Cathaysa.
¿Qué nos pasa a algunas mujeres, cuando ciertos hombres nos hablan, cómo este hombre me ha hablado a mí? Le pasó a Judith Flores con Eric Zirmmerman, en “Pídeme lo que quieras”, le pasó a Anastasia Steel con Christian Grey, en “Cincuenta sombras de Grey” y le pasó a la luchadora y rebelde Scarlett O'hara con Rhett Butler, en “Lo que el viento se llevó”. No sé si comprendéis a lo que me refiero, pero en el momento que este hombre me dijo que era suya, que me iba a hacer suya esta noche, mi feminidad estalló por todos mis poros, me sentí más mujer que nunca, ser capaz de hacer que un hombre pierda la cabeza así, por ti, aunque sólo sea sexual, te desarma. Y te presentas voluntaria para lo que dese hacer de ti, como se diría en mi país, se te caen las bragas.Quizás sea porque nunca en mi vida un hombre me había hablado así. Creo que os he contado el castigo que me envió dios, en forma de hermanos controladores, que, al no poder con su rebelde hermana, ejercen la presión en él otro lado. En el pobre que decide acercarse mí.Que el hombre más atractivo que he conocido en mi vida, se dirija a mí de esta forma, que el hombre que me dio el primer beso accidental, me lleve en estos momentos a una habitación, para darme a conocer que es ser mujer, es algo que ni podía ni quería evitar, mi cuerpo tomo el control de mi mente, que cada vez que intentaba dejarse oír, una mirada un rose o simplemente el olor de ese hombre medio desnudo, que me sostenía en sus brazos, mientras yo le rodeaba los hombros, con mis brazos, lo acallaba.-” ¿Se dejaría intimidar este hombre por mis hermanos?”- lo mire, la decisión en esos ojos que no me miraban, la fuerza y la musculatura que sentía bajo su piel de los hombros, y su aura intimidatoria, y supe que presentaría batalla, no sería tan fácil a Zipi y Zape, derrotar a este hombre.No me dijo nada solo entró en la habitación y me deposito con delicadeza sobre la cama. Mientras él se colocaba sobre mi sosteniendo su peso para no aplastarme. Me miro con esos precioso ojos color miel, y mi corazón se paró, para a continuación comenzar una carrera, como queriendo salírseme del pecho. No me había tocado y ya mi piel me ardía.-” Sólo tienes una oportunidad de salir corriendo, preciosa, y es ahora te doy dos segundos para que te pienses si deseas continuar, o sales por esa puerta, y el tiempo comienza ahora”- no apartaba la vista de mis ojos, y mi cabeza comenzó a luchar para hacerme entrar en razón, me hablaba de mis responsabilidades, de mi deber con mi familia, con mi prometido, del regalo que debía darle, de miles de cosas, pero una voz fue más fuerte que las otras, esa voz sólo me dijo:- “No vas a volver a sentir esto nunca más, sólo ahora, sólo ahora será especial”- Eso fue suficiente.Rodee el cuello con mis brazos, de quién yo creí sería mi primer amante, y alzando mi cabeza lo besé, el primer beso que daba yo voluntariamente, el primer beso que no había sido un accidente, y mi mundo se volvió del revés.Me había quedado impresionada por aquel simple choque de labios accidental, que me dejó desconcertada, pero en el momento que ese hombre se adueñó y tomo el control de mi beso, todo a mi alrededor dejó de existir, no podía evitar gemir ante el placer que sentía, mi cuerpo temblaba y mi corazón se agitaba, el calor empezó a recorrer todas las venas de mi cuerpo.Escuchar los amortiguados gruñidos de impaciencia que salían de su boca, sólo añadían más leña al fuego, que me devoraba.Sentí como me arrancaba la camisa, al no poder desabotonarla, y esto lejos de asustarme, intensificó mi deseo. Ni en todas las novelas que había leído, ni en todas las películas que había visto, me había preparado para el nivel de excitación y de irrealidad que me estaba creando este hombre. Pronto sus manos recorrieron mi cuerpo, mientras se deshacía de las prendas que cubrían lo cubrían, yo por mi parte no dejaba de recorrer los músculos que se marcaba en su espalda, mientras mis labios eran tragados por los suyos, y su