Capítulo 100HelenaSantiago sonaba demasiado alarmado y en esos casos eso no estaba bien, conseguía alarmarme a mí también pensando que Julieta pudiera haber cometido algo malo en la escuela o que tuvo que pasar un problema grande. Las personas no te citan en la escuela por nada, eso siempre lo decía mamá cuando la llamaban por Kelly.Llegué a la escuela de nuestra hija y Santiago no estaba, lo tuve que esperar un poco y lo bueno es que teníamos tiempo. Aún no era la hora de la salida y él justamente iba llegando, éramos muy puntuales los dos.–Hola, mi amor. Me ganaste.–Hola, amor. Sí, te he ganado, pero no te preocupes. Aún no salen de clases y tenemos tiempo para entrar.Santiago y yo nos saludamos de abrazo y de beso, estábamos muy unidos y eso me gustaba. Parecíamos una pareja sólida desde hace muchos años, siendo que teníamos relativamente poco de haber llegado a donde estamos ahora.–Señores Treviño, les abriré la puerta para que pasen. La directora me envió para que viera si
Capítulo 101SantiagoHelena y yo esperamos ese día a que Julieta saliera de la escuela. Ella corrió muy amorosa a mis brazos, yo encantado, la recibí y la abracé como siempre lo hacía. Helena es la que estaba muy seria, no le había parecido nada el motivo por el que fuimos citados en la escuela.–Papito, ya quería verte. Ya no quiero venir a esta fea escuela.Lo que acababa de decir Julieta, confirmaba lo que nos había dicho la directora, nuestra hija era la que se estaba expresando mal de la escuela. –Hola, mi amor, no te preocupes, ya lo hablaremos en casa. Saluda a tu mamita, ella también vino por ti.–Hola, mamita.Julieta abrazó a Helena y mi esposa no le respondió el saludo a nuestra hija, un gesto que a mí no me gustó para nada. Está bien que Julieta estuviera comportándose mal, pero es solo una pequeña niña, Helena, estaba enojada, pero no era para tanto.–Hola, hija, Santiago vete con Julieta a casa. Tengo que volver a la tienda para encargarme de algo y en un rato yo los a
Capítulo 102HelenaSantiago parecía ser inmune a las groserías de Julieta, eso era el colmo. Me cayó mal que no le dijera nada y que la dejara abandonar la mesa, como si hubiera cometido algo muy gracioso o digno de admirarse.–Helena, no debiste decir eso. Quedamos en hablar con ella y tú ya estás yéndote muy lejos con eso de la psicóloga infantil. Tenemos que aprender a escuchar a Julieta.Por supuesto que la íbamos a escuchar, pero no íbamos a aprobar esa clase de comportamiento, nunca jamás se había comportado de esta manera, era una grosería lo que hizo.–Estoy de acuerdo en eso, pero date cuenta Santiago como se ha comportado y si estos berrinches persisten, Julieta no tendrá cabida en ninguna escuela.–Tenemos que dialogar primero con ella, no podemos imponerle ir a ver a ninguna psicóloga. Quedamos en una cosa y te pido que la respetemos, por favor. Me quedé callada, Santiago tenía razón y debíamos hablar primero con Julieta, pero en el plan que se encontraba nuestra hija, e
Capítulo 103HelenaSantiago y yo tuvimos una plática a conciencia con Julieta y ella se comportó muy a la defensiva, nos preocupamos demasiado por su actitud que nunca había tenido anteriormente. Nuestra hija, ya no quiso comer nada ese día y Santiago y yo la dejamos tranquila en su habitación por el resto del día, pero yo no estaba tranquila. No quería que mi hija, siguiera teniendo problemas en la escuela.–Helena, sé lo que estás pensando y no te culpo. Ya es tarde, vamos a dormir.Pues ya no podíamos hacer otra cosa, Julieta, se estaba encaminado por ese lado que no nos gustaba a ninguno de los dos.–Descansemos mi amor, ha sido un día demasiado largo.–Mañana todo va a estar mucho mejor.En la mañana, cuando desayunamos, le recordamos de nuevo a Julieta que debía de comportarse bien en la escuela y ella accedió. Santiago y yo nos sentíamos más tranquilos y la fuimos a llevar juntos a la escuela, para que no sintiera que estábamos enojados con ella.Julieta entró y se quedó a su
