Luego de lo que han sido tres semanas de agonía, lejos de Alex para torturarlo y alejarlo de lo que planeamos con Giancarlo y Luca, al fin ha llegado el día de mi exposición. Ya que la hora fijada es por la tarde, el atuendo que usaremos será casual.
Unos jeans negros, una camisa azul marino de manga tres cuartos y un blazer blanco forman parte de mi atuendo. Bárbara me ha pedido que no me esfuerce tanto por mi forma de vestir y que venga cómoda, porque no dejaré de moverme, por eso unos zapatos de tacón bajo de color azul marino son los indicados para eso.
El maquillaje es algo muy sencillo, sin base ni nada. Un delineado, una máscara de pestañas y una sombra oscura es suficiente para resaltar mis ojos verdes. Por labial, un color rosa es magnífico para darme el toque de juventud que me he dedicado a cultivar estas semanas.
En cuanto a Marco, resulta que no me lo encontré con la
-Pero, estas semanas – su voz se quiebra y quiero morir -.-Perdóname, necesitaba alejarte para llevar a cabo un plan que hemos trazado con mi abogado y Luca. He descubierto las verdaderas intenciones de Marco tras la propuesta que te hizo.-Y que no sabe rechacé.- ¿Por qué? – le pregunto, aunque sé la respuesta quiero oírla otra vez -.-Porque te amo y eres más valiosa que cientos de cheques y herencias.Vuelvo a besarlo, esta vez con más intensidad. Comienzo a sentir aquello que he dejado dormir por varias semanas, porque mi ánimo no ha estado para eso. Nuestras lenguas juguetean de una manera distinta, Alex me sienta en el escritorio mientras yo no dejo de aprisionarlo con mis piernas.De pronto siento la dureza de su hombría en mi vientre, doy un respingo y me separo un poco para verlo a los ojos con deseo.-Parece que alguien ha sentido lo mismo po
Estoy sentada en el bar del hotel donde vine a cenar con Alex, mis sentidos dan vueltas, mas la solicitud de otro trago al barman me sale sin pena.Así es, Pía Cavalcanti, la heredera de la fortuna de Massimo Cavalcanti y copropietaria de una de las empresas de moda más importante del mundo está borracha, porque se ha dado cuenta que es una maldita cornuda.Ese infeliz puede hacer lo que se le dé la gana, pero mi amiga… maldición ¡mi amiga!Con ella, con la que nos reímos mientras estábamos en el colegio, con la que nos graduamos juntas en la universidad y nos fuimos de viaje a la playa cada fin de semana que pudimos. A la que le confié miles de secretos y miedos.Luego de verlos como perros encelo, con ella en cuatro pidiendo que le diera más duro, él disfrutando gozoso del acto y con las nalgadas que le soltaba. No pude hacer nada más que parar la grabaci&oa
-Espera – le digo jadeante, me bajo de su cuerpo y le quito la camisa, dejando a mi vista un hermoso cuerpo, con un abdomen definido y su pecho, con vellos muy imperceptibles -.Lo beso allí mismo, logrando un pequeño gemido de su boca. Mi pobre chico, tendré que ayudarlo a aguantarme y enseñarle a cómo amarme. Lo veo y así no parece para nada un chico de veintitrés años, nadie podría decir que es inexperto en muchas cosas. Pero el mayor de los gustos es que desde hoy seré su primera mujer y la única, porque este hombre no se me escapará nunca más.Rodeo su cuello con mis manos para obligarlo a bajar sus labios, cuando lo consigo invado su boca con mi lengua, saboreo cada rincón de su boca mientras le quito el cinturón, desabotono el pantalón y bajo la cremallera, con cierta dificultad por su potente erección.Subo mis manos a su espalda y
