CAPÍTULO 17—¿En dónde estamos? —pregunté, estaba de noche y no podía ver absolutamente nada.Desde la mañana me había dicho que tenía una sorpresa y que debería de estar lista a las ocho de la noche, aunque Emilia quería venir con nosotros, tuvimos que dejarla, por esa razón Adriano le había prometido que pronto tendrían una cita de padre e hija, solos.—Ahora necesito cubrirte los ojos —cada vez me emocionaba más, sacó de su chaqueta una pañoleta y me volteé para que tapara mis ojos—. Ahora espérame, saldré primero.Asentí, sonriendo. No podía imaginar en donde estábamos, solo sabía que estábamos a las afueras de la ciudad.Se tardó varios minutos en abrir la puerta del copiloto, minutos que fueron eternos para mí.—Te tardaste —susurré, sintiendo como su mano agarraba la mía y me jalaba hacia fuera.—Lo siento nena, necesitaba saber si todo estaba listo. Ahora agacha tu cabeza y saca un pie.Eso hice y en segundos ya estaba afuera, mi sonrisa no se borraba del rostro, me sentía muy
CAPÍTULO 18Tanteé la cama, buscando a Adriano, pero no estaba. Fruncí mi ceño y abrí mis ojos, no había ningún ruido en el baño ni en el armario.Tal vez ya está desayunando —pensé, mirando la hora y viendo que, si no me movía cuanto antes, se me haría tarde para alistarme y tener lista a Emilia.Ya llevábamos varios días de casados y habían sido unos de los mejores días de toda mi vida, no los cambiaba por nada, no habíamos tenido nuestra luna de miel por obvias razones en la empresa, así que estaba pospuesta para otro momento, en cuanto vine a vivir a su casa…nuestra casa, me dejo el libre albedrío para decidir sobre toda la decoración, él quería que fuera más hogareña, que tuviera la mano de una mujer y eso hice. Emilia tenía un cuarto aún más grande y la habitación principal era sorprendente, teníamos para cada uno un armario más grande que el de pent-house, el baño era exageradamente grande, todo en esta casa era exagerado y trataba de acostumbrarme.Adriano le hizo un regalo a
CAPÍTULO 19POV ADRIANO—Iré a comer con Kristin, ¿vienes?Quité la vista de la pantalla y negué, tenía aún mucho trabajo.—No cariño, tengo algunas cosas por hacer —agarré mi teléfono y le di aviso a Jeremy—. No te alejes de los guardias, por favor.Me levanté y agarré su cintura para atraerla a mí.—Creo que sería mejor quedarme, así comeremos juntos —negué de inmediato—. Pero quiero….—Sé que necesitas hablar con ella, ve y despeja tu mente, que lo que pasó con tu padre en la mañana no te afecte —subí mis manos hasta su rostro y la besé—. Nos vemos en casa.—Está bien, te prepararé algo rico de comer —me besó una última vez y se fue.Llamé a Kylie para que subiera y de nuevo estuve frente a la pantalla, debía de revisar algunos correos, leer varios documentos y lo más importante, dar con quien me estaba robando en mi propia cara.Leves golpes se escucharon en la puerta, segundos después entró Kylie.—Dime por favor que tienes buenas noticias, Ky —pedí suspirando, esto ya me tenía c
CAPÍTULO 20 —¿Por qué no desayunas, cariño? —preguntó Emma.La miré y decidí por preguntarle, tal vez ella sabía algo.—Adriano no vino a dormir, lo llamé y le envié una cantidad de mensajes, pero no responde —expliqué, empezando a preocuparme de nuevo. No había podido dormir—. No sé a quién recurrir para saber dónde está, pues ya sabes que no tengo la mejor relación con sus padres.—Oh cariño —se acercó y me abrazó, lo único que haría era hacerme llorar—. Nada malo ha sucedido, sabes que las malas noticias son las primeras en saberse. Tal vez esta con Joseph, muchas veces cuando salen juntos, uno de ellos no vuelve a casa, todo depende de quien este mas pasado de copas.Me separé un poco y asentí, tal vez eso había sucedido.—Gracias Emma, seguro es eso —sonreí, besé su cabeza y la abracé una última vez. Ella era como una madre para mi. Bajé a Emilia del asiento—. Nos vamos, ten buen día.Salimos de la casa, pero Jeremy no estaba y recordé que su nuevo horario era después del medio
