Ella sentía que ya no podía más, sentía que necesitaba poder desahogarse con alguien sacar eso que no la dejaba respirar, que no la dejaba vivir en paz.
—No me siento bien doctor.
—¿Hay algo que me quieras contar hoy? Ya hablamos de tu vida de pequeña, cuéntame que fue de tu vida luego de salir de ahí, ¿Dónde fuiste?
Fue como si hablara con ella misma, como si se mirara a un espejo y se contara, desde el momento en que él la abordo en una de las visitas que hacía por ser trabajar de una de las empresas que colaborara con el orfanato.
—Hola — Fue lo primero que Manuel le dijo cuando la vio tímida, recogiendo la ropa del tendedero en el patio trasero del lugar, conversaciones pequeñas y triviales que se repitieron a lo largo de varios meses culminándose
—Perdóname, en tu lugar me hubiera delatado, de verdad que lo siento mucho.—Es que la verdad no entiendo nada de lo que paso hace un momento, no entiendo por qué le dijiste una locura como que yo era novia del señor Williams cuando para el solo soy su empleada, es una locura lo que sucedió. Pero necesito que me aclares eso si no mi cabeza va a explotar. —Tatiana solo suspiraba, esperaba que Mariam le entendiera luego de decirle el verdadero motivo.—Primero esa de señorita no tiene ni una pizca— De solo recordar su cara le daba como fastidio.—¿Por qué hablas de esa manera? Ella se ve muy educada, como las damas de las revistas aparte de ser muy bonita—Sintiéndose una cosita de nada a su lado.—Yo sé por qué te lo digo, esa mujer lo único que busca es pescar un m
Cuando Mariam cayó en brazos de Williams, ninguno de los tres podía creerlo, la pequeña Diana tuvo que ser consolado y socorrida, ya que había entrado en una especie de Shock.—Mariam, reacciona Dios mío ¿Qué le sucede? Tatiana ¿Qué hago?—Primero cálmate y lleva a un lugar que sea cerrado y pueda estar tranquila— Como pudo la levanto sin importar empaparse, la llevo hasta su habitación.Luego de que Tatiana casi lo obligará a salir de cuarto mientras cambiaba de ropa Mariam, no pudo evitar no ver algunas marcas en su cuerpo, no entendía por qué o como ha padecido que alguien la hiera ya tendría tiempo de preguntarle, llamaron al médico un viejo conocido de ellos que para ambos, aunque este demoraba una eternidad, Williams está a punto de tumbar esa puerta y
—Te juro que ni se cómo llegue hasta aquí, recuerdo el sentarme frente a un parque cuando unos niños jugaban, luego caminar y caminar sin darme cuenta llegue hasta aquí, me muero de vergüenza ¿Quién me cambio de ropa? Por favor dime que fuiste tú. —Tapando su rostro con ambas manos, de solo imaginar no sabía dónde esconderse de semejante vergüenza. —Fui yo tranquila mujer que mi amigo es un caballero, pero te creo a veces solemos deambular sin rumbo y siempre terminaos donde nos sentimos más cómodas, pero te doy un consejo no tengas miedo de sus propios sentimientos, deja de lado el que dirá solo preocúpate por tu felicidad, te lo digo yo que cualquier diría que estaba loca que a los tres meses de conocer a mi maridito me termine casando como osote. —Con una sonrisa de solo recordar como salió huyendo de la iglesia dejando al novio plantando para huir con el turista que había conocido hacía poco tiempo. —¿Tres meses? Suena
No podía cegarse ante esas intenciones, ella veía sus ojos, la manera que él la veía a ella, la forma en que se acercó hasta así tocar sus labios, ella temblaba un movimiento en falso y terminaría uniendo sus labios, pero no podía caer, no podía dejar llevar por un sentimiento sin futuro, porque al final lo terminaría lastimando, no podía causarles más dolor del que ya les causