CAPÍTULO 23Abrí mis ojos levemente, siendo su gran y duro pecho lo primero que mis ojos veían, amaba despertarme de esa forma, entre sus brazos, su aroma penetrando mis fosas nasales, era mi lugar favorito en el mundo.Después del día tan emotivo que tuvimos el día de ayer, nos fuimos a casa y la pasamos con Emilia, jugamos, hicimos postre, vimos películas, pasamos una linda y hermosa tarde en familia, ninguno de los dos volvió a tocar los temas que se hablaron en su oficina, ambos teníamos que procesar todo, ya después nos sentaríamos y hablaríamos con más calma.Pero había algo que no podíamos posponer. Teníamos que hacerlo muy temprano en la mañana y era ir a ver a Nico, moría por conocerlo, estaba tan ansiosa y con mi corazón en la mano, ni siquiera lo conocía, pero ya lo amaba, estaba dispuesta a darle ese amor y ese cariño de una madre que le faltaba. Tenía fe en que pronto despertara y alegra el corazón de su padre.—Buenos días —un susurró ronco y sensual llenó mis oídos.Sub
CAPÍTULO 24Todo mi cuerpo se congelo al escucharla, no sabía que sentir en ese momento, quería que el piso se abriera y de paso me tragara al tener todas las miradas sobre nosotros dos, en especial sobre mí, miradas juzgadoras, ni si quieran me daban el voto de la duda.Jamás en mi vida había sido humillada y lo estaba haciendo ahora por la ex de mi esposo, alguien con el orgullo herido. Volteé a verlo a mi lado, quien mantenía su mirada fija en el escenario, sus manos estaban en puño y supe que lo resolvería de una muy mala manera, me adelante y caminé hacia el escenario.Ella frunció su ceño al verme sonriendo y de paso, caminando hasta ella.—Dame el micrófono —pedí amablemente, aunque de todas maneras se lo quité—. Buenas noches.—Pásame el micrófono —dijo entre dientes.—Bueno, ya que hablaste mentiras sobre mi creo que merezco limpiar mi nombre —expliqué, encogiéndome de hombros—. A veces minimizamos algunos trabajos o los catalogamos como una vergüenza, no debería de ser así.
CAPÍTULO 25Un mes después—Mami… ¿Cu-Cuándo volverá… papi? —preguntó Emilia mientras bostezaba, no había comido prácticamente nada y era algo muy raro en ella.Fruncí mi ceño mientras la observaba fijamente. Adriano tuvo que irse hace una semana aproximadamente por temas de trabajo en Europa, así que yo había estado a cargo de las empresas, lo que significaba que mantenía muy ocupada y casi no pasaba el tiempo suficiente con mi hija. —De hecho —miré el reloj de mi muñeca—. Creo que ya debería de estar llegando a la oficina, en la tarde lo podrás ver amor.Emilia y yo lo extrañábamos demasiado, no podía dormir en las noches sin él y estaba super contenta que esta noche ya estuviera con nosotras.Bostezó de nuevo, parecía como si no hubiera descansado lo suficiente. Ayer cuando había llegado ya estaba durmiendo, así que no quise levantarla, pero estaba diferente.—Emma, ¿todo está bien con Emilia? —le pregunté, aprovechando que aun se encontraba en la cocina—. La veo diferente.—Ayer
CAPÍTULO 26Adriano se había ido sin más, ni siquiera me explicó la razón…solo se fue y por su rostro, sabia que era algo serio… pero ¿qué?Me quedé más tiempo para aprender cómo eran sus terapias y poder hacérselas algunos días cuando estuviera en casa, media hora después Santiago llegó para darme buenas noticias, podría ir a ver a Emilia, así que me despedí de Nicolas y fui hacia el cuarto donde acababan de traerla, era al lado…estarían juntos.—Mami —susurró en cuanto me vio.Corrí abrazarla y mi alma volvió al cuerpo, saber que estaba bien dentro de lo que cabía era un alivio para mí.—Esta dopada, así que en cualquier momento se dormirá —me indicó.—¿Cuánto tiempo dormirá? —quise saber, siempre me daba un poco de temor el que la durmieran.—Tal vez cinco horas —respondió, mirando su reloj—. Emilia esta monitoreada, cualquier cosa que pase con ella, este aparato me avisará…además tendrá una enfermera las 24 hrs.Asentí, relajándome por esa parte.—Me quedaré hasta que se duerma, d
