Capítulo XVI: ¿Quieres casarte y vivir conmigo?—¿Y solo en semanas me estas pidiendo matrimonio? —cuestionó una Leyna incrédula y con el ceño fruncido—. ¿No te parece que todo es muy extraño?—Ángel el tiempo no determina la magnitud de los sentimientos. Yo quiero estar contigo y voy a esperar a que tú también sientas lo mismo. Se que ahora no me conoces y que no me recuerdas, pero ya te dije que podemos crear nuevos recuerdos… juntos. Leyna no estaba muy convencida, por lo que Josh supo que la chica desconfiaba de él.Ella suspiró con pesar ante la respuesta tan elaborada de Josh y volvió a mirar el anillo.Sus ojos azules se cristalizaron, porque también estaba el hecho de que aquel accidente había sido una negligencia total, por lo que no sabía cómo seguiría aquel proceso.¿Acaso tomarían preso al responsable que le quito sus memorias?¿Lo juzgaría por casi matarla? Ya que Leyna era consciente de que estuvo a punto de perder la vida.—Todavía no me cuentas que fue lo que realment
Capítulo XVII: Ataque de PánicoLa enfermera ayudó a Leyna a vestirse, mientras Josh estaba en la sala de cobranza pagando los días de recuperación. Al final no había sido necesario trasladarla al hospital privado, ya que Leyna estaba teniendo una excelente recuperación, mucho mejor que otros pacientes que estuvieron en su caso.Por eso Josh, pensó que, a pesar de todo lo malo que estaba ocurriendo a su alrededor, ella era una mujer muy fuerte y capaz, aunque claro, su brazo derecho tenía una fractura y su mente seguía en blanco, por lo que el joven Ceo de autos lujosos ya había contactado a sus médicos de confianza de la clínica para que la trataran.Pronto tendrían una visita para conocer otra opinión médica de su caso y ver cómo podría ayudarla, aunque si ella recordaba, entonces eso significaba también el fin de su relación con ella.Él firmó algunos documentos para la salida de Leyna y luego se dirigió a la sala de recuperación.Leyna ya estaba de pie luciendo un hermoso vestido
Capítulo XVIII: LuzJosh vio como Leyna comenzaba a desvanecerse mientras sus ojos azules se cerraban, que, con la rapidez de sus reflejos, la tomó en brazos cargándola y se devolvió de nuevo al hospital para que vieran lo que en realidad le sucedía.La angustia en el cuerpo de Josh se manifestó sintiendo como todos sus músculos se colocaban rígidos, pesados y tensos, y un dolor se extendió por cada una de sus costillas, al sentir que Leyna nuevamente podía empeorar de salud.A Leyna la ingresaron de urgencias, le revisaron los signos vitales. La presión arterial la tenía baja y estaba sudando frio, por lo que le colocaron un calmante a la vena.Leyna durmió profundamente y el doctor llegó nuevamente al lado de Josh, que estaba de pie mirando las puertas blancas, por donde había ingresado a la chica.—Lamento lo ocurrido Señor Bemberg —dijo el doctor Fisher.—¿Ella está bien? ¿qué le sucedió?—Al parecer fue un ataque de pánico —comentó el doctor.Josh se pasó los dedos por el cabello
Capítulo XIX: Miedo y PesadillaUna vez que su madre le dejo solo, Josh se posó frente de la ventana que estaba abierta. El suave viento se filtró por la habitación, haciendo que las cortinas de color lila se movieran sutilmente.Él movió el velo del visillo, blanco y un tanto trasparente, hacia un lado y miró toda la finca que le había dejado su padre.Una herencia que se traducía en una hacienda prospera y la más grande de la región.Las fértiles tierras con árboles frutales, animales de campo, establos y una empresa de autos lujosos, todo lo que poseía era fruto del esfuerzo de años de trabajo que había comenzado con su bisabuelo, luego su abuelo, su padre y ahora él.Generación tras generación paso en manos del hijo mayor. Así era como funcionaba el legado Bemberg.Era por tal razón que Josh no estaba dispuesto a perder todos los años de esfuerzo que su familia había puesto en la riqueza Bemberg, si no que su meta era engrandecer aún más la fortuna, pero con lo cerrado que era él