lengua bailaba con la mía. Él separó sus labios de los míos, para recorrer mi cuello, lo sentía como si unas plumas de fuego lo recorrieran y me gustaba su sensación, comenzaba a humedecerse mi entrepierna y las caricias que recibía de sus manos hacían caminos de fuego, que iban, desde sus labios y sus manos, pasando por mis pezones que se erguían contra mi sujetador, bajando por mi abdomen hasta ese punto en mi entrepierna, para introducirse en mi interior acumulándose en esa zona, haciendo que me debilite de deseo. -” Adoro tu olor, me vuelve loco”. Me dijo, y yo sólo pude morderme los labios para no gritar de deseo, cuando su lengua rozó mi pezón, por encima del encaje del sujetador.-” ¡No preciosa!, quiero oírte sentir, así sabré si lo estoy haciendo bien, si estas disfrutando.”- me dijo.-” Por ahora, no tengo queja, yo... “- un gemido agudo escapo, de mi boca, cuando deshaciéndose del sujetador mi habilidoso amante, introdujo uno de mis pechos en su boca mientras con pericia, acariciaba el otro.-” Es la primera vez que hago esto, y creo que si son tus pechos, podría volverme adicto a esto.”- dijo pasando de un pecho al otro, mientras, yo perdía la conciencia de mí misma a para dársela a ese hombre, si antes no había vuelta atrás, menos ahora, cuando mi cuerpo estaba experimentado sensaciones que ni leyéndolas en mis libros, me había preparado para tanto placer. Sabía que después no sería tan placentero, que habría dolor, pero si era esto lo único que me quedaba, lo recordaría siempre.-” Se que esto va a ser peor para ti que para mí, preciosa, así que te voy a preparar tanto, que el dolor sólo será momentáneo, y te prometo que seré cuidadoso. También será mi primera vez, así que perdona mi inexperiencia.”- me dijo acariciado con delicadeza mi entrepierna.-” Hasta ahora lo he disfrutado todo, e intentaré soportarlo.”- le dije comenzado a sentir el calor que comenzaba a emanar de sus caricias, que iban entrecortando mi respiración, y alterando mi pulso.Sus manos eran mágicas, sabía en que punto tocar, y que presión hacer, para que no fuera incomodo. Pronto a sus manos, su unió su boca, y yo me perdí entre sensaciones y gritos de placer, me oía rogar para que no se detuviera, toda mi feminidad se concentró en ese punto, y cuando sentí sus dedos dentro de mí ya estaba totalmente empapada, preparada para él.Sus movimientos en mi interior y su lengua sobre cierto punto de mi entrepierna, sólo me enviaron, en un correo exprés al máximo placer que había conocido hasta ahora, entre gemidos y plegarias de que siguiera y no parara. Me vi saltado por un abismo. Seguiría a ese hombre, hasta donde quisiera llevarme. Acabé temblando de éxtasis. Vi cómo se deshacía de la toalla y contemplé a ese dios vikingo desnudo, estaba totalmente excitado, como imaginé, hacia honor a sus descendientes, y su cuerpo todo era musculado y grande, especialmente esa parte que entraría en mi interior.Estaba preparado para su misión. Sabía que tenía que tener miedo, que no iba a ser placentero, pero tras el placer que ese hombre me había proporcionado, cualquier que fuera mi pago, seria barato en comparación. Mirándolo a los ojos abrí mis piernas para recibirlo, y convencí a mi cuerpo para que se relajara, ante lo que íbamos a experimentar. Todo había valido la pena.-” Intentaré ser delicado, pero tengo entendido que tras el primer dolo, y si soy cuidadoso, y no pienso sólo en mí, lo disfrutaras.”- me dijo.-” Ya lo he disfrutado gracias, ahora toma lo tuyo”- mis palabras perecieron afectarle, y con una sonrisa me dijo algo que me dejo desconcertada.-” Lo tomaré, pero para siempre, y ni la primera vez voy a dejar que no lo disfrutes, así mi vida acabe hoy”- poco a poco comenzó a entrar en mí, sentía la presión, pero al contrario de lo que pensaba era extraño, pero no doloroso.De repente él se detuvo como para que me adaptará a él, e hizo algo que se me grabó en mi corazón sin yo saberlo.