Avanzó rápidamente por los pasillos, se detuvo frente a la habitación indicada.Abrió la puerta, su amigo estaba sentado en el sofá, parecía estar algo cansado.—Qué bueno que viniste, está descansando, le di un sedante, te la puedes llevar por la mañana, en cuanto despierte.—¿Qué sucedió?Carlo le mostró una bolsa, la tomó y sacó el contenido. Era una copia de las fotografías que habían llegado a su oficina.Eso lo hizo enojar, pero además de eso había una pequeña caja, la abrió y quedó perplejo por un momento.La volvió a cerrar, había una nota, con una amenaza igual que la anterior.—Deberías de llamar a la policía y entregarle eso, estoy casi seguro de que ese dedo le perteneció al tío de Sofía, mira, incluso tiene el anillo de matrimonio, al ver eso entendí por qué su esposa había llegado inconsciente.Darío soltó un suspiro pesado. Él debía de cuidar de su esposa y no estaba haciendo bien su trabajo, eso en realidad le molestaba.Llamó a los oficiales, les entregó la bolsa, ell
La brisa soplaba con fuerza, colándose en la silenciosa habitación y revolviendo el cabello de la hermosa joven acosada en la camilla. Andrew se acercó y cerró la ventana rápidamente, siempre estaba pendiente de su tía. Entre más días pasaban, la esperanza de la familia, iba disminuyendo. Se podían notar los estragos del tiempo en el cuerpo de la mujer. Estaba más delgada y pálida. Se acercó a la joven para asegurarse de que todo estuviera bien. Le dio un beso en la frente. —Todo es un desastre, te necesitamos, cuidar de la empresa familiar no es algo que me agrade sabes, vivir entre cuatro paredes con miles de documentos, simplemente no es lo mío, eso te quedaría bien a ti, los números y reuniones importantes con gente fina —sonrió débilmente —soy un desastre en los negocios, pero Darío me necesita y no puedo darle la espalda, pronto será el cumpleaños de Elena, me gustaría que estuvieras con nosotros, los bebés crecen muy rápido. Tomó la mano de su tía, ella seguía sin desper
Continuó avanzando, era un callejón sin salida. Él conocía muy bien el lugar, su antigua vida lo requería así.—No tienes a dónde escapar, deberías salir de tu escondite y darme la información que necesito —habló mientras caminaba lentamente.Escuchó pasos alejándose, una sonrisa asomó en sus labios, disparó dos veces al aire.Escuchó cómo se detuvo en seco, dobló a la izquierda y observó al hombre, tenía una mano en el abdomen.—Piensas decirme lo que necesito.—Si te lo digo, estoy muerto. Si lo hago, el resultado será el mismo, ¿cuál es la diferencia?Andrew estaba decidido a obtener lo que quería. —Si me das lo que necesito, te dejaré ir.El hombre negó con la cabeza, era consciente de que si hablaba, su muerte sería espantosa.—Él la quiere muerta y hará lo que sea para lograrlo, enviará a otro, no lo dudes.—Dame lo que necesito o vas a terminar muerto.—Ya estoy muerto y lo sabes.Observó al hombre levantar el arma y pegarse un tiro en la cabeza; eso lo tomó por sorpresa.El c
—Sí, su hijo es muy orgulloso, jamás le diría nada, pero yo no puedo vivir de esa manera tan miserable, pertenecemos a la familia Allen.El anciano se quedó en silencio por unos segundos, era consciente de que su hijo estaba molesto, no le pediría nada, así estuviera muriéndose, pero su nuera no era igual.Ella no estaba acostumbrada a vivir sin dinero ni lujos, estaba acostumbrada a la buena vida.—Tu hijo tiene suficiente dinero. —Lo sé, pero tengo que compartir la mansión con la familia de su esposa, eso es realmente molesto, no quiero vivir con esas personas sin clase, no son como nosotros. El hombre conocía lo orgullosa que era la Mariana; no cualquiera podía vivir al lado de esa mujer. —Te daré lo que quieras, pero habla con tu hijo, si está dispuesto a devolverle a Sofía su herencia. Haré lo que me pides: una mansión y suficiente dinero para que vivas el resto de tu vida; quiero evitar que nuestra familia esté en boca de todos por algo tan retorcido como esto. La mujer se c
