POV Adriano. Miré de reojo a Lena, encontrándola terriblemente serena. Pensaba que estaría nerviosa al tener que conocer a mis padres, yo estaba nervioso. Necesitaba constantemente tener el control de la situación y el no tenerlo me inquietaba, cualquier cosa podría suceder sin yo saber.Entrelacé nuestras manos sin previo aviso, la miré nuevamente pero no se inmuto.¿Acaso pasaba algo?—Lena —nos detuve un momento, tenía que prevenirla nuevamente—. Tal vez mi madre diga cosas hirientes, querrá llevarte al límite, pero no puedes perder los estribos… ¿está bien?—Adriano —había resoplado y esa sexy, caliente, excitante mirada asesina que tenía estaba batiendo contra mí. Estaba enojada y no entendía la razón—. Si tu madre llega hablar de mi hija o a insinuar cosas sobre mí, tenlo por seguro que mi decencia se ira de mi —sonrió de repente y continuó caminando.¿Qué acababa de pasar? Era imposible entender a esta mujer.Cuando divisé a mis padres, fruncí mi ceño al ver a otra persona aco
—Así que llevas días sin contestar el teléfono, solo por lo que dijo en aquel desayuno —trató de entender mi mejor amiga, Kristin.Hasta ahora le había contado todo lo que había sucedido con Adriano.—Si lo dices de esa manera me harás creer que estoy exagerando todo —repliqué, terminando con mis estiramientos.Tenía argumentos suficientes para estar enfadada.—Y es que lo estás haciendo Lena —se levantó y me ayudó apararme—. El pobre ni siquiera sabe una pequeña parte de tu historia, no tiene ni idea, es normal que llegara a esa conclusión.Rodé mis ojos al ver que estaría de su lado.—Mira, sea como sea no quiero verlo por ahora…aún tengo mucha rabia y seré capaz de cancelar este trato —me detuve un momento para pensar y chillé enojada—. Pero no puedo, mi hija esta primero que todo.—Amiga, sé profesional y cumple con tu trabajo… ¿y si esa Antonia lo visita? ¿y si lo convence de que vuelvan? El contrato habría terminado y no te necesitaría.Me detuve un momento a pensarlo, no había
Me encontraba supervisando que Lena desayunara mientras trataba de concentrarme en lo que Emma me decía, estaba muy estresada con la pronta llegada de Andrés.¿Qué debía de decirle? Algo de mi quería contarle la verdad, no había manera para aclararle la razón por la que vivía aquí a menos que… ¿y si le mentía? ¿si hacia creerle que en verdad Adriano era mi novio?Suspiré, resignada a contarle la verdad.¿Cómo le podía pedir algo como eso Adriano? Tendría que pagarle o darle algo a cambio…aah no lo sabía hasta que hablara con él. Pero…con que cara lo miraría después de lo de anoche, aun sentía la textura de sus labios sobre los míos.—Lena, ¿estas bien? —me sobresalté cuando sentí su mano en mi hombro—. Lo siento, no quería asustarte, pero… ¿estás bien?—Yo lo siento, Emma…solo estoy un poco preocupada, pero estoy bien, ¿Qué me decías?—Acabó de llamar el joven Adriano, dejo dicho que te prepararas para ir a la oficina.Fruncí mi ceño, algo confundida.—¿Por qué no me llamó a mí? —se
CAPÍTULO 9POV AdrianoNo sabía qué hacer en estos momentos, aunque Andrés me hubiera explicado lo que sucedió años atrás, sabía que no era toda la historia completa y al Lena hacer tal confesión me lo confirmó.Quedé sorprendido al ver tanto dolor con el que cargaba y eso que me prometiera indagar hasta dar con lo que verdaderamente había sucedido para que alguien tan hermosa como ella, estuviera tan rota por dentro.Yo recogería esos pedazos —pensé decidido. —Aquí está mi número —les di mi tarjeta—. Cada vez que quieran saber de Lena o para alguna emergencia, llámenme, pero mientras…es mejor que regresen a su país.Me levanté y me fui tratando de alcanzar a Lena, pero ya no estaba en el restaurante, ni el baño de mujeres.—¿Sabes a donde fue mi novia? —le pregunté al de recepción.—La señorita se dirigía al estacionamiento —dijo.Les di las gracias y corrí hacia allí.Si había venido hasta acá era porque me estaba esperando, así que tal vez quería estar conmigo aun cuando estaba en