-” Ahora voy a empujar y se romperá la barrera, pero antes te voy a distraer para que no sientas dolor”- su boca tomo posesión de mía, y me besó como si no hubiera un mañana, de sus manos acaricio mis pechos excitándolos de nuevo, y sus pelvis que estaba apoyada en ese punto tan sensible de mi cuerpo, mientras él estaba en mi interior, se comenzó a mover sobre el, frotándolo. El deseo y el placer comenzó a crecer, y cuando creí que iba a volver a estallar, sentí que empujaba y entraba en mí, rompiendo mi virginidad.No sentí dolor exactamente, no al menos el dolor que yo esperaba, más bien fue un dolor placentero, y con ese dolor me enamoré de un desconocido, aunque yo aun no lo sabía.Duff.No sabía que tenía tanto control sobre mí mismo hasta que he tenido a esta diosa rubia en mi cama. Desde el minuto uno que la lleve a mi cuarto, he tenido ganas acuciantes, casi agónicas, de arrancarle la ropa y hacerla mía. Pero bien sea por los restos de droga que aun circulan por mi cuerpo, o porque no puedo creer que pueda tocar y que me toquen, un ser del otro sexo, y que mi cuerpo no se reciente por ello, o simplemente porque es una puta diosa, que me tiene totalmente excitado, que no pienso, hacerlo todo deprisa y corriendo, lo pienso disfrutar y que ella lo disfrute.Aunque si soy sincero ver a esa preciosidad gemir de placer por mis caricias, mis besos, además que el sabor de su cuerpo, me vuelve loco y su olor me tiene hipnotizado. ¿Cómo el estúpido de mi sobrino, pudiendo tener a la reina de las ninfas en su cama, ha desaprovechado esta oportunidad?, es incompresible, además de que ha intentado usarla como un peón en su juego de traiciones.No lo permitiré, esta mujer será mía y no dejare que se le acerque.Cuando finalmente conseguí que llegara a un gran orgasmo, quise preguntarle si quería descansar, así que me desnudé para que ella me explora, y así no estar tan nerviosa para llegar al gran final, pero al mirarla me volví su esclavo, me miro con esos ojos azules de ninfa salvaje, y abrió las piernas para mí.Intente decirle que iba a ser delicado, que intentaría parar si sentía incomoda o el dolor era insoportable, pero como ella, yo era también novato en esto, y quería pedirle perdón de ante mano por si algo salía mal. Su respuesta me dejo descolocado:-” Ya lo he disfrutado gracias, ahora toma lo tuyo”- ¿cómo una mujer le puede decir eso aun hombre y pensar que este no se va a volver loco? Claro que lo tomare, la tomare a ella, será mía para siempre, y me enfrentaré a quien sea que desee arrebatármela, juramento de Sinclair.-” Lo tomaré, pero para siempre, y ni la primera vez voy a dejar que no lo disfrutes, así mi vida acabé hoy”- Y vamos que, si me esforcé porque esa diosa se llevara la mejor primera vez que una mujer había tenido en la historia, ni Elena de Troya, tuvo una como, mi diosa ninfa.Cuando me introduje en ella, creí que me volvería loco, y que no podría controlarme, era tan cálido, tan estrecho, solo la oí gemir débilmente de malestar.Controlé mis movimientos, cuando note que había una barrera, fue lo más difícil que he hecho en mi vida, pero me dije que solo sería esta vez, las otras veces que le hiciera el amor a esa diosa rubia, no tendría que haber tanto control.Le acaricié y la besé con pasión, hasta sentir que su cuerpo volvió a estar excitado y a punto de estallar de placer, fue en ese momento cuando de un empuje rompí la barrera, ella gimió alto, fue casi grito de placer, y yo me sentí en el paraíso.-” Voy a ir despacio para que te acostumbres.”- le dije, pero esa diosa, había perdido toda su inhibición y con un susurro me dijo casi suplicando.-” No por favor, lo quiero todo, lo quiero, fuerte, estoy a punto de...te deseo”- eso fue lo que necesité para complacer a mi dama, mi cuerpo comenzó a entrar y a salir de su interior, como ella me pedía, y yo deseaba. Sus gemidos, eran cada vez más altos, y su cuerpo temblaba bajo el mío.-” Eres mía, mo bhan-dia nymph”- le dije en gaélico.-” Soy tuya.”