—Felicidades, Señora Clark, está usted embarazada —hablo la doctora con emoción en su voz. Sofía se quedó sin palabras por unos segundos. Tenía dos años de estar casada con el hombre que ama y por fin había quedado embarazada, la emoción invadía todo su ser. —No puedo creerlo, doctora —exclamo la mujer emocionada —mi esposo estará muy feliz, esto será como un regalo para él, hoy es su cumpleaños. —Bueno, entonces no la atraso más, señora Clark. —Gracias doctora. Sofía salió prácticamente corriendo de la clínica, tenía una mezcla de emociones en su interior, iba a ser mamá, un pequeño ser crecía dentro de ella. Subió a su coche y empezó a conducir, no podía dejar de sonreír, ya no estaría sola, si pequeño la acompañaría a todos lados. Se detuvo por un momento, no sabía cómo darle la noticia a su esposo, continuó avanzando, eso no era tan importante después de todo. Al fin serían una familia de tres, era una lástima que sus padres no estuvieran allí para compartir su felicidad
—Unos hombres intentan asesinarme, estoy aterrada.—Guarde la calma —le responde la mujer del otro lado de la línea —¿dónde se encuentra?Intentó acelerar, pero el conductor del otro auto volvió a golpear su coche y esta vez perdió el control, el coche se precipitó por el barranco, dando vueltas en el aire.En el proceso se golpeó la cabeza, estaba algo mareada, pronto todo quedó en silencio de nuevo, todavía podía moverse, pero el dolor en su cuerpo era espantoso. Lucharía con todo lo que tenía por su vida, no quería morir, no allí, no de esa manera.Salió de las latas retorcidas con mucha dificultad, se arrastró unos metros. Era de noche y hacía demasiado frío, lágrimas gruesas rodaron por su mejilla, rogaba por su vida, quería otra oportunidad, para arreglar todo y cobrar venganza. Escuchó una fuerte explosión cerca de ella, se giró y observó el auto arder en llamas, eso había estado demasiado cerca, todo su cuerpo palpita de dolor.Trató de levantarse del suelo sin éxito, estab
—Al hospital no, él va a matarme — ella agarró la esquina del traje del hombre y murmuró —me quiere muerta. —¿Quién te quiere muerta? —preguntó rápidamente. Darío observó a la mujer perder el conocimiento, eso lo alarmo, se veía muy mal. —¡¿Va a morir?! —el conductor gritó aterrado. —¡Cállate y conduce! El chófer iba a toda velocidad rezando para que la mujer no muriera en el coche, era muy supersticioso, además de miedoso. —Señor, dígame que esa mujer todavía respira. —Sí, date prisa, se ve muy mal. Tomó su celular y llamó a su amigo para que estuviera preparado. Él podría ayudarla, era el mejor médico de la ciudad. El conductor aceleró al máximo, la clínica del señor Carlo estaba cerca, después de unos minutos llegaron al lugar indicado. Darío bajó con la mujer en sus brazos y corrió al interior del lugar donde lo esperaba una enfermera junto a su amigo, colocó a la chica en la camilla y ellos se la llevaron. Tenía sangre en la ropa y casi le hizo vomitar, od
—Maldito asesino, no solo mataste a tu esposa, sino también a tu propio hijo, eres un monstruo.Pablo trató de calmarse, él nunca quiso tener hijos con su esposa, lo único bueno era que ella estaba muerta.—Yo no la maté, ella provocó su muerte. Si sabes lo que te conviene, será mejor que cierres tu maldita boca —le advirtió.Gabriela lo miró como si quisiera matarlo, pero no era rival para Pablo; lo sabía a la perfección.—¿Es una amenaza? —preguntó con sin miedo. —Tómalo, como quieras —respondió el hombre.—Buscaré la verdad, no me importa cuánto tiempo me tomé —le advirtió la joven entre lágrimas.Mientras en el otro lado—Miró las noticias, jefe. Sofía Clark se suicidó, su cuerpo fue descubierto esta mañana por su esposo —habló John mirando al jefe.Darío levantó la vista, en ese momento tenía las respuestas que necesitaba. El cuerpo que estaba en la mansión no era de Sofía; algo realmente oscuro sucedía en ese lugar.—¿Estás seguro de lo que dices?—Su sobrino, dio una conferenc