Capítulo 82HelenaInscribimos a Julieta en la escuela primaria ese mismo día y al salir de ahí, Santiago se iba encaminando a su carro y yo al mío, pero recordé que teníamos que acordar para vernos, para lo de los anillos de los novios, de lo que ambos éramos padrinos de Alicia y de Brad.–Santiago, tenemos que ponernos de acuerdo de lo de ir a comprar los anillos. El tiempo se pasa muy rápido y no quiero que nos toque andarlos buscando ya cerca de la boda.Ya que teníamos el tiempo justo, deberíamos aprovecharlo en ir hoy mismo en busca de esos anillos, o antes de que tengamos el tiempo encima.–Tienes razón, eso se me ha ido por completo. Yo puedo mañana por la tarde, Julieta va a ir al cine con Linda y con Iván que le prometieron llevarla y tendríamos ese tiempo para ir a comprarlos.Debíamos ir los dos, porque con Julieta nos íbamos a distraer y el tiempo era muy importante para cada uno de los dos, aunque cada quien le dedicáramos el nuestro por separado a nuestra hija.–Me pare
Capítulo 83SantiagoHelena llegó a buscarme a la empresa a la hora que habíamos acordado y nos fuimos a comprar los anillos para Alicia y para Brad. Estuvimos por varios establecimientos buscando ese par de anillos ideales, que van a significar mucho para ellos, la promesa del amor que van a sellar ante los ojos de Dios y de sus invitados.–No hay anillo ideal, no lo hay cuando se trata de una pareja como Alicia y Brad.Me atreví a decir y me dio un poco de nostalgia, se ven tan enamorados que hacen que toda la gente a su alrededor inevitablemente se quiera contagiar de su amor.–Me gustó mucho este par, son de oro blanco con diamantes y no son demasiado formales, les van a quedar bien a Alicia y a Brad.Helena hizo una excelente sugerencia y a mí me agradó mucho, eran anillos que se veían sofisticados, pero estaban pensados en gente más joven como lo son Alicia y Brad y seguramente, les iban a encantar.–Está bien, llevemos esos anillos para ellos. Estoy seguro de que les van a gust
Capítulo 84HelenaDespués de pensar mucho en ir al grupo de ayuda al que Alicia me animó a ir, me hice de voluntad y me presenté en ese lugar, era por mí y por Julieta principalmente que lo tenía que hacer. El estar con tanto resentimiento solo me hace daño a mí.–Buenas tardes, soy la señora Helena Altamirano e hice una cita para venir al taller de ayuda para el duelo de madres que han perdido a sus bebés.–Buenas tardes, señora Helena, es aquí y es bienvenida. Haga el favor de acompañarme.Seguí a esa persona que me dio la cálida bienvenida y nos metimos a un salón en el que nos sentamos y nos pasó una información primero y posteriormente entró una persona a dar la plática.Me sentí muy identificada con las mujeres que estaban ahí, varias de ellas se animaron a dar sus testimonios de su sentir, cuando terminó la plática y aunque yo no me animé a hablar por ser mi primera vez en ese lugar, si me identifiqué con ellas, al darme cuenta de que han pasado por lo mismo que he pasado yo.