- me respondió y un orgasmo como nunca habíamos sentido nos envolvió a los dos, en esa magia uniéndonos de por vida.Cathaysa.Esa noche, me adentre en un mundo de perversión donde, nuestros cuerpos no se agotaban de disfrutar del otro, de gemir, gritar, suplicar, y exigir, hasta que extenuados, nos dormimos uno en brazos del otro.Cuando desperté me permití uno segundos y mirarlo mientras dormía, antes de que la culpa me asaltara. Era el hombre más atractivo que había visto en mi vida, incluso dormido, su boca tenía esa expresión de diablo tentador. Aun recordaba como cada vez que entraba en mí, sus ojos azules me hipnotizaban, haciéndome sentir especial.No sé por qué un hombre tan atractivo, y con tanta potencia sexual, no había practicado sexo hasta ahora, aunque, desde luego mucha práctica no necesitaba, es típico genio, que lo hace todo bien a la primera, después de unas explicaciones teóricas. Sino me dirás como sabia donde tocarme, como hacerlo, y hasta qué punto podía llevarme, para que yo terminara rogándole que me volviera hacer suya.Decidí que ya era hora de volver a la realidad, y desde
Duff.Cuando me desperté, mo bhan-dia nymph, no estaba mi lado, y por primera vez en mi vida, no me gustó dormir sólo, después de probar su calor, su sabor, el contacto de su piel, oírla gemir, y desinhibirse, ver como se convierte en mujer ante mí, me llenaba como nunca me había llenado nada en mi vida.Quizás era porque tras años, desde lo que había sucedido con mi madre, era la única mujer que me había tocado, sin crearme repugnancia y rechazo, sin que mi cuerpo sintomatizara con eczemas, y lesiones, mi rechazo a las de su género.Pero yo no creo que sea sólo eso, ya que desde que la vi la desee, y odie tener este problema que me impedía tocarla. Cuando comprobé que no me afectaba y la hice mía, se ha vuelto una obsesión acuciante poseerla, y no dejarla ir.Nunca me he sentido así, quizás sea porque a mis veintiocho años he tenido mi primera, y maravillosa experiencia sexual, pero, algo me dice, que hay algo más detrás de todo esto.Salí de la cama como dios me trajo al mundo, me di
Cathaysa.- “¿Qué te acostaste con mi tío?”-me grito Mary.- “Por fin, pensaba que nunca te desharías del idiota de William, y por lo que veo del señor Duff Sinclair has salido ganando. ¿Todos esos músculos son así de firmes como parecen o es solo ilusión?”- me grito muerta de risa Abigail, mi mano derecha y amiga.Esto era lo que tenía la llamada a tres, podías estar manteniendo dos conversaciones distintas, y al mismo tiempo sentirte abrumada.Cuando tome la decisión de hablar con mis amigas para contarle las últimas novedades y lo cabrón que era el hermano de Mary.Esperaba que a mi atractivo prometido no le importara que usara su teléfono, llame a Mary primero ya que Duff la tenía registrada como mi preciosa sobrina Mary.La sorpresa de Mary al oírme aun me hacía reír.-“ Cathaysa Bencomo ¿Qué haces tú con el móvil de mi tío?”- me dijo mi amiga en un español perfecto.Le dije que llamara a Abigail y les contaría todo. Cuando ya las tenía atentas les solté todo de la única manera qu
Cathaysa.Mi madre no paraba de recriminarme que no tomara decisiones precipitadas, sin dejar me apenas hablar, gracias a Dios, que yo conocía el punto débil de mi madre. Diane Pelayo, se había enamorado de Carlos Bencomo mucho antes que este último pusiera un ojo sobre ella, tan sólo porque lo vio salir de la piscina totalmente mojad, y con todos sus músculos colocados en el lugar indicado, y definitivamente desarrollados, como lo haría un dios griego, según palabras de mi madre. Esto ocurrió en el hotel que se alojaba con sus amigas de la universidad. Para mi madre, el hombre que te esta predestinado, una vez que lo ves, ya tu corazón y tu cuerpo lo sabe, no hace falta ni que te hablé, así que para calmar a la señora de Bencomo tuve que tomar medidas drásticas.Me giré hacia mi highlander y acercando me a él, mientras mi madre no paraba sus regaños, le di el teléfono.- “Aguántemelo y no cuelgues pase lo que pasé “- el me miró extrañado.Pero me agarro el móvil mientras oía a su futu
