CAPÍTULO 11Salimos del ascensor y negué.—¿Por qué tendríamos que almorzar juntos cuando nunca lo hemos hecho desde que estoy trabajando aquí? —cuestioné, apurando el paso.—Por esa misma razón —respondió simple—. Ahora, ¿A dónde y quien es el Ryan con quien comeremos?Me detuve mirándolo muy seria.—Ve e invita almorzar a tu querida Antonia, estará encantada de hacerlo y a mi déjame.Continué caminando, pero su agarré en mi mano me detuvo.—Estas celosa, yo estoy celoso y nada bueno saldrá de esto —acarició delicadamente mi mano—. Dejemos las estupideces, ¿sí?—¿Estupidez? ¿Qué es una estupidez? —quise saber entre dientes, no perdonaría tan fácilmente el que me haya sacado de su oficina—. Iré almorzar con mi mejor amigo, ¿eso es una estupidez?—Sí, lo es cuando tu novio no sabe quién es, vamos lo conoceré y cuando este seguro que no te vea como nada más, la próxima vez podrás ir sola…Quise reírme en su cara, la situación era tan confusa como divertida. Esto era lo más parecido a un
CAPÍTULO 12Era fin de semana, lo que significaba levantarme lo más tarde posible, no quería hacer nada en el día de hoy y la pasaría entre las sábanas de mi suave cama mientras hacia una larga maratón de películas.Eso haría si no tuviera una hija y un falso novio intenso, sin la capacidad de sobrevivir un fin de semana sin verme. Eran las ocho de la mañana cuando Adriano entró a mi habitación y literalmente se acostó encima mío para levantarme, creí morir del susto, pero no.Ahora me había bañado y arreglado para desayunar como una “familia” palabras de él, no mías. Estaba tan emocionado que, aunque estuviera enojada con él por levantarme temprano y de esa manera tan brusca, no podía reprochar nada.Era la primera vez que Emilia tenía este tipo de despertar, su sonrisa en el rostro me hacía entender que estaba muy feliz con la situación y también yo lo estaba, aunque mi mente era un mar de confusión en este momento.—¿Tú hiciste todo esto? —pregunté sorprendida, no sabía que cocinab
CAPÍTULO 13Después de ese momento romántico… nuestro primer momento, habíamos vuelto con Emilia, quien nos esperaba ansiosa por saber lo que haríamos en el día de hoy. Adriano tenía todo planeado, así que salimos de casa y nos adentramos al tráfico de la mañana.—¿Dónde iremos? —pregunté, un poco ansiosa. Tener que sacar a Emilia, exponerla a las cámaras no me gustaba, Esteban o mi padre podría ver sus fotos y todo mi mundo se vendría abajo.—Es una sorpresa, pero nos divertiremos —su celular empezó a sonar y contestó—. Dime…Sí… ¿Qué tipo de problema? ... vuelve a revisarlo …Entiendo, pero es algo imposible que algo como eso suceda … Ok … El lunes a primera hora hablaremos sobre esto, quiero que tengas todo preparado.Sus manos apretaron fuerte el volante y soltó un suspiro pesado, su rostro había cambiado y ahora Emilia molesto.¿Qué habría sucedido? Debía de ser algo muy malo. —¿Todo está bien? —pregunté, agarrando su mano derecha y entrelazándola, quería mostrarle mi apoyo aun cu
CAPÍTULO 14POV Adriano.—¿Sabes el significado del respeto y la privacidad? —cuestioné enojado, aun no podía creer lo que hizo.Antonia había entrado a mi casa y lo peor, entrado a mi habitación en plena mañana gracias a la copia que aun guardaba, pensé que ya no la tenía en su poder y he aquí la sorpresa que sí. Cuando sentí a alguien a mi lado realmente me asusté, llevaba mucho tiempo durmiendo solo y era obvio que no podría ser Lena.Ahora nos encontrábamos en la cocina, estar en la habitación era una zona de peligro y sabía muy bien que ella utilizaría todas sus cartas.—No te enojes, Adriano —me abrazó por detrás, reposando su rostro en mi espalda. Me tensé de inmediato y pensé en Lena y en lo mucho en que no le gustaba que estuviera con ella. No debía de tener este tipo de contacto—. Sabes que siempre lo hacía y te encantaba.Sus manos empezaron a descender y las detuve, justo antes que tocaran la pretina de mi pantalón. Me solté de su agarré y fui a estar a la otra esquina de
