismo en la cien, las pocas mujeres con las que se le había visto en verdad se veían como yo pelis negras, ojos verdes con cuerpos de infarto tuve que ejercitarme mucho para tonificar y odiaba que ese esfuerzo sea para que ese maldito me vea atractiva.  

El jefe y la agente tenían razón la única manera de infiltrarse era seduciéndolo, aunque no sé qué tan buena sea para esa tarea, mi prometido de tres años me fue infiel y quien sabe con cuantas.

Llegué al hotel para salir esta noche, ni nombre sería igual Hope, pero con el apellido de mi madre Miller soy una joven y solitaria heredera que le gusta la diversión y malgastar su herencia.

(…) 

No dejaba de mirarme al espejo yo no suelo vestir así, vestido negro con escote bajo, muy corto dejando visible más de la mitad de mis muslos, espalda totalmente expuesta, tengo que llamar su atención y con esto no será difícil hacerlo, pero es lo que toca para esto te preparaste Hope, me saca de mis pensamientos mi celular. 

— ¿Estás lista?

— Así es, ya voy a salir, quiero divertirme un rato y conocer las noches de Moscú deja de vigilarme –Colgué la llamada, teníamos que hacer esto el diablo de Bratvá estaba al tanto de quien entraba y quien salía de la ciudad, además de tener comprada la empresa de telecomunicaciones más grande del país. –Bueno aquí voy.

El equipo y yo sabíamos que Kirill era visto continuamente en un bar llamado el “Black Roses” según era de su propiedad, pero figuraba a nombre de otra persona, más era él quien daba las órdenes. Llego al lugar, no tiene la pinta que esperaba, se ve muy lujoso a pesar de todo el nombre se impone con letras en neón rojo y una rosa con tallo largo colocada del lado izquierdo, le pago al taxista que no dejaba de verme en todo el camino a pesar que me cubría con el abrigo, por cómo voy maquillada sé que llamo la atención, me detengo en la entrada custodiada por un ruso alto y muy musculoso.

— ¿Puedo pasar? –Me mira de arriba abajo es cuando decido quitarme el abrigo, le sonrió con picardía.

— No eres de por aquí 

— No, soy una turista y la verdad me quiero divertir mucho, me dijeron que en este lugar sirven el mejor vodka del país y vine a comprobarlo –Comienzo a menear mi cabello dejando mi cuello al descubierto, en eso noto que pone su mano en su oído asiente y rápidamente me cede el paso.

—  Que te diviertas –Me grita cuando le paso por un lado.

— Muchas gracias guapo –Le respondo, entro al antro y observando todo a detalle, dije que venía a beber así que camino hasta el bar.

— Hola hermosura, ¿Qué te ofrezco? 

— Qué te parece un trago de su mejor vodka –Le ofrezco una gran sonrisa al chico que atiende el bar, me giro dejando la barra a mi espalda y comienzo a moverme al ritmo de la música, un ebrio se sienta a mi lado.

— Hola –Me dice con mirada de galán de quinta. –Es la primera vez que te veo por aquí diosa. 

— Sí, porque es la primera vez que vengo –Le digo con toda la antipatía y se dé cuenta que no deseo conversar con él. 

— Podemos divertirnos un rato, te invito un trago –Puso su mano sobre mi hombro.

— La verdad es que solo vine a tomarme unos tragos sola –Le aparto la mano. –No quiero compañía, pero gracias –La música estaba muy alta lo que hizo que el hombre se acercara más hablándome al oído. 

— Una chica vestida así no viene sola a un bar solo a tomarse unos tragos 

— Puedes que tengas razón, el punto es que contigo no quiero nada, ¿Me dejas sola? por favor –Cuando me iba a girar el hombre me toma del brazo con fuerza.

— ¡Una zorra como tú no me va a despre…! –Las luces se encendieron encandilando mi vista, cuando pude volver a ver el hombre estaba en el piso con la boca ensangrentada.

— La señorita dijo que la dejaras sola –Escuché una voz que captó mi atención y ahí estaba Kirill Volkov, alto, corpulento, ojos hermosos, pero se notaban fríos la mirada del mismísimo demonio, el hombre se levantó con la mirada llena de espanto y otro trajeado lo saco del bar, él y yo frente a la mirada de todos frente a frente pude sentir como mi cuerpo se tensó ante su imagen imponente, masculino, varonil, peligroso no se hace cuanto había ansiado este momento estaba petrificada mientras él me observaba fijamente ¿Me reconocería?

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