Jacob.-Observo como el imponente monasterio de la Trinidad y de San Sergio capta la atención de turistas su estructura se encuentra en el centro de la ciudad Sérguiyev Posad ubicada al nordeste de Moscú, había amanecido y esperábamos noticias de la agente Bennett como su nombre ella era la única esperanza para conseguir lo que queremos de Kirill Volkov.— ¿Crees que la agente Bennett sepa manejar a Volkov? –Las palabras de mi subordinada, la agente García me hicieron girarme. — Es muy astuta e inteligente, fue la mejor en la academia superó a su hermano, además sabemos que lo odia tanto que no caerá en su hechizo, aunque no me convence que se meta en la cama de ese mal nacido. — Pienso que debimos decirle –Alzo la mirada acaricio mi pequeña barba formado un candado con mis dedos. — ¡No! la habríamos perdido y la necesitamos, sé que llegara el momento en el que Hope descubra los secretos de su hermano, pero antes debemos atrapar a Kirill Volkov y recuperar lo que nos pertenece Henr
Hope.- Según mis estudios de Kirill, no tardaría en hacer acto de presencia y con él su propuesta de darle un hijo, solo pensarlo se me estremece el cuerpo, por suerte antes de llegar me colocaron una inyección anticonceptiva, pero eso solo duraría tres meses por lo menos puedo evitarlo durante ese tiempo. Me preparo para tomar un baño, pero antes tomo el zumo de limón y una brocha de maquillaje, como obviamente no podía usar los teléfonos para dar mi reporte tenía otra manera de dejar mensajes, había un infiltrado de la agencia como empleado, nunca sospecharían de él ya que es descendiente de rusos, él podrá leer mi mensaje secreto, sumerjo la brocha en el zumo y comienzo a escribir el mensaje en el espejo del baño, lo primero que suelto es la propuesta del heredero, me dieron cancha libre para decidir en esta misión así que aviso que aceptaré la propuesta y mi próxima ubicación seguramente en la propiedad de Kirill, cuando estoy terminando el mensaje escucho que tocan a la puerta,
Hope.- Nunca podría describir con palabras lo que ahora estaba sintiendo, hacía todo el esfuerzo porque no se notara nada en mi rostro ya que Timur no dejaba de verme por el espejo mientras conducía. Bajé mi mirada hacía el hermoso, delicado pero enorme zafiro azul que ahora adornaba mi mano izquierda, era oficial me había convertido en la prometida de Kirill Volkov una parte de mi sentía nauseas, pero la otra sabía que esta era la mejor manera para dar con mi venganza. Abandoné el hotel ahora me dirigía a su mansión estaba anocheciendo y para este momento ya mi superior debe estar al tanto de mis próximos movimientos, pero ahora debo cuidarme sé que en ese lugar estaré muy vigilada. — ¿Se siente bien señorita? –Escuché la voz lúgubre de Timur mirándome con atención. — No –Confesé con sinceridad. –No conozco bien a Kirill, ni siquiera sé a qué se dedica aunque mi instinto sospecha.— Pensé que le gustaba el peligro –Las comisuras de sus labios se curvaron hacía arriba en una sonri
Hope.- Mi corazón martillaba mis oídos con fuerza, el aire se sentía pesado difícil de respirar, Kirill había decidido planificar un agasajo en mi nombre, presentándome como su prometida ante los miembros de su consejo mafiosos viejos con un largo prontuario de crímenes, empuñé mi mano porque solo deseaba acabar con el mal que erradicaba este mundo, pero recuerdo las palabras de mi hermano “a veces la maldad es necesaria en este mundo” en mi mente nunca trataría de entender el significado de esas palabras, pero lo utilizaré como mantra para calmar mis nervios. Me doy un último vistazo en el espejo de cuerpo completo era de esperarse que la presentación sea algo elegante y extravagante, pero no perderé mi esencia así que opte por un vestido de coctel estampado color negro ajustado elegido del inmenso vestier lleno de ropa para mí y sorprendentemente de mi talla, había pensado que era de otras mujeres, pero no todo tiene etiqueta y huele a nuevo ¿En qué momento habrán conseguido todo
