Una sonrisa siniestra asomo en los labios del hombre dentro del auto. Había conseguido lo que quería. Su exesposa se veía muy afectada por la aparición del cadáver frente a su mansión. Había dejado una nota para despistar a la policía, no quería que sospecharan de él, eso no sería bueno. —Esa estúpida, pensó que podía hacerme frente, pero eso nunca sucederá. Soy más listo y más despiadado que ella, pobrecilla, parecía que iba a colapsar en ese mismo instante. Debe de doler ver a alguien de tu familia en ese estado, con los sesos prácticamente por fuera. Observo cómo la policía se hacía presente al lugar, la prensa no podía faltar, obviamente sería la noticia de la semana. ¡Estaba satisfecho! Perdió el interés en el asunto y volvió la mirada al celular en sus manos; de seguro, los policías iban a fastidiar con preguntas innecesarias. Observó las fotos de su amada esposa, parecía estar pasándola muy bien con su dinero. Si Patricia seguía comportándose de esa manera tan vergonzos
Gabriela no paraba de llorar, estaba destrozada, se sentía terrible. No había podido reconciliarse con su padre, ambos estaban disgustados, no veían las cosas de la misma manera. Pero en ese momento, nada importaba, deseaba solo un minuto con su padre. A pesar de todo, era su padre y ella lo amaba, incluso se había descompensado cuando recibió la noticia. Si no fuera por Andrew, ella estaría perdida. Se secó las lágrimas y se levantó del sofá, debía de ayudar a su madre con el velorio y sepelioTenía que ser fuerte por su madre y su hermano, ella era el pilar de la familia en ese momento. Andrew la estaba acompañando, había ido a reconocer el cuerpo, fue horrible, no podía dejar de pensar en eso. —¿Necesitas algo más? Puedo quedarme si lo necesitas. Negó con la cabeza, iba a encontrar a la persona culpable de asesinar a su padre. —Lo siento mucho, tu padre no era una mala persona, simplemente eligió mal a sus amigos. —Lo sé, solo intentaba protegernos, lo juzgué tan duramente
Sofía bajó las escaleras lentamente, había pasado tiempo encerrada en su habitación sin ánimos de ver a nadie. Pero ese día era el velorio de su tío, no podía faltar, se había hecho cargo de los gastos. Bajo las escaleras, encontrándose con dos oficiales, su esposo le dedicó una mirada de disculpa. Habían sido días realmente difíciles, pero debía de ser fuerte, por el bien de todos. —Señora Clark, me alegro de que esté bien, necesito su declaración, solo tomará un momento. Sofía respiró profundamente, se sentó en el sofá y contó lo que había sucedido aquella mañana. No podía dejar de llorar mientras relataba lo sucedido; había sido horrible. Sus manos temblaban, su esposo se acercó y la abrazó con fuerza, sabía lo mucho que estaba sufriendo. —Iban, encapuchados, no vi sus rostros, es todo lo que sé. El oficial anotó cada detalle. —¿Hay cámaras a las afueras del lugar?—Efectivamente oficial, pueden tener acceso a las grabaciones si así lo desean —respondió Darío. Los oficia
La brisa soplaba revolviendo el cabello de los presentes; Sofía se mantenía de pie al lado de Gabriela.La observó caer de rodillas al suelo, Andrew se hizo cargo, ocultó su rostro en el pecho de su esposo y lloró desconsoladamente.El adiós era la parte más difícil de la vida, nunca más volvería a ver a su tío, nunca podría disculparse con él y arreglar las cosas. El tiempo no había estado a su favor; ese dolor estaba consumiendo su interior. A lo lejos observo a la madre de Patricia. Esa mujer no debía de estar allí, no eran más que personas hipócritas.Cuando todo terminó, las personas empezaron a abandonar el lugar.Andrew levantó a Gabriela en sus brazos y la llevó al auto.—Ese día, en la fiesta, me pidió que cuidara de Gaby. Él sabía que las cosas no estaban bien; si me hubiera pedido ayuda, nada de esto habría sucedido.—No te tortures, amor, con el tiempo dejará de doler, vas a superarlo, eres una mujer fuerte, ya lo has demostrado.Patricia estaba en su auto esperando a su