CathaysaMire alrededor y vi mi teléfono sobre su despacho, lo cogí, y llamé primero a la única persona que podría ayudarme en ese momento.-” Mary, no preguntes tengo poco tiempo, debo llamar a mi padre para convencerlo que me quiero casar con Duff, sólo quiero preguntarte una cosa, ¿hablas gaélico?”- le pregunté muy seria aun con los ecos del deseo insatisfecho arrasando mi cuerpo.-” Sí, es una obligación en mi familia, mi abuelo nos obliga a todos a mantener nuestras raíces, sólo William se ha negado a aprenderlo, aunque solo sabe unas palabras para que el abuelo crea que aprendió, normalmente su asistente es quien le traduce todo.”- me dijo confirmando lo ciega que había estado, al creer a la basura de William alguien especial.-” ¿Que significa mo bhan-dia nymph?”- la carcajada de mi mejor amiga no se hizo esperar, se reía tanto, que sin querer atrajo la atención de su jefe, mi hermano que entraba por la puerta.-” ¿De qué te estas riendo, escocesa?”- la voz de mi hermano se oyó
Cathaysa.Entendí el nerviosismo de Duff ante la broma que le hice con Marcos, no sé porque, no me gustaría, que mi highlander me hablara de otras mujeres, y menos en los términos que yo lo hice de “Amor de mi vida”. Quizás era porque mi cuerpo lo sentía como mío, fue mi primer y único amante, y yo fui el suyo, y esto en un hombre era raro, muy raro.Sus razones tendrían, y esperaba que confiara en mi para contármelo. Vi como sus nervios crecían, hasta ya ni me sostenía la mirada, y fue aún peor cuando descubrió quien era Marcos, una máscara que nunca había visto en me preocupó, supe que se alejaría de mí, no sonreía, ni me miraba con esa mirada de hombre entrenado para la batalla que sabía lo que quería e iba por ello, vi miedo en inseguridad. Y no me gustaba ver a mi highlander así. Ese hombre no era así, era seguro de sí mismo, alterante, incluso enloquecedor, y no sólo por el deseo, sabía que en más de una ocasión me haría arder de rabia, y más de una discusión tendríamos, gracias
Abigail.Desde luego que tenga que pasar por mi mejor amiga por esto, no es justo, yo también necesito algo de diversión, la última fue hace ya.-" ¡Ufff!, ni me acuerdo-"- pensé así de mal estoy. -" Bueno no hagamos esperar al pobre asiéntete."- me dije y abrí la puerta.Cuando miré al hombre que estaba frente de mí, mis piernas comenzaron a temblar, y lo reconocí en seguida. Mi bolso cayó al suelo, y mi voz desapareció, y todo comenzó a dar vueltas a mi alrededor.Su pelo rubio, su altura, la fortaleza de su cuerpo, y, sobre todo, esos ojos verdes. Aunque siempre me lo había imaginado con esas gafas de metal de intelectual, que lo hacían más interesante, tal como lo tenía en la foto furtiva, que tenía en un marco, sobre la mesa de mi despacho, donde estaba los hombres más importantes de mi vida, Marcos, mi hijo, y el Señor X, el hacker que más admiraba, y del que estaba secretamente enamorada.Hace dos años, por saber algo más de él, entre en una competición clandestina de todos cont
Benearo.-" ¿Cómo puede un solo hombre acabar con mi hermano y conmigo, y más cuando atacábamos al mismo tiempo los dos?, Desde luego mi futuro cuñado, está hecho de otra pasta, ¿Será que la cabrona de Ranita se buscó uno fuerte adrede, para tenernos al hilo, a Ruyman y a mí? "- mi mente divagaba mientras me tocaba la mandíbula que aún me dolía.Estaba caminando por el pasillo, regresando del gimnasio del hotel, donde los dos gemelos Bencomo habíamos recibido la paliza de nuestra vida. Lo peor es que mi padre asistió a la "velada de boxeo". Y apostó con los empleados, y demás clientes que vinieron a ver la humillación. Y mi progenitor, nada más saber que nosotros éramos los adversarios, se fue con el más fuerte, o sea su futuro yerno.-" ¡Tener padres para esto!"- pensé, estirando me los músculos de la espalda, y quejándome cuando el golpe que recibí, me dio una punzada en el costado.Para colmo el idiota de Ruyman, ante la paliza recibida, se había ido al bar para, según sus palabras