CAPÍTULO 21POV ADRIANO. Bajé rápidamente las escaleras, escuchaba los gritos de Lena atrás de mí, pero, no le prestaba atención, tenía mucha ira, necesitaba descárgala con el maldito de Esteban y enseñarle que a una mujer no se le tocaba, le daría la mayor paliza de su vida.Abría la puerta cuando su mano me agarró del brazo.—¡No lo hagas! ¡por favor no! —gritó, estaba asustada y no paraba de llorar—. ¡Solo quédate conmigo! ¡No salgas!Al verla en ese estado y verme a mí mismo calmarme ante sus suplicas y mirada, logrando dejar a un lado mi odio y la ira que sentía para abrazarla y hacer lo que me pedía, me di cuenta que la amaba con toda mi alma, ella tenia las llaves de mi corazón.—No quiero que estés asustada y mucho menos que llores más —besé su frente—. Tienes que entender que alguien debe de poner en su lugar a ese maldito. No sucederá de nuevo, mira ni siquiera pude hacer algo para evitarlo, cuando me necesitabas no estuve y me hierve la sangre … ¡aaah!Me separé de Lena y
CAPÍTULO 22Oficialmente estábamos en nuestro tercer mes y me fue inevitable no pensar que nuestro trato estaba por terminar, aunque…ya no valía, me había casado con alguien en menos de tres meses, eso era algo impactante, los mismos medios lo decían y algunas personas apostaban que no llegaríamos al año, otros pensaban que solo era una estrategia de marketing y un acuerdo entre las empresas de Adriano y las de mi padre, sí, supieron de quien era hija y todo esto gracias a él. Aun no entendíamos el porqué de revelar mi identidad, pero mi padre era un experto en mover cartas, claramente eso lo beneficiaria, lastimosamente aun no sabía en que.Mi nariz estaba totalmente recuperada y al día siguiente del acontecimiento Esteban fue demandado y su visa rechazada, no podría viajar a Estados Unidos por unos largos años o hasta que yo retirara la demanda, lo que nunca sucedería, con el tema de Emilia…tuvimos que decir la verdad, que Emilia era su hija pero que no estaba capacitado por ser una
CAPÍTULO 22, PARTE 2 Lagrimas silenciosas caían de mi rostro, me dolía que estuviera pensando que me había acostado con esos hombres. ¡No entendía la razón por la que lo decían! Cada palabra suya era una flecha hirviendo a mi corazón.—¡Te juro que no lo hice!—Dime una razón por la que tengo que hacer a un lado todos esos comentarios y afirmaciones…dímela —susurró lo último, era una súplica.—¿No basta con que yo te diga que no es así?—Van cuatro hombres, en una semana serán ¿siete? ¿en un mes cuantos Lena?—Estas siendo tan injusto conmigo —murmuré dolida, sus palabras eran tan crueles—. Lo siento por lo que has tenido que pasar, enserio lo siento y no entiendo porque dijo esas cosas…no me acosté con nadie, es mentira todo lo que dice…yo—¡Lo siento! —gritó, pasando sus manos por su rostro varias veces—. Intento creerte amor, intento hacerlo, pero me hierve la sangre al escuchar a esas personas y me pregunto. ¿Por qué mierda con ellos sí y conmigo no? ¿tuviste una mala experiencia
CAPÍTULO 23Abrí mis ojos levemente, siendo su gran y duro pecho lo primero que mis ojos veían, amaba despertarme de esa forma, entre sus brazos, su aroma penetrando mis fosas nasales, era mi lugar favorito en el mundo.Después del día tan emotivo que tuvimos el día de ayer, nos fuimos a casa y la pasamos con Emilia, jugamos, hicimos postre, vimos películas, pasamos una linda y hermosa tarde en familia, ninguno de los dos volvió a tocar los temas que se hablaron en su oficina, ambos teníamos que procesar todo, ya después nos sentaríamos y hablaríamos con más calma.Pero había algo que no podíamos posponer. Teníamos que hacerlo muy temprano en la mañana y era ir a ver a Nico, moría por conocerlo, estaba tan ansiosa y con mi corazón en la mano, ni siquiera lo conocía, pero ya lo amaba, estaba dispuesta a darle ese amor y ese cariño de una madre que le faltaba. Tenía fe en que pronto despertara y alegra el corazón de su padre.—Buenos días —un susurró ronco y sensual llenó mis oídos.Sub