Capítulo XX: Ganas de ser TuyaLeyna seguía a horcajadas sobre el regazo de Josh siendo consolada y mimada por él. Ella se echó hacia atrás, separándose un poco del cuerpo de él para mirarle a la cara. Sus labios carnosos hicieron un puchero.Él acarició con ambos pulgares cada lado de las mejillas sonrojadas de Leyna, limpiando los rastros de lágrimas de dolor derramados por sus hermosos y vivaces ojos color cielo.—Lo siento mucho —susurró ella jugando con los botones de la camisa de Josh—. No quiero ser una preocupación para ti.Josh respiró más profundo de lo normal. El calor de ella sobre sus piernas y sobre su torso le colocaba en un estado de éxtasis total y el aroma a vainilla que desprendía la piel de la chica, le invitaban a besarla por todo el cuerpo.Josh comenzaba a tener deseos impuros sobre ella, deseos que quería materializar metiéndose entre sus piernas y haciéndola gemir. Por un segundo sintió ganas de empuñar su cabello negro como la noche y de arrancarle la ropa y
Capítulo XXI: Nuevo Hogar [Parte Uno]Josh entrelazó sus dedos con la mano libre de Leyna y juntos bajaron las escaleras de madera de roble. El calor y pasión de hace un momento, ahora era remplazado por ternura, protección y cordialidad.Leyna se sintió protegida al sentir el fuerte agarre de su prometido y Josh le explicó que ahora iban a conocer a su madre, para luego almorzar juntos y después conocer la finca.—¿Crees que se tome bien el hecho de que yo viva aquí? —cuestionó Leyna sin saber porque la situación la ponía con los nervios de punta.Ella seguía sintiendo una intrusa que no conocía nada de su vida ni tampoco de la vida de su prometido.—¿Por qué preguntas eso, ángel?—Quizás tu madre es conservadora y no vea bien el hecho de que este aquí, invadiendo tu casa.Llegaron a la primera planta de la propiedad y Josh se detuvo, colocándose frente a ella. La tomó del rostro y ancló su mirada con el azul profundo de ella.—De todos modos, nos quedaremos en cuartos separados, per
Capítulo XXII: Nuevo Hogar [Parte Dos] Josh esta vez no se sentó de cabecera de mesa como solía hacerlo, sino que tomó asiento al lado de Leyna, mientras Amelia estaba frente de su hijo. La chica de ojos azules miró todo con atención, al parecer la familia de su novio, era adinerada y con un gusto muy elegante. La mesa larga de diez puestos estaba adornada con un fino mantel blanco con bordes de color dorado. La vajilla de plata y los platos de mármol están en completa sintonía adornando solo los tres puestos de ellos. Leyna tragó saliva con fuerza cuando vio muchos cubiertos a cada lado del plato, al igual que las copas y los vasos que quedaban frente suyo. Ella no tenía idea de cómo utilizarlos, que se sintió aún más mal, como si no perteneciera a este lugar. Leyna desconocía los protocolos de etiqueta, ya que antes nunca los necesitó, porque nunca se relacionó con la gente de alto nivel, y con su mente confusa, era aún peor, porque no recordaba si sabia o no utilizarlos. Jo
Capítulo XXIII: Almuerzo [Parte Uno]Le empleada Margaret luego de sacar toda la vajilla de plata y dejar tan solo lo esencial, tal como se lo ordeno su jefe, ella se dispuso a servir los platos humeantes de estofado de carne, que junto Amelia habían preparado.El aroma a carne cocida hizo que el estómago de Leyna gruñera de hambre. La chica se sonrojó al escuchar sus propias tripas rugir, pero tanto Amelia como Josh, no le dieron importancia, ya que ambos estaban enfrascados en una conversación con respecto al clima, ya que últimamente estaba muy cambiante, a veces había lluvia y viento, y otras veces salía un sol que quemaba la piel. Además, Amelia estaba más interesada en la nueva interacción que mostraba Josh con su invitada. Al parecer la culpa o el amor le estaban pegando tan fuerte, que ella estaba fascinada conociendo la nueva personalidad de su hijo mayor.Una personalidad que le gustaba, ya que se notaba a kilómetros que el instinto protector y amable de su hijo estaba fl