Avanzó rápidamente por los pasillos, se detuvo frente a la habitación indicada.Abrió la puerta, su amigo estaba sentado en el sofá, parecía estar algo cansado.—Qué bueno que viniste, está descansando, le di un sedante, te la puedes llevar por la mañana, en cuanto despierte.—¿Qué sucedió?Carlo le mostró una bolsa, la tomó y sacó el contenido. Era una copia de las fotografías que habían llegado a su oficina.Eso lo hizo enojar, pero además de eso había una pequeña caja, la abrió y quedó perplejo por un momento.La volvió a cerrar, había una nota, con una amenaza igual que la anterior.—Deberías de llamar a la policía y entregarle eso, estoy casi seguro de que ese dedo le perteneció al tío de Sofía, mira, incluso tiene el anillo de matrimonio, al ver eso entendí por qué su esposa había llegado inconsciente.Darío soltó un suspiro pesado. Él debía de cuidar de su esposa y no estaba haciendo bien su trabajo, eso en realidad le molestaba.Llamó a los oficiales, les entregó la bolsa, ell
La brisa soplaba con fuerza, colándose en la silenciosa habitación y revolviendo el cabello de la hermosa joven acosada en la camilla. Andrew se acercó y cerró la ventana rápidamente, siempre estaba pendiente de su tía. Entre más días pasaban, la esperanza de la familia, iba disminuyendo. Se podían notar los estragos del tiempo en el cuerpo de la mujer. Estaba más delgada y pálida. Se acercó a la joven para asegurarse de que todo estuviera bien. Le dio un beso en la frente. —Todo es un desastre, te necesitamos, cuidar de la empresa familiar no es algo que me agrade sabes, vivir entre cuatro paredes con miles de documentos, simplemente no es lo mío, eso te quedaría bien a ti, los números y reuniones importantes con gente fina —sonrió débilmente —soy un desastre en los negocios, pero Darío me necesita y no puedo darle la espalda, pronto será el cumpleaños de Elena, me gustaría que estuvieras con nosotros, los bebés crecen muy rápido. Tomó la mano de su tía, ella seguía sin desper
Continuó avanzando, era un callejón sin salida. Él conocía muy bien el lugar, su antigua vida lo requería así.—No tienes a dónde escapar, deberías salir de tu escondite y darme la información que necesito —habló mientras caminaba lentamente.Escuchó pasos alejándose, una sonrisa asomó en sus labios, disparó dos veces al aire.Escuchó cómo se detuvo en seco, dobló a la izquierda y observó al hombre, tenía una mano en el abdomen.—Piensas decirme lo que necesito.—Si te lo digo, estoy muerto. Si lo hago, el resultado será el mismo, ¿cuál es la diferencia?Andrew estaba decidido a obtener lo que quería. —Si me das lo que necesito, te dejaré ir.El hombre negó con la cabeza, era consciente de que si hablaba, su muerte sería espantosa.—Él la quiere muerta y hará lo que sea para lograrlo, enviará a otro, no lo dudes.—Dame lo que necesito o vas a terminar muerto.—Ya estoy muerto y lo sabes.Observó al hombre levantar el arma y pegarse un tiro en la cabeza; eso lo tomó por sorpresa.El c
—Sí, su hijo es muy orgulloso, jamás le diría nada, pero yo no puedo vivir de esa manera tan miserable, pertenecemos a la familia Allen.El anciano se quedó en silencio por unos segundos, era consciente de que su hijo estaba molesto, no le pediría nada, así estuviera muriéndose, pero su nuera no era igual.Ella no estaba acostumbrada a vivir sin dinero ni lujos, estaba acostumbrada a la buena vida.—Tu hijo tiene suficiente dinero. —Lo sé, pero tengo que compartir la mansión con la familia de su esposa, eso es realmente molesto, no quiero vivir con esas personas sin clase, no son como nosotros. El hombre conocía lo orgullosa que era la Mariana; no cualquiera podía vivir al lado de esa mujer. —Te daré lo que quieras, pero habla con tu hijo, si está dispuesto a devolverle a Sofía su herencia. Haré lo que me pides: una mansión y suficiente dinero para que vivas el resto de tu vida; quiero evitar que nuestra familia esté en boca de todos por algo tan retorcido como esto. La mujer se c