Esa tarde Mateo había salido a cobrar algunos favores a cambio de un poco de mercancía, cuando de pronto los vio cruzar la calle, no podía creer lo que sus ojos veían, como si se tratase de un cuadro de familia perfecta, ahí estaba la mujer que era su pase al sueño dorado, sin ella sus planes se irían abajo, así que no podía dejar que creyera que en algún momento se escaparía de sus manos y salir airosa, era suya, de su propiedad y haría que no lo olvide.
—Mira a mi palomita jugando a la casita feliz—Mientras le hablaba pegado al oído, sin soltarle la coleta del cabello, ella sentía que en cualquier momento le arrancaría el cuero cabelludo— te vengo siguiendo, no te dejo ni a sol ni a sombra solo esperaba el momento oportuno ¿Acaso se te olvide a quien le perteneces? No has entendido hasta el momento que no
Nunca pensó hacer lo que hizo se arrastró a sus pies llorando, agarrada a sus piernas para que no hiciera lo que tenía pensado hacer, él le lanzo una patada en el estómago para que lo soltara, estaba asqueado de ver a su mujer rebajase así por una simple niña. —¿Qué haces arrastrándote por una mocosa que no es nada tuyo?, sé perfectamente que eres patética, pero llegar a esto es sobrepasar los límites de lo absurdo y ridículo solo mírate —Él sentía tanto asco de ella, tanto que no se contuvo y empezó a patearle la boca del estómago sin contemplación alguna, no importaba sus ruegos, lágrimas y quejidos— Métetelo en la cabeza aquí se hace lo que yo diga cuando yo digo y como yo lo digo, hoy mañana y siempre, si digo que quiero a esa niña la tendré y si el padre no paga se quien pagaría por una niña tan bonita y delicada toda tierna ya la vi bien tiene bonitos ojos conozco un par de cerdos que harían y darían lo que fuera por un tesorito así de fresco. &n
Mariam se atormentaba todos los días, aunque ya había tomado una decisión le era difícil lo que iba a hacer. Había demasiadas cosas en juego principalmente la vida de Diana de aquella niña inocente que no tenía la culpa de tanta maldad en este mundo, que no tenía la culpa de la cobardía de Mariam de sus miedos constantes del temor que le causaba pensar en lo que Mateo sería capaz de hacer si lo traicionaba, él no sabe lo que es la palabra benevolencia u olvidar y se lo cobraría con sangre más de la que ella ya había derramado gracias a sus constantes golpizas, pero las palabras de su psicólogo volvían a su mente “nada es fácil en esta vida, si una decisión se te hace difícil es porque es lo correcto así las consecuencias serán irremediables” para complicarlo todo Diana no tenía clases ese viernes&n
La desesperación se apoderaba de él, no podía concebir la idea que algo les hubiera pasado, encima el oficial que lo había llamado no le contestaba las llamadas, maldecía una y otra, estaba tan afectada que era imposible que pudiera manejar por eso que tuvo que hacerlo Manuel.—Primero trata de guarda la calma, yo sé que no es fácil, pero trata y segundo, tal vez están investigando por eso que no te contestan tranquilízate un momento porque si no tendré que detenerme a un lado de la carreta para que respires.El solo guardaba silencio, mientras se pasaba la mano por la nuca en señal de desesperación sus ojos estaban rojos de la rabia del solo pensar que alguien se haya atrevido a querer hacerles algo a las personas más importantes para él su princesa y Mariam, llegaron a la casa muy poco tiempo después desesperado casi
William tuve que inventarlo a su hija algo acerca de que fumigarían la casa que por eso se iban a quedar dos días donde sus padrinos, estaba hablando con su hija cuando vio a Mariam intentar bajar por las escaleras, se le notaba algo aturdida o desorientada, el presuroso fue tomarle la mano para que no le pasara nada, se sentía tan mal verla desmejorada con el rostro desencajado. —Mariam ¿Te encuentras bien? Creo que no debiste bajar o tal vez debiste esperar que alguien te ayudara. — La ayudo a tomar asiento mientras todo observaban. —No te preocupes yo estoy bien, solo que creo que dormí demasiado y me siento algo mareada. —Estoy tan agradecido contigo, si no hubieras salido hoy con mi princesa, esos hijos de su madre por no decir otra cosa quien sabe que hubieran hecho. Solo Dios sabe que hubiera hecho yo una vez que los tuviera al frente. —De solo imaginar que le hubieran tocado un cabello, hacía que la rabia r