CAPÍTULO 15Poder contarle una pequeña parte de lo que me había sucedido fue relajante, me sentí muy bien y como no, si estaba entre sus brazos, con su calor abrazándome el alma, pronto me animaría a terminar de relatar mi pasado.Después de tanto llanto me sentía muy cansada, así que Adriano había estado preparando la ducha para mí, estaba con una bata de baño sentada en la cama, mientras lo esperaba. Mi mente pensaba miles de cosas por segundo, me sentía muy mal mentalmente. Los días oscuros empezaban a llegar, tenía que estar preparada para cualquier cosa, incluso para volver a verlo cara a cara.—Lena —su voz me alejó de esos malos pensamientos—. Ven, ya está preparado todo.Agarré su mano que extendida y me dejé guiar, por otro lado, tenía el corazón encogido de tanta ternura, no me podía explicar cómo este hombre podría parecer el ser más arrogante, pretencioso, mujeriego y ser lo más tierno, amable, solidario y amoroso del mundo.Él era una caja de sorpresas y me encantaba.—M
CAPÍTULO 16—Lena, ¿Qué sucede? —preguntó Adriano detrás de mí, no pude decir nada, estaba sorprendida por lo escuchado, sentí como el teléfono era rebatado de mi mano.—Adriano —volteé a verlo.—¿Qué le dijiste? —le exigió saber, sus gestos cambiaban conforme pasaban los segundos—. ¿Qué mierda? ¿Cómo es eso posible? Necesito que averigües, mantenme informado, claro que lo harás, también testificaras y enviaras las fotos, ¿entiendes? —ordenó con voz dura—. ¿Ese es el maldito problema? Felicidades, ahora tu estúpida clínica tiene un nuevo proveedor.Colgó el teléfono y me abrazó, enterré mi rostro en su pecho, aunque el mundo se estuviera derrumbando, si estaba aquí…entre sus fuertes brazos, su aroma penetrando mis fosas nasales y su cuerpo dándome calor, sabría que nada malo me sucedería, todo estaría bien.—Ya saben dónde estoy, solo es cuestión de días para que vengan por mí, por voluntad propia jamás me casaría, pero ellos utilizaran a Emilia…así son, siempre juegan sucio —confesé,
CAPÍTULO 17—¿En dónde estamos? —pregunté, estaba de noche y no podía ver absolutamente nada.Desde la mañana me había dicho que tenía una sorpresa y que debería de estar lista a las ocho de la noche, aunque Emilia quería venir con nosotros, tuvimos que dejarla, por esa razón Adriano le había prometido que pronto tendrían una cita de padre e hija, solos.—Ahora necesito cubrirte los ojos —cada vez me emocionaba más, sacó de su chaqueta una pañoleta y me volteé para que tapara mis ojos—. Ahora espérame, saldré primero.Asentí, sonriendo. No podía imaginar en donde estábamos, solo sabía que estábamos a las afueras de la ciudad.Se tardó varios minutos en abrir la puerta del copiloto, minutos que fueron eternos para mí.—Te tardaste —susurré, sintiendo como su mano agarraba la mía y me jalaba hacia fuera.—Lo siento nena, necesitaba saber si todo estaba listo. Ahora agacha tu cabeza y saca un pie.Eso hice y en segundos ya estaba afuera, mi sonrisa no se borraba del rostro, me sentía muy
CAPÍTULO 18Tanteé la cama, buscando a Adriano, pero no estaba. Fruncí mi ceño y abrí mis ojos, no había ningún ruido en el baño ni en el armario.Tal vez ya está desayunando —pensé, mirando la hora y viendo que, si no me movía cuanto antes, se me haría tarde para alistarme y tener lista a Emilia.Ya llevábamos varios días de casados y habían sido unos de los mejores días de toda mi vida, no los cambiaba por nada, no habíamos tenido nuestra luna de miel por obvias razones en la empresa, así que estaba pospuesta para otro momento, en cuanto vine a vivir a su casa…nuestra casa, me dejo el libre albedrío para decidir sobre toda la decoración, él quería que fuera más hogareña, que tuviera la mano de una mujer y eso hice. Emilia tenía un cuarto aún más grande y la habitación principal era sorprendente, teníamos para cada uno un armario más grande que el de pent-house, el baño era exageradamente grande, todo en esta casa era exagerado y trataba de acostumbrarme.Adriano le hizo un regalo a