CAPÍTULO 27“Estamos bien” y una mierda, era claro que no lo estábamos y los dos días siguientes sin verlo me lo dejaban saber claramente, aunque solo había estado yendo a casa a cambiarme para de nuevo ir a la clínica a estar con los niños, me enteraba por Emma que él no llegaba a dormir y era donde me preguntaba… ¿en dónde se estaba quedando? Claramente mi mente me juba una mala pasada y pensaba que, con Antonia, algo imposible, pero después recordaba que no me contestaba los mensajes y volvía a considerar esa opción.—Dime que tienes buenas noticias…por favor —supliqué, queriendo escuchar algo bueno en medio de tantos problemas.—Son buenas noticias —afirmó sonriente, yo también lo hice y por primera vez en los días que mi pequeña llevaba en la clínica, pude respirar tranquila.—Soy todo oídos —exclamé ansiosa.—Emilia ha respondido muy bien al tratamiento, ya está todo controlado, puede irse ahora mismo.—¿Y su cirugía? —inquirí—. ¿Qué pasara con las diálisis?—Si haremos la cirug
CAPÍTULO 28De repente me sentí muy cansada, así que estuve varios minutos en su oficina, guardaba la esperanza de que volviera, pero él no lo había hecho. Ahora mi única opción era esperar a que mi padre enviara las fotos, pero, aun no creía en él, seguía pensando que todo esto era un plan suyo y de Esteban, no podía bajar a guardia o saldría perdiendo.Esto lo tomaría como una prueba, si cumplía con su palabra entonces creería que en verdad renunció a la idea de que me casara con Esteban.—Adriano, creo que no es bueno… —volteé a ver a Kylie, quien había entrado de repente—. Oh lo siento Lena, pensé que Adriano estaba…yo…creo que volveré después.—No espera, no tienes que irte —dije, señalando el mueble en frente de mí. Asintió y vino hasta acá—. Gracias, me gustaría saber lo que estabas por decirle a Adriano…claro, si puedo saberlo.—Sé que están teniendo problemas por tu nombre y firma en las autorizaciones, quiero decirte de antemano que sé que eres inocente y Adriano también…sol
CAPÍTULO 29—¿Qué hace ella aquí? —fue lo primero que preguntó.—Basta —ordenó Adriano—. No quiero que empieces mamá, ella está aquí porque es mi esposa y la madre de Nico.Que de sus labios salieran esas palabras, me habían llegado al corazón. Fue inevitable que no sonriera.La madre de Nico.Sonaba muchísimo mejor que en mi mente.—Tiene que acostumbrarse —dije.Si las miradas tuvieran poder, yo estuviera muerta sin duda. Pensé que se iría, pero se acercó a ellos y cargó a Nico entre sus brazos mientras susurraba algunas cosas en su oído, se veía que lo amaba demasiado.—Tu padre estaba en un viaje de negocios, en cuanto terminé volara hacia acá e igual Richard y Loren, estaban tan emocionados —le comentaba a Adriano, quien lo único que hacía era asentir, toda su atención la tenía Nico. —Lamento dañarles el momento, pero debo llevarme Nico para realizar algunos exámenes y pruebas, necesitamos en qué estado se encuentra y saber si todo marcha bien con su cerebro.—¿Puedo estar con
CAPÍTULO 30Revisé nuevamente la dirección que me había dado mi hermano Andrés, rectificando que era la correcta. No se me hacía raro que hubiera comprado una mansión para su estadía en el país, odiaba quedarse por mucho tiempo en hoteles.Me acerqué al intercomunicador que estaba en la pared y presioné el botón.—Papá, abre las puertas…necesitamos hablar —dije seriamente. sabía por mi hermano que se encontraba aquí, así que no me iría hasta que abriera las malditas puertas.Pasaron varios minutos hasta que se abrieron, volteé a ver al Uber y asentí, confirmándole lo que habíamos hablado justo antes de que me bajara. Si yo no llegaba a salir en veinte minutos, él llamaría al número de Adriano y le comentaría todo, aparte también llamaría a la policía. Debía que ser muy precavida cuando se trataba de Miller.Era un largo camino de la entrada a la casa, así que me tardé varios minutos en llegar, cuando lo hice él ya me esperaba en la puerta. Tenía un traje, lo que me hizo saber que no t