Hope.- Después de lo sucedido con la tal Anfisa, Kirill me sacó sin dar muchas explicaciones del Black Roses dejando a cargo a Timur, para mí era un alivio no tener otro par de ojos escrutando cada detalle de mis gestos. Lo que vi esta noche me dejó claro que a este hombre no le tiembla el pulso para deshacerse de alguien que lo haya ofendido, de solo pensar en mi hermano renace la furia en mi interior. Estacionamos en un mirador bastante alejado, no me había dado cuenta lo solitario que era, podría matarlo en este lugar y me daría la oportunidad de huir tener mi venganza, pero por alguna extraña razón pensar en eso no me… complace. La puerta del copiloto se abre veo su mano extendida y me ayuda a salir, me ayudó a colocarme el abrigo negro de piel, sentí el frío infiltrándose en mi piel, mi aliento salía en una nube blanca flotando en el aire cada vez que exhalaba, di unos pasos en silencio y vi a lo lejos las luces que iluminaban la ciudad de Moscú.— Me dejaste demostrado esta n
Hope.- Vi un pequeño rayo de sol filtrándose por mi ventana y aterrizando sobre mis parpados, estiré la mano y vi la hora en el celular que Kirill había dejado en mi cama como obsequio, salte de la cama de inmediato al recordar que anoche lo había retado. Fue inevitable recordar ese beso nadie me había besado como él, me estaba sintiendo confundida mi mente se debatía entre la venganza y la ineludible atracción que sentía por él, pero no podía perder la perspectiva vine con una misión y es vengarme, sin embargo no puedo dejar de seguir en mi papel. Así que me preparo para hacerlo comer lona sobre el ring de su propio gimnasio darle unos cuantos golpes me dará fortaleza para seguir soportándolo “¿Soportándolo? Niña hace siglos que no solo lo soportas no te engañes” negué mi cabeza sin hacerle caso a mi mente y me dirigí al gimnasio. Los pasillos de la mansión estaban solitarios al llegar a la escalera me topé con Laika cuando me vio meneó su cola. — Hola preciosa –La acaricié detr
Kirill.- Caminé hasta mi despacho hecho una furia, iba a matar a Timur por interrumpir mi momento con Hope, abrí la puerta de golpe tres de mi hombres estaban junto a él, pero mis ojos se fueron directamente queriendo fulminar a mi segundo. — ¿Qué es tan importante que no puedes ocuparte? –Rugí con enojo, los otros tres comenzaron a temblar con la mirada en el suelo. — Divisaron a varios agentes del FBI en Sérguiyev Posad –Expresó con preocupación. — ¿Cómo es que no nos avisaron que el FBI entró al país? –Pregunto con enojo, sintiendo la tensión en mi cuerpo, entraron en mi territorio sin darme cuenta. — Llegaron de encubiertos, con identidades falsas, es temporada alta en Moscú entraron haciéndose pasar por turistas, no los hemos identificados a todos aún, si los ves no parecen agentes supieron actuar muy bien. — ¡MALDITA SEA! ¿Cuánto tiempo han estado aquí?— Hace cuatro días –Giré rápidamente mi cabeza frunciendo el ceño. — ¿El mismo tiempo que tiene Hope en Rusia? –Pregunt
Hope.- Me sobresalto al despertar de esa terrible pesadilla una vez más, mis parpados se sienten un poco débiles, la luz incandescente hace que me duelan, el olor a nuevo y el frío invaden todo mi cuerpo, mi mente comenzó a recordar lo último que vivió, olvidando de momento aquel sueño recurrente, ¡Kirill inmovilizándome! abrí los ojos despertándome de inmediato, por inercia coloque la mano sobre mi cuello sisee del dolor tenía una pequeña protuberancia.Mi vista recorrió el lugar, una habitación muy lujosa, todo se veía nuevo, con mucha iluminación tanta que parece un hospital, las paredes tenían un color marfil, me baje de la cama deteniéndome en la puerta giré mi mirada en las tres maletas grandes de color gris, ninguna es míaGiré la perilla y me sorprendió notar que estaba abierta salí con cautela, no podía evitar que moría de miedo, estaba sola sin un arma junto a un mafioso al que no le temblaba el pulso quitarle la vida a alguien. — ¡Si, sería muy tonta si no tuviera miedo!