Capítulo 104SantiagoHelena llegó y por la cara que traía, ella ya debía saber que nuestra hija estaba en la casa y que yo había tenido que pasar por ella a la escuela. No me miró ni a los ojos, dejó sus cosas y se dirigía arriba a hablar con Julieta, yo la tuve que detener para informarle primero lo que estaba pasando con nuestra hija.–Helena, no subas por favor. Tenemos que hablar nosotros dos, mi amor, vamos a tomar esto con toda calma.Ella estaba de mal humor, y no se lo reprochaba, yo debí ponerme en contacto con ella, en cuanto me localizaron, pero se me hizo más fácil ir de inmediato a la escuela y ya no molestarla, pero al parecer había resultado peor.–Santiago te estuve llamando y después al no tener respuesta de tu parte he llamado a la escuela de Julieta y me han dado básicamente el pésame. Te pido por favor que me digas, lo que pasa con nuestra hija.Mi esposa ya se las olía y nada más estaba esperando que yo le confirmara o le dijera lo que estaba pasando con Julieta,
Capítulo 105SantiagoPor más que Helena y yo hicimos esfuerzos, no logramos que Julieta tuviera admisión en ningún lado y ya habían transcurrido dos meses desde su expulsión. Ella y yo habíamos acordado no informar a nuestras familias y me di cuenta de que ella no respetó lo acordado un día que mi madre fue a verme a la empresa.–Hola hijo, no has ido a la casa a verme y sé el motivo. Estuve ayer con Helena y me platicó lo que ha estado ocurriendo con mi nieta.Sé que esto no debería estar pasando, mi madre me venía a hacerme algunas observaciones con respecto a lo que estaba pasando con Julieta, era su nieta y debía decirle desde antes que se enterara por otra persona.–Hola mamá, sí han pasado muchas cosas con Julieta. Pasa por favor y vamos a platicar.Mi mamá es una mujer muy rígida y ya veía el rumbo que iba a tomar esta conversación, ella me iba a regañar y era lo que menos quería ni necesitaba. Todo esto que estaba aconteciendo con nuestra hija, nos estaba rebasando.–Hijo, en
Capítulo 106SantiagoHelena no estaba abierta a la propuesta de Clara; sin embargo, me las ingenié para que fuéramos a ver a esa primaria en cuanto dieran inicio las clases y casualmente era una de las que yo había elegido de primera instancia para nuestra hija, lo que terminó de disgustar por completo a Helena.Ella no estaba de acuerdo en que se gastara tanto dinero en la escuela de Julieta, pero esto bien valía la pena y ella tenía que ceder, al igual que yo cedí al inscribirla en esa escuela aun sin estar de acuerdo.–Santiago no lo sé, pero no me convence dejarla aquí. Además, Julieta, no podrá ponerse al corriente con tantas cosas de dos meses y por si fuera poco, la dejaríamos aquí toda la primaria y eso acentuará su clasismo y su forma de ser incorrecta.Ella era la que estaba predispuesta decir y creer que Julieta era clasista, era una niña y no sabía nada de eso, sí que esperaba que eso nunca lo dijera delante de nuestra hija.–Nuestra hija no es clasista y por favor no le
Capítulo 107HelenaEl comportamiento de Julieta, dejaba mucho que desear y desgraciadamente se tuvo que hacer lo que no hubiera querido hacer. Santiago y yo, tuvimos que internar a nuestra hija con todo el dolor de nuestro corazón, no podíamos mantenerla en la casa bajo el comportamiento que estaba teniendo.–Santiago, sé que duele y mucho. Yo ya he perdido mucho tiempo en la vida de Julieta y me duele que la vayamos a internar, de verdad me duele.Ya habíamos hecho todo lo que había estado en nuestras manos y por más que me dijera a mí misma, que no podía ser tan estricta con Julieta, ella parecía estar siempre buscando el problema, como si disfrutara estar portándose tan mal. –No parece que te duela, Helena. Parece que no te interesa lo que pase con Julieta, parece que tú vas a dormir muy bien esta noche mientras que mi niña estará internada en ese lugar.Era mucho mejor que alguna de las escuelas que él había elegido como la que nos había propuesto Clara, solo que aquí se iba a