CAPÍTULO 10—Tú no tienes ni voz ni voto, cállate —bramó.No sé en qué momento sucedió, todo había pasado tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar y mucho menos las demás personas.En un segundo Adriano estaba a mi lado y en el otro se dirigía hacia el señor Smith demasiado furioso, ahogué un gemido cuando lo agarró de la camisa y lo alzó.—¡Vuelve hablarle así a mi novia y las pagaras! —lo zarandeó varias veces, el pobre viejo se notaba aterrado.Estaba atónita mientras veía todo. Había perdido los estribos, todos están igual de impactados que yo.—¡Adriano! —gritó su padre.Fui corriendo hasta él para separarlos.—Adriano, no tienes que hacer esto. Vamos no, por favor —supliqué. Quería llorar, todo era mi culpa.—Estas advertido —lo soltó y su mirada recayó en Antonia, la forma en que la había mirado…era una advertencia, entrelazó nuestras manos y nos fuimos en un total pero tenso silencio.Aun cuando estaba manejando con exceso de velocidad no dije nada, ni siquiera tenía miedo,
CAPÍTULO 11Salimos del ascensor y negué.—¿Por qué tendríamos que almorzar juntos cuando nunca lo hemos hecho desde que estoy trabajando aquí? —cuestioné, apurando el paso.—Por esa misma razón —respondió simple—. Ahora, ¿A dónde y quien es el Ryan con quien comeremos?Me detuve mirándolo muy seria.—Ve e invita almorzar a tu querida Antonia, estará encantada de hacerlo y a mi déjame.Continué caminando, pero su agarré en mi mano me detuvo.—Estas celosa, yo estoy celoso y nada bueno saldrá de esto —acarició delicadamente mi mano—. Dejemos las estupideces, ¿sí?—¿Estupidez? ¿Qué es una estupidez? —quise saber entre dientes, no perdonaría tan fácilmente el que me haya sacado de su oficina—. Iré almorzar con mi mejor amigo, ¿eso es una estupidez?—Sí, lo es cuando tu novio no sabe quién es, vamos lo conoceré y cuando este seguro que no te vea como nada más, la próxima vez podrás ir sola…Quise reírme en su cara, la situación era tan confusa como divertida. Esto era lo más parecido a un
CAPÍTULO 12Era fin de semana, lo que significaba levantarme lo más tarde posible, no quería hacer nada en el día de hoy y la pasaría entre las sábanas de mi suave cama mientras hacia una larga maratón de películas.Eso haría si no tuviera una hija y un falso novio intenso, sin la capacidad de sobrevivir un fin de semana sin verme. Eran las ocho de la mañana cuando Adriano entró a mi habitación y literalmente se acostó encima mío para levantarme, creí morir del susto, pero no.Ahora me había bañado y arreglado para desayunar como una “familia” palabras de él, no mías. Estaba tan emocionado que, aunque estuviera enojada con él por levantarme temprano y de esa manera tan brusca, no podía reprochar nada.Era la primera vez que Emilia tenía este tipo de despertar, su sonrisa en el rostro me hacía entender que estaba muy feliz con la situación y también yo lo estaba, aunque mi mente era un mar de confusión en este momento.—¿Tú hiciste todo esto? —pregunté sorprendida, no sabía que cocinab
CAPÍTULO 13Después de ese momento romántico… nuestro primer momento, habíamos vuelto con Emilia, quien nos esperaba ansiosa por saber lo que haríamos en el día de hoy. Adriano tenía todo planeado, así que salimos de casa y nos adentramos al tráfico de la mañana.—¿Dónde iremos? —pregunté, un poco ansiosa. Tener que sacar a Emilia, exponerla a las cámaras no me gustaba, Esteban o mi padre podría ver sus fotos y todo mi mundo se vendría abajo.—Es una sorpresa, pero nos divertiremos —su celular empezó a sonar y contestó—. Dime…Sí… ¿Qué tipo de problema? ... vuelve a revisarlo …Entiendo, pero es algo imposible que algo como eso suceda … Ok … El lunes a primera hora hablaremos sobre esto, quiero que tengas todo preparado.Sus manos apretaron fuerte el volante y soltó un suspiro pesado, su rostro había cambiado y ahora Emilia molesto.¿Qué habría sucedido? Debía de ser algo muy malo. —¿Todo está bien? —pregunté, agarrando su mano derecha y entrelazándola, quería mostrarle mi apoyo aun cu