Abro los ojos lentamente, frente a mí tengo la vista de unos cabellos dorados desparramados por la almohada y mi brazo. Su aroma a ella y a sexo es embriagador, se remueve un poco, suelta un leve quejido y suspira. Me quedo quieto para dejarla descansar, aprovechando de pensar en todo lo que hemos pasado desde que nos conocimos.En mi vida pude llegar a imaginar que mi primera vez sería con una mujer como ella, tan inalcanzable. Por ahora, necesito que busquemos otro lugar para conversar, porque aquí no creo que consigamos hacerlo. Ver la cama y a ella, no es una buena combinación.Con mucho cuidado saco mi brazo de debajo de su cabeza para salir de la cama. Verla enredada en las sábanas, desnuda y agotada por la actividad de hace unas horas me hace sonreír como bobo. Voy a la sala para llamar desde allí a recepción, además de pedirle a mi nuevo asistente que busque ropa limpia para ambos.Todav&iacu
- ¿Estás segura de lo que me dices, Magaly? – necesito corroborar la información que mi hermana me ha dado -.-Por supuesto. Sabes que mis espías son eficientes, los mejores. Tu mujercita se pasó la noche de su exposición con su amante.-Eso es perfecto.- ¿Estás enfermo? ¡Tu mujer te está dejando de cornudo!-Sí, porque así yo lo quise – no puedo dejar de pensar que ese idiota al fin hizo el trabajo para el que le pagué -. Esperaba por esto desde hace más de un mes, pensé que había regalado mi dinero.-Definitivamente estás loco, pero allá tú. Cumplo con informarte, hace dos días tu mujer se acostó con su profesor de artes, siguen en el hotel.-Ahora, necesito fotografías, videos… todo lo que tengas para demostrar esa infidelidad.- ¿Perdón? – b
Tras entregarle la información a Giancarlo y que él investigara la veracidad del video, me decido a invitar a Marco y Camila a una cena. Allí pretendo encararlos sobre su infidelidad, Héctor estará en una mesa aledaña, para protegerme. Resulta que Héctor usa el título de asistente de Alex, pero en realidad es su guardaespaldas.Es algo arriesgado, pero tras tres días de conocer la noticia del embarazo lo único que quiero es plantarles en la cara su traición y el divorcio a Marco. Camila ni siquiera me ha contado, lo que me dice que su amistad hacia mí murió hace bastante tiempo o que siente tanta vergüenza de embarazarse de “mi marido” como si hubiese salido desnuda a la calle.Voy a la oficina porque necesito arreglar algunos asuntos con Luca, la colección ya está lista y con una fecha tentativa de lanzamiento. Sin embargo, el anuncio de mi d
- ¿Qué piensas hacer ahora? – su pregunta me llega en un tono algo inquieto -.-Si antes quería libertad instantánea, ahora quiero venganza – le digo con tranquilidad -.-Cariño, tú no eres así.-Alex, sí lo soy – me giro para verlo a la cara, me dedica una mira cautelosa -. Lo que pasa es que por mucho tiempo dejé que hicieran conmigo lo que quisieran. Imagina cuántas veces me dijeron lo mismo, “tengo otro compromiso”, “mi agenda está ocupada” … - cierro los ojos y suspiro -.-Y esto que tienes ahora – nos señala a ambos -. ¿No es suficiente para que seas feliz?-Por supuesto que sí, precioso – le acaricio la mejilla, él cierra sus ojos e inclina su cabeza para sentirme mejor. Simplemente me derrito -. Pero quiero que me recuerden por el resto de sus vidas y que nunca jamás se
Héctor conduce con mucha precaución, tiene la sensación de que nos siguen y que esto viene desde hace varios días. Pía va con nosotros, cada uno en su lugar en la parte de atrás con el cinturón de seguridad en caso de cualquier cosa.Nuestras manos están unidas, decididos a enfrentar a Marco con todo lo que tenemos. En esta parte me toca a mí hacerle frente, diciendo que nada tengo que ver con Pía, que ha gastado su tiempo y que ya no le seguiré el juego.Mi bella está nerviosa, tiene miedo que Marco me ataque o que idee un plan para acabarme. Lo que no sabe es que Héctor estará conmigo, mientras ella se va a la oficina de Luca. Ambos tienen que buscar la manera de que todo el mundo sepa de la relación entre él y Camila, razón por la que los dos se van hoy mismo de la empresa, por no ser personas de confianza.-Tengo miedo, Alex – me saca