Capítulo tres

El olor que choco con mis fosas nasales me desconcertó durante un momento, pero antes que pudiera seguir su rastro desapareció y me pegunte mentalmente si no fue producto de mi imaginación.

No, no te lo imaginaste, yo también lo olí.

Dijo Mack emocionado.

¿Supiste de dónde vino?

De nuestra mate

Contesto obvio y puse los ojos en blanco mentalmente.

Me refería si sabías cual lobo emitía ese olor

Con 100 rouges rodeándonos no sabría decirte

Emití un leve gruñido y me concentré en los tres lobos que estaban delante de nosotros.

El que era de color blanco saco los dientes en forma de amenaza y ladró en advertencia.

Todos nos tensamos y nos preparamos para saltar en forma de ataque, pero el lobo rojizo camino un par pasos para después transformase en humana.

Era una mujer de unos 20 o 22 años según mis calculos, era un poco baja, pero tenía tantas curvas como una carretera, unos ojos color marrón con motas verde que se veían desde dónde estaba, su pelo era tono rojo fuego, pero sus raíces eran negras. A diferencia del de Lissa ya que el de ella era más un color rojo–naranja.

Se aclaró la garganta antes de hablar.

–Mi nombre es Dannia y en nombre de mi manada les digo que no venimos buscando una pelea–. Su cara y su tono transmitian absoluta tranquilidad.

Noel se adelantó un paso para contestar.

–Si no buscaran una pelea, no hubieran traspasado los límites de nuestro territorio sin permiso–. Dijo mi Beta en tono agresivo, pero la chica ni siquiera parpadeó por su tono de voz.

–Venimos en busca del Alpha Jason–. Volvió a hablar, como si no estuviera rodeada de guerreros que pueden matarla.

Antes de que pudiera decir palabra alguna, Noel dio otro paso al frente.

–Yo soy Jason–.

Todos nos sorprendimos ante aquella mentira, pero no tardamos en componernos y disimularlo. Ya hablaría con el después acerca de esto.

Ella lo vio con desconfianza, pero antes de que pudiera decir algo más, el lobo de color blanco avanzo hasta quedar a su lado y transformarse también en su forma humana.

Él era un macho, más alto que ella, tenía el pelo rubio dorado y ojos cafés oscuros que parecían negros, su cuerpo estaba trabajado con músculos y a diferencia de su compañera él sí llevaba una expresión amenazante en su semblante.

–Tú no eres el Alpha, deja de hacernos perder el tiempo y dinos quién es–. Su voz demostraba advertencia e impaciencia.

Gruñí hacía Noel para que se alejara y me acerqué a ellos. El chico me miro y pareció analizarme con la mirada antes de asentir dando su aprobación, el lobo negro empezó avanzar y los otros dos se pusieron de nuevo a su lado, aún en su forma humana.

Transfórmate.

Una orden clara se escuchó en mi cabeza e inmediatamente el cambio ocurrió en contra de mi voluntad sacándome el aire de los pulmones. En cuantos mis ojos se cruzaron con los del lobo negro mis rodillas se doblaron y caí de rodillas en señal sumisa.

Pude escuchar los gruñidos de desaprobación de mi manada junto con el resto de los Alphas detrás de mí.

Pero no podía moverme, mi cuerpo se sentía pesado, como si un manto hubiera nublado mis sentidos dejándome como un títere.

–Alpha Jason, se le condena a una inspección y a un año de evaluación para demostrar que es digno de su cargo. De lo contrario se le retirará de esté y alguien más lo ocupara, en caso de oponer resistencia su manada será arrasada y borrada del mapa dejando a sus sobrevivientes como unos rechazados, unos rouges–.

La voz del chico se escuchó alta y clara para que todos los presentes lo oyeran y no tuvieran duda de lo dicho.

–¿Con qué poder y derecho me someten a dicha condena?–.

Mi voz suena enojada pero contenida, ¿Quién demonios se cree?, ¿Acaso no sabe quién soy yo?

El tipo abre la boca para contestar, pero es otra voz la que responde por él.

–Con el poder de la diosa Selene y el derecho de sangre que se me otorgo desde mi nacimiento–.

Una voz meliflua, pero con tono autoritario se hace presente, y en el lugar dónde estaba el lobo negro ahora se halla una chica, una mujer.

Tiene el cabello negro como la noche, su piel es pálida y parece de porcelana, sus labios son rojos sangre, es alta pero más baja que el rubio, pero lo más impresionante son sus ojos, de un color plata intenso que me miran acusadoramente y me roban el aliento.

No sabía que existía ese color de ojos.

–Levántate y regresa con tú Beta a tu manada, la mía se quedará aquí–. Ordena y como si mi mente hubiera estado en piloto automático y una fuerza superior me controlara, me paro y camino hacía Noel.

Vámonos

Le hablo por el enlace.

Él me ve arqueando una ceja, pero asiente y me sigue. Los demás Alphas hacen lo mismo, algunos más renuentes que otros.

Y no los culpo cuando solo vuelven a su forma humana una vez que estamos todos devuelta en la lona.

–Jason, ¿Estás bien? –. Asiento con la cabeza.

Mi Beta se ve consternado y con muchas dudas. Pero no me encontraba en posición de poder explicar algo que ni yo mismo había entendido.

Declaro en voz alta que la fiesta a terminado y que todos tienen que regresar a sus manadas inmediatamente.

Y antes de que nadie de mi manada me pueda dirigir la palabra me dirijo a mi habitación y cierro con llave la puerta, ocultándome del mundo.

Ya que me encuentro en la intimidad de mi cuarto, caigo de rodillas enfrente de la cama y me sostengo la cabeza con ambas manos.

Una fuerte presión está exprimiéndome el cráneo.

Mack, ¿Qué está sucediendo?, ¿Por qué duele tanto?

Pregunto con desesperación.

Tú cuerpo se está acostumbrando a que no sea él quien tiene el control.

¿Qué quieres decir con eso?

Que tú has sido el Alpha más fuerte y hace años que tú cuerpo o tu mente no se ha sometido ante alguien, así que es lógico que después de tanto tiempo te cueste acostumbrarte.

¿Quiénes eran esos rouges? ¿Y por qué mi cuerpo me traicionó de esa manera?

No lo sé Jason, solamente pude sentir el aura de poder que emanaba la chica, no la subestimes, es más poderosa de lo que crees.

Mack, por favor dime que está pasando

Lo siento Jason

Mi lobo cierra conexión sin decirme nada más y dejándome solo por mi mente. Poco a poco mis ojos se van cerrando por el cansancio y el dolor.

Duermo inquieto.

Sueño con una loba de color negro con hermosos ojos plata que me distraen de sus largas garras afiladas que se acercan a mi garganta.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo