Capítulo 96HelenaEl regreso a casa transcurrió de la mejor manera y llegamos con bien a casa, en el aeropuerto Santiago y yo recogimos las maletas y en el momento que nos dirigíamos ya con nuestro equipaje a la salida, escuchamos una voz muy familiar para ambos.–Papi, mami, vine por ustedes.Unos pequeños pasos y una hermosa niña se dejó ver entre la multitud de gente del aeropuerto, ella corrió a nuestros brazos, lo que provocó que Santiago y yo tiráramos las maletas al suelo para cargar y abrazar a nuestra hija que había ido a recibirnos, la vimos sola que nos preguntábamos quién la había llevado.–Hola, mi amor, te ves hermosa hija. Te hemos extrañado mucho.Estaba llena de vitalidad, Julieta era la luz que iluminaba nuestro camino, ella era la protagonista principal de nuestra historia, sin ella no seriamos nada. Estaríamos cada quien con su vida por otras partes. –Yo también a ustedes, los quiero papitos. Ahora sí, ya vamos a vivir para siempre solo nosotros tres juntos.–Sí,
Capítulo 97SantiagoEl fin de semana previo a que entrara Julieta a la primaria lo disfrutamos enormemente como familia, divirtiéndonos, jugando y nos fuimos de pícnic a la playa. Helena se acostó a leer el periódico en lo que Julieta y yo jugábamos a levantar un castillo de arena.–Papi, no es justo que apenas lo vamos armando y viene el mar y lo derrumba.Estábamos muy cerca de la orilla de la playa y por consiguiente cuando llegaba una ola mucho más alta de lo habitual, y cuando llegaba esa onda, derribaba lo que ya estaba armado.–Así son estas cosas hija, no podemos hacer nada para evitar que venga el mar.–Ya sé, vamos a hacer una barrera protectora.Disfrutaba mucho ver como mi hija a su corta edad, ya buscaba soluciones para los problemas que se presentaban como eso que dijo de hacer una barrera para evitar que el mar nos derribara el castillo.–Papi, es que no me gusta que el mar nos eche a perder todo nuestro esfuerzo. No me gusta.–Mi amor, no pasa nada. Pasaremos todo el
Capítulo 98SantiagoHelena y yo fuimos juntos a acostar a nuestra bellísima Julieta en su cama, nuestra hija se veía hermosa ya preparada para dormir y había preparado con mucha dedicación su mochila para la primaria, eso me gustaba mucho que desde ahora ella estuviera preparada y con ganas de ir a atender sus obligaciones.–Buenas noches, mi amor. Mañana tienes que madrugar para ir a la primaria.Estaba encantado con el progreso que había notado en Julieta, era una niña muy responsable, pues no era de las que se quedara despierta hasta altas horas de la noche, por eso habíamos implementado un horario para sus actividades.–Buenas noches, papi y mami.Le dimos un beso a nuestra hija y nos salimos de su habitación, apagamos su luz y la dejamos dormir, ella tenía que descansar y muy bien, ya que en la primaria entraba más temprano que en el kínder.–Santiago, eres muy buen padre con Julieta y me imagino que el tiempo que no estuve con ustedes, la pasaron muy difícil.De eso que no le c
Capítulo 99SantiagoMi vida con Helena estaba siendo mejor de lo que yo podía esperar, ella estaba muy involucrada de nuevo en su tienda de regalos y seguía yendo al grupo de ayuda que Alicia le había recomendado, yo por mi lado seguía yendo también a terapias y nuestra vida familiar iba demasiado bien, tan era de esa forma que me sentí fuera de lugar un día que me llamaron de la primaria de Julieta.–Primo, te llaman de la primaria de Julieta. Me han dicho que es urgente que tomes la llamada. No han podido contactar con Helena.Pasaron cientos de cosas por mi cabeza en ese instante varias de ellas eran devastadoras, un sudor se apoderó de mí pensando que le pudo pasar algo a mi hija y si era de esa manera, saldría como loco a buscar a Helena para ir con ella.–Gracias, primo, si tomaré la llamada.Esperaba que nada malo le haya pasado a nuestra hija, ni yo ni Helena estábamos preparados si algo así llegara a pasar, Julieta, debía estar bien, debe ser para otra cosa, así que tomé air
