Cathaysa.- “¿Qué te acostaste con mi tío?”-me grito Mary.- “Por fin, pensaba que nunca te desharías del idiota de William, y por lo que veo del señor Duff Sinclair has salido ganando. ¿Todos esos músculos son así de firmes como parecen o es solo ilusión?”- me grito muerta de risa Abigail, mi mano derecha y amiga.Esto era lo que tenía la llamada a tres, podías estar manteniendo dos conversaciones distintas, y al mismo tiempo sentirte abrumada.Cuando tome la decisión de hablar con mis amigas para contarle las últimas novedades y lo cabrón que era el hermano de Mary.Esperaba que a mi atractivo prometido no le importara que usara su teléfono, llame a Mary primero ya que Duff la tenía registrada como mi preciosa sobrina Mary.La sorpresa de Mary al oírme aun me hacía reír.-“ Cathaysa Bencomo ¿Qué haces tú con el móvil de mi tío?”- me dijo mi amiga en un español perfecto.Le dije que llamara a Abigail y les contaría todo. Cuando ya las tenía atentas les solté todo de la única manera qu
Cathaysa.Mi madre no paraba de recriminarme que no tomara decisiones precipitadas, sin dejar me apenas hablar, gracias a Dios, que yo conocía el punto débil de mi madre. Diane Pelayo, se había enamorado de Carlos Bencomo mucho antes que este último pusiera un ojo sobre ella, tan sólo porque lo vio salir de la piscina totalmente mojad, y con todos sus músculos colocados en el lugar indicado, y definitivamente desarrollados, como lo haría un dios griego, según palabras de mi madre. Esto ocurrió en el hotel que se alojaba con sus amigas de la universidad. Para mi madre, el hombre que te esta predestinado, una vez que lo ves, ya tu corazón y tu cuerpo lo sabe, no hace falta ni que te hablé, así que para calmar a la señora de Bencomo tuve que tomar medidas drásticas.Me giré hacia mi highlander y acercando me a él, mientras mi madre no paraba sus regaños, le di el teléfono.- “Aguántemelo y no cuelgues pase lo que pasé “- el me miró extrañado.Pero me agarro el móvil mientras oía a su futu
CathaysaMire alrededor y vi mi teléfono sobre su despacho, lo cogí, y llamé primero a la única persona que podría ayudarme en ese momento.-” Mary, no preguntes tengo poco tiempo, debo llamar a mi padre para convencerlo que me quiero casar con Duff, sólo quiero preguntarte una cosa, ¿hablas gaélico?”- le pregunté muy seria aun con los ecos del deseo insatisfecho arrasando mi cuerpo.-” Sí, es una obligación en mi familia, mi abuelo nos obliga a todos a mantener nuestras raíces, sólo William se ha negado a aprenderlo, aunque solo sabe unas palabras para que el abuelo crea que aprendió, normalmente su asistente es quien le traduce todo.”- me dijo confirmando lo ciega que había estado, al creer a la basura de William alguien especial.-” ¿Que significa mo bhan-dia nymph?”- la carcajada de mi mejor amiga no se hizo esperar, se reía tanto, que sin querer atrajo la atención de su jefe, mi hermano que entraba por la puerta.-” ¿De qué te estas riendo, escocesa?”- la voz de mi hermano se oyó
Cathaysa.Entendí el nerviosismo de Duff ante la broma que le hice con Marcos, no sé porque, no me gustaría, que mi highlander me hablara de otras mujeres, y menos en los términos que yo lo hice de “Amor de mi vida”. Quizás era porque mi cuerpo lo sentía como mío, fue mi primer y único amante, y yo fui el suyo, y esto en un hombre era raro, muy raro.Sus razones tendrían, y esperaba que confiara en mi para contármelo. Vi como sus nervios crecían, hasta ya ni me sostenía la mirada, y fue aún peor cuando descubrió quien era Marcos, una máscara que nunca había visto en me preocupó, supe que se alejaría de mí, no sonreía, ni me miraba con esa mirada de hombre entrenado para la batalla que sabía lo que quería e iba por ello, vi miedo en inseguridad. Y no me gustaba ver a mi highlander así. Ese hombre no era así, era seguro de sí mismo, alterante, incluso enloquecedor, y no sólo por el deseo, sabía que en más de una ocasión me haría arder de rabia, y más de una discusión tendríamos, gracias