Capítulo 85SantiagoNo vi a Helena durante varios días por encontrarme ocupado con mis asuntos de la empresa y se llegó el día que la tenía que ver inevitablemente, el día de la boda de Alicia y de Brad, fui por ella a su casa y al verla vestida acorde para la ocasión me quedé sin aliento, se veía increíble.–Hola, Santiago. Muchas gracias por pasar por mí.–Hola, Helena. Te ves increíble.Ella se había pintado el cabello de oscuro y eso la hacía lucir más interesante, más atractiva y con un toque de personalidad. Me gustó mucho verla de esa manera y sin que lo quisiera, despertó en mí esa parte que había permanecido dormida mucho tiempo.–Tú te ves muy bien, ¿nos vamos, ya?Me había quedado embobado viendo como había cambiado mi esposa en esos meses, ahora la veía más madura, e interesante.–Sí, vámonos.Agarré el brazo de Helena y nos dirigimos al carro, nos subimos y el camino se nos hizo muy corto, platicando de Julieta hasta que llegamos a la iglesia. Nos bajamos y Helena, se se
Capítulo 86SantiagoLa recepción, la cena y todo en conjunto estuvo demasiado bien para mi gusto. Helena y yo, estuvimos muy contentos en la mesa que nos sentamos acompañados de Linda e Iván y de mi hermana menor Clara y un hombre misterioso que vino con ella, alguien que yo no conocía, pero con el que mi hermanita estaba feliz.–Helena, ¿Bailas conmigo?Me puse de pie para invitar a mi esposa a bailar, llevaba toda la velada queriendo hacerlo y era mejor ir acortando esa distancia entre nosotros, desde ese momento.–Claro que sí, Santiago.Ella recibió mi mano y nos encaminamos al centro de la pista, estaba sonando música suave, tomé la cintura de mi esposa y la pegué más a mí. Me pude percatar que ella seguía feliz y ávida por ese contacto que nos hemos negado por tanto tiempo.La abracé y me perdí con ella en ese contacto delicioso que me provocaba su cercanía, ella lo era todo para mí y quería que así fuera hasta que los dos envejeciéramos.–Helena, eres muy buena en esto de bail
Capítulo 87HelenaSantiago estaba embobado mirándome después de ver cómo me saqué el vestido y este cayó a la arena, me desesperé de ver que no hiciera nada y me le acerqué para besarlo apasionadamente y tal como esperé que sucediera, las chispas entre ambos saltaron por doquier. Me volvía loca, estar cerca de él y sé que a él le pasaba lo mismo conmigo.–Helena, no me tientes a hacerlo aquí. Podemos ir a casa y estar ahí cómodamente, Iván debió irse a casa de Linda.–Santiago, yo no puedo ni tampoco quiero esperar a llegar a tu casa. Quiero que me tomes aquí en la playa bajo este hermoso cielo que nos ha visto reconciliarnos.Santiago no puso ninguna objeción y se acercó a mí, tocándome por la espalda con muchas ganas y después su toque fue ascendiendo hasta despojarme del sujetador que también cayó a la arena y de lo demás yo me hice cargo, quedando desnuda frente a él.–Helena te ves hermosa y la luz de la luna te hace ver más de lo que siempre has sido.–Tú te estás viendo muy le
Capítulo 88SantiagoHelena y yo, después de esa reconciliación tan buena y tan original, no tardamos nada en decirle a Julieta que sus padres íbamos a volver a estar juntos y yo esperaba que eso ya fuera a ser para siempre. No quería pasar de nuevo otra temporada sin Helena y tampoco iba a poder soportarlo.–Papi, entonces ya mami va a volver a vivir con nosotros. Qué bonito, yo quiero que volvamos a estar los tres.Así iba a ser, estaríamos los tres juntos en la casa, en el hogar que habíamos formado y que esa unión no llegue a romperse nuevamente, las necesitaba a las dos en mi vida, las necesitaba, eran las dos mujeres que me hacían muy feliz.–Sí, mi princesa. Estaremos juntos los tres y estarás muy feliz con nosotros.Abracé a mi hija y ella se puso feliz de saber que su madre y yo íbamos a volver a estar juntos. Esa tarde fui con ella a casa de Helena, porque ella todavía no se mudaba a mi casa de regreso, habíamos decidido hasta que fuera la boda a la iglesia, como siempre deb
Capítulo 89HelenaLos preparativos de la boda se iniciaron rápidamente, yo estaba con mucha felicidad dentro que no sabía ni de qué forma podía expresarla. La vida me amaba y me estaba permitiendo estar nuevamente al lado de mi familia a pesar de mis errores, ahora estoy al lado de mi esposo y de mi hija y hoy es un día especial, porque vine con Alicia y con mi hermana Kelly a buscar mi ajuar de novia.–Helena, no me gusta ese vestido. Tú eres hermosa y no quiero que te veas tan conservadora en tu boda, tienes que dejar a Santiago mudo al verte.Fueron las palabras de Alicia, y yo tenía la plena convicción de que el vestido que había elegido era el indicado, era bonito, elegante y discreto.–Coincido con lo que dice Alicia, tienes que hacerle caso hermana. Ella es la que más sabe de modas, no todas las novias tienen como una de sus damas de honor a una modelo internacional.Mi hermana y Alicia se hicieron una sola, al verme con un vestido de novia conservador que en lo personal a mí