Algo avergonzada tuvo que aceptar la ropa que Tatiana le dio, le hubiera gustado un mameluco que la cubriera de pies a cabeza, pero no fue así, en cambio lo que tuvo que ponerse fue unos pantaloncillos que tuvo que ajustar, así como una camiseta que llegaba hasta la mitad de sus muslos, verla temerosa hizo que la sonrisa en William apareciera, no podía creer que se podía ver tan tierna y sensual a la vez, era parte de su atractivo ignorar que es lo que ella causaba en él, le era tan difícil tenerla cerca y no volver a sentir sus labios e imaginar como sería tenerla entre sus brazos y hacerle el amor, se sorprendía pensar en esas palabras hacer el amor hay entendido que con Mariam no sería sexo sino hacer el amor, se sentía un chiquillo enamorado y ya no se avergonzaba por ello, tenía esperanzas que en cualquier momento se diera la ocasión para confesarle sus sentimientos y el futuro que
Era un domingo en la noche mientras Mariam lavaba la ropa de la pequeña Diana, ganas no me le faltaban para ponerse a llorar, sabiendo que falta tan poco para alejarse de todo y todos, así tenga que vivir como fugitiva, asítenga que volver a vivir con miedo constante cualquier sacrificio lo vale sin con eso su pequeña estaba a salvo.MINUTOS ANTES—Hermano me parece que después de todo lo que paso lo mejor es esperar un poco, no seas tan ansioso de verdad que no quiero que arruines la posibilidad ¿Y sale huyendo? —La verdad que no quiera ver a su amigo con el corazón roto si es que ella decidía no aceptarlo como él quería.—Entiendo tus dudas y te agradezco la preocupación Manuel, pero esta sensación constante de querer hablarle, de confesarle que me tare loco, todo eso lo tengo en la
—Es que a ti si te puedo contar algo que no le he dicho a papá ¿Puedo hacerlo verdad? —Puedes decirme lo que tu gustes y luego habanos si le decimos o no a tu papá—Tratando de no llorar porque definitivamente extrañara ese tipo de momentos con ella. —Nunca quise ir a esos paseos en la escuela, porque algunos niños van con su papá o su mamá y bueno yo siempre me sentí sola, mi papá es un campeón y sé que me quiere mucho, pero no es…—Los nervios de explicarlo estaban ahí, no era que no adorara a su padre, pero a pesar de su edad siempre sintió que una mamá debía ser algo diferente y más bonito. —Tranquila princesa, no es necesario que me lo digas te entiendo, pero recuerda que tu papá te adora y yo te quiero tanto que, aunque un día me vaya todos los días pensaré en ti porque eres la princesa de mi corazón — Diana la abrazo fuerte sintiendo en su pecho eso que llaman amor de madre e hija, aunque no compartieran lazos
Todo sucedía como se una película en cámara lenta se tratase, personas hablando por teléfono, otras grabando, la pobre de Diana forcejeando para correr con ella, la pobre de Mariam tendida en el piso con la vida esfumándose a cada instante mientras en otro lado de la ciudad William tenía una de las reuniones más importantes de su vida, un inversionistas Italianos querían trabajar con él, estaba explicando los beneficios de una posible sociedad cuando de pronto la secretaria interrumpió dicha reunión. —Señor, disculpe que lo interrumpa lo que sucede es que La pobre tenía mucho miedo de interrumpirlo, puesto que le habían recalcado lo delicado de la reunión. Él estaba muy molesto, esa reunión era muy vital para el crecimiento de su empresa, nadie tenía permitido interrumpirlo. —Señorita con toda la amabilidad del mundo no nos interrumpa por favor, señores disculpe la inoportuna interrupción de mi secre