Gabriela estaba almorzando, hacer cosas tan simples en su estado era realmente complicado, su brazo derecho estaba incapacitado. Soltó un suspiro de frustración, escuchó una risita divertida, levantó la cabeza y observó a Andrew. —Se nota que te está costando adaptarte, no es así.—Es horrible. —Tranquila, yo te ayudo. La joven negó con la cabeza, pero Andrew no le prestó atención y tomó la cuchara para alimentarla. Se sentía pena, iba a ser alimentado como un bebé. —Esto es vergonzoso. Andrew sonrió de una manera tan dulce que hizo que el corazón de Gabriela empezara a latir con más fuerza. ¿Cómo podía verse tan lindo haciendo algo tan común? —Abre la boca. —Puedes callarte y solo ayudarme. —Lo lamento, pero te ves tan linda. Gabriela negó con la cabeza, ella no quería parecerle linda, quería gustarle. —Tengo un brazo roto, eso te parece lindo. —No, tu rostro —respondió con total tranquilidad. El rostro de Gabriela se volvió rojo como un tomate, y se levantó de su asie
Sofía fue directamente A la oficina de su tío. Su primo se asustó al verla, jamás pensó que iría, mucho menos acompañada de tantas personas.—Necesito revisar las cámaras de seguridad, puede que haya estado aquí, eso me dará una pista.El joven la guio a la habitación indicada, los hombres se hicieron cargo de buscar, pero no había nada.No había pasado por la oficina el día de su desaparición.—¿Crees que le haya pasado algo malo?—Está bien, no te preocupes.Sofía abandonó el lugar, le había avisado a su esposo, iba a necesitar toda la ayuda posible.Recibió un mensaje de su esposo; no había rastro de su tío en ningún lugar. Estaba algo impaciente, de seguro su prima tampoco había tenido éxito. Darío conducía lentamente por las calles de la ciudad, debía de encontrar a Erick. Lo hacía para ayudar a su esposa, ya que la había escuchado muy preocupada. Era el abogado de Pablo, como había sucedido.Se detuvo a las afueras de la mansión de la familia Clark, bajó del auto, iba a llama
Erick recibió otro golpe en el rostro, escupió sangre; de seguro estaba irreconocible con tantos golpes.Pero pensaba morir con honor si era que existía algo como eso; estaba pagando por sus errores. —Estás cansado de tanto golpear a un hombre indefenso, nunca me caíste bien, no sé qué diablo miró mi sobrina en ti, un hombre de la peor calaña, bueno, quizás estaba ciega la pobre en ese momento, que tomó lo primero que se le cruzó en el camino. Pablo le dio un golpe en el abdomen al hombre, quien cayó al suelo, agonizando de dolor prácticamente. —Cállate, me tienes harto. Erick se río por lo bajo, sentía el sabor de la sangre en su boca; de todos modos iba a morir, daba igual lo que decía. —Te molesta que te diga la verdad eso es lo que pasa, Sofía fue buena, y tú lo arruinaste, si ella recupera su herencia, tú no tienes a donde ir, intentaste destruirla, pero el destruido serás tú, recuerda mis palabras cuando salga en todo los diarios su nombre como la legítima heredera de la fo
Sofía despertó algo tarde, miró el reloj en su habitación, eran las 9 de la mañana, tomó un baño y bajó las escaleras. Al llegar a la sala de estar, observó a su prima; tenía varias maletas.—Estaba esperando a que despertarás. Iré a casa de mi madre. Me necesita, debo de ayudarla con la búsqueda. Lo publiqué en las redes sociales, quizás alguien lo haya visto. La ciudad es grande y hay muchas personas, no pienso darme por vencida, es el segundo día y no he sabido nada de él.—Tranquila, no tienes que darme explicaciones. Te entiendo, estaré ayudándote a buscarlo. No te preocupes, todo saldrá bien.Sofía le solicitó a su chófer llevar a la joven a casa.Se sentó en el sofá, sintiéndose una persona inútil; había tratado de ayudar sin lograr nada.Andrew detuvo su coche frente al edificio de la familia Clark. Tenía que sacarse la maldita duda, no podía permitir que su amiga siguiera sufriendo.De su hermano se podía esperar cualquier cosa, ingresó al edificio y fue detenido por un gua