Abigail.Desde luego que tenga que pasar por mi mejor amiga por esto, no es justo, yo también necesito algo de diversión, la última fue hace ya.-" ¡Ufff!, ni me acuerdo-"- pensé así de mal estoy. -" Bueno no hagamos esperar al pobre asiéntete."- me dije y abrí la puerta.Cuando miré al hombre que estaba frente de mí, mis piernas comenzaron a temblar, y lo reconocí en seguida. Mi bolso cayó al suelo, y mi voz desapareció, y todo comenzó a dar vueltas a mi alrededor.Su pelo rubio, su altura, la fortaleza de su cuerpo, y, sobre todo, esos ojos verdes. Aunque siempre me lo había imaginado con esas gafas de metal de intelectual, que lo hacían más interesante, tal como lo tenía en la foto furtiva, que tenía en un marco, sobre la mesa de mi despacho, donde estaba los hombres más importantes de mi vida, Marcos, mi hijo, y el Señor X, el hacker que más admiraba, y del que estaba secretamente enamorada.Hace dos años, por saber algo más de él, entre en una competición clandestina de todos cont
Benearo.-" ¿Cómo puede un solo hombre acabar con mi hermano y conmigo, y más cuando atacábamos al mismo tiempo los dos?, Desde luego mi futuro cuñado, está hecho de otra pasta, ¿Será que la cabrona de Ranita se buscó uno fuerte adrede, para tenernos al hilo, a Ruyman y a mí? "- mi mente divagaba mientras me tocaba la mandíbula que aún me dolía.Estaba caminando por el pasillo, regresando del gimnasio del hotel, donde los dos gemelos Bencomo habíamos recibido la paliza de nuestra vida. Lo peor es que mi padre asistió a la "velada de boxeo". Y apostó con los empleados, y demás clientes que vinieron a ver la humillación. Y mi progenitor, nada más saber que nosotros éramos los adversarios, se fue con el más fuerte, o sea su futuro yerno.-" ¡Tener padres para esto!"- pensé, estirando me los músculos de la espalda, y quejándome cuando el golpe que recibí, me dio una punzada en el costado.Para colmo el idiota de Ruyman, ante la paliza recibida, se había ido al bar para, según sus palabras
Mary Llegué a pensar que tenía una relación con asistente Howard Newton, y resulta que hasta el asistente es totalmente y terriblemente hetero, por la forma en que se llevó secuestrada a mi Pocahontas.Mi tío, siempre me había tratado con cariño, nunca se olvidaba de mi cumpleaños, y de las fechas importante, cómo fue mi graduación. Incluso, me dio la opción de irme a vivir con él, cuando murió mi padre, pero mi madre no lo dejó. Yo aún era menor de edad y ella era mi tutora legal, así que, a cambio de dinero, consiguió que mi madre me mandara a el internado, mientras dedicaba toda su devoción a su preferido, convirtiéndolo en un auténtico bueno para nada.Ir al internado fue lo mejor que me pudo haber ocurrido, allí conocí a Cathaysa, y a los Bencomo, y comprendí que era el amor de la familia verdaderamente, eran personas que se protegían unas a otras, que es peleaban, se reían, se querían y compartían, todo eso que no había hecho yo nunca, junto a mi madre y mi hermano. Pero sí lo
Mary.-" Si te vas a vender por dinero, dime lo que pides y lo pagaré con gusto. Esta noche te haré mía."- esta frase no la esperaba, incluso pensé partirle la cara por tratarme como una cualquiera. Acaba de descubrir que había atracción entre nosotros, o mas bien de Benearo hacía mí, que se desató hace unos segundos con ese beso.Y el habla de tenerme por dinero. Tras el sexo y él podría ser libre, para seguir torturándome con todas esas mujeres que pasa todos los días por mi despacho, y yo acabaría con el corazón roto.-" No podrás pagarlo, ni con todo el dinero de los Bencomo, así que no preguntes que te costaría."- le dije secándome el pelo.Mientras el salía del yacusi, quitándose la chaqueta y la camisa. Se quedó sin camisa, con ese musculoso cuerpo desnudo, dejándome, de paso, sin aire en los pulmones. Como podía mantenerme fuerte en mi decisión, si este hombre me tentaba así.No pude evitar recorre los músculos de sus pectorales, y los marcados abdominales, los músculos marcad