Capítulo 100HelenaSantiago sonaba demasiado alarmado y en esos casos eso no estaba bien, conseguía alarmarme a mí también pensando que Julieta pudiera haber cometido algo malo en la escuela o que tuvo que pasar un problema grande. Las personas no te citan en la escuela por nada, eso siempre lo decía mamá cuando la llamaban por Kelly.Llegué a la escuela de nuestra hija y Santiago no estaba, lo tuve que esperar un poco y lo bueno es que teníamos tiempo. Aún no era la hora de la salida y él justamente iba llegando, éramos muy puntuales los dos.–Hola, mi amor. Me ganaste.–Hola, amor. Sí, te he ganado, pero no te preocupes. Aún no salen de clases y tenemos tiempo para entrar.Santiago y yo nos saludamos de abrazo y de beso, estábamos muy unidos y eso me gustaba. Parecíamos una pareja sólida desde hace muchos años, siendo que teníamos relativamente poco de haber llegado a donde estamos ahora.–Señores Treviño, les abriré la puerta para que pasen. La directora me envió para que viera si
Capítulo 101SantiagoHelena y yo esperamos ese día a que Julieta saliera de la escuela. Ella corrió muy amorosa a mis brazos, yo encantado, la recibí y la abracé como siempre lo hacía. Helena es la que estaba muy seria, no le había parecido nada el motivo por el que fuimos citados en la escuela.–Papito, ya quería verte. Ya no quiero venir a esta fea escuela.Lo que acababa de decir Julieta, confirmaba lo que nos había dicho la directora, nuestra hija era la que se estaba expresando mal de la escuela. –Hola, mi amor, no te preocupes, ya lo hablaremos en casa. Saluda a tu mamita, ella también vino por ti.–Hola, mamita.Julieta abrazó a Helena y mi esposa no le respondió el saludo a nuestra hija, un gesto que a mí no me gustó para nada. Está bien que Julieta estuviera comportándose mal, pero es solo una pequeña niña, Helena, estaba enojada, pero no era para tanto.–Hola, hija, Santiago vete con Julieta a casa. Tengo que volver a la tienda para encargarme de algo y en un rato yo los a
Capítulo 102HelenaSantiago parecía ser inmune a las groserías de Julieta, eso era el colmo. Me cayó mal que no le dijera nada y que la dejara abandonar la mesa, como si hubiera cometido algo muy gracioso o digno de admirarse.–Helena, no debiste decir eso. Quedamos en hablar con ella y tú ya estás yéndote muy lejos con eso de la psicóloga infantil. Tenemos que aprender a escuchar a Julieta.Por supuesto que la íbamos a escuchar, pero no íbamos a aprobar esa clase de comportamiento, nunca jamás se había comportado de esta manera, era una grosería lo que hizo.–Estoy de acuerdo en eso, pero date cuenta Santiago como se ha comportado y si estos berrinches persisten, Julieta no tendrá cabida en ninguna escuela.–Tenemos que dialogar primero con ella, no podemos imponerle ir a ver a ninguna psicóloga. Quedamos en una cosa y te pido que la respetemos, por favor. Me quedé callada, Santiago tenía razón y debíamos hablar primero con Julieta, pero en el plan que se encontraba nuestra hija, e
Capítulo 103HelenaSantiago y yo tuvimos una plática a conciencia con Julieta y ella se comportó muy a la defensiva, nos preocupamos demasiado por su actitud que nunca había tenido anteriormente. Nuestra hija, ya no quiso comer nada ese día y Santiago y yo la dejamos tranquila en su habitación por el resto del día, pero yo no estaba tranquila. No quería que mi hija, siguiera teniendo problemas en la escuela.–Helena, sé lo que estás pensando y no te culpo. Ya es tarde, vamos a dormir.Pues ya no podíamos hacer otra cosa, Julieta, se estaba encaminado por ese lado que no nos gustaba a ninguno de los dos.–Descansemos mi amor, ha sido un día demasiado largo.–Mañana todo va a estar mucho mejor.En la mañana, cuando desayunamos, le recordamos de nuevo a Julieta que debía de comportarse bien en la escuela y ella accedió. Santiago y yo nos sentíamos más tranquilos y la fuimos a llevar juntos a la escuela, para que no sintiera que estábamos enojados con ella.Julieta entró y se quedó a su