—Lo que digo no es una mentira, cariño, tú no tienes dinero y ellos tampoco, viven aquí arrimados, mi hijo se tiene que hacer cargo de todo, como si no tuviera suficiente con todos los gastos excesivos. Patricia se cruzó de brazos y miró a su esposo, quien no había dicho ni una sola palabra para defenderla.—¿No piensas decir nada? —le reprochó a Pablo. —Mi madre tiene razón, has estado gastando mucho dinero últimamente, zapatos, bolsos, cosas innecesarias.Patricia apretó los puños con fuerza, ella lo había ayudado, ahora le dolía que gastara algo de dinero.—Si no fuera por mí, no tendrías nada, deberías de defenderme, no estar de acuerdo con tu madre.—La mansión es mía, no se la voy a dar a nadie, el lugar es grande, podemos vivir todos aquí, ¿estás contenta? —Yo no, como tu madre te exijo que saques a esas personas, no me siento cómoda —habló la mujer nuevamente.Patricia estaba a punto de explotar, le parecía una falta de respeto lo que había dicho la mujer.—Creo que olvida
Sofía terminó de desayunar, debía de continuar ayudando a su prima con la búsqueda.Había pasado cuatro días exactamente, no había ningún tipo de noticia, su tío seguía desaparecido.La policía no estaba ayudando demasiado, era consciente de que no se trataba de un secuestro.Estaba segura de que no había abandonado la ciudad, ni por aire, ni por tierra, ni por mar.¿Dónde estaba?Subió a su auto, el chófer empezó a conducir, el portón fue abierto, estaba realmente angustiada. Elena era lo único que la mantenía con los pies en la tierra. Un coche les bloqueó el paso. Observo cómo las puertas se abrieron, los hombres estaban encapuchados, lanzaron a alguien al suelo y se marcharon rápidamente.Sus guardaespaldas le pidieron que no se bajara, pero en algunas ocasiones era terca, se bajó sin pensarlo.Uno de los hombres la tomó del brazo para evitar que se acercara al cadáver, pero ella se soltó hábilmente.Se acercó al cuerpo en el suelo, su corazón se detuvo por un segundo.Pudo reco
—Felicidades, Señora Clark, está usted embarazada —hablo la doctora con emoción en su voz. Sofía se quedó sin palabras por unos segundos. Tenía dos años de estar casada con el hombre que ama y por fin había quedado embarazada, la emoción invadía todo su ser. —No puedo creerlo, doctora —exclamo la mujer emocionada —mi esposo estará muy feliz, esto será como un regalo para él, hoy es su cumpleaños. —Bueno, entonces no la atraso más, señora Clark. —Gracias doctora. Sofía salió prácticamente corriendo de la clínica, tenía una mezcla de emociones en su interior, iba a ser mamá, un pequeño ser crecía dentro de ella. Subió a su coche y empezó a conducir, no podía dejar de sonreír, ya no estaría sola, si pequeño la acompañaría a todos lados. Se detuvo por un momento, no sabía cómo darle la noticia a su esposo, continuó avanzando, eso no era tan importante después de todo. Al fin serían una familia de tres, era una lástima que sus padres no estuvieran allí para compartir su felicidad
—Unos hombres intentan asesinarme, estoy aterrada.—Guarde la calma —le responde la mujer del otro lado de la línea —¿dónde se encuentra?Intentó acelerar, pero el conductor del otro auto volvió a golpear su coche y esta vez perdió el control, el coche se precipitó por el barranco, dando vueltas en el aire.En el proceso se golpeó la cabeza, estaba algo mareada, pronto todo quedó en silencio de nuevo, todavía podía moverse, pero el dolor en su cuerpo era espantoso. Lucharía con todo lo que tenía por su vida, no quería morir, no allí, no de esa manera.Salió de las latas retorcidas con mucha dificultad, se arrastró unos metros. Era de noche y hacía demasiado frío, lágrimas gruesas rodaron por su mejilla, rogaba por su vida, quería otra oportunidad, para arreglar todo y cobrar venganza. Escuchó una fuerte explosión cerca de ella, se giró y observó el auto arder en llamas, eso había estado demasiado cerca, todo su cuerpo palpita de dolor.Trató de levantarse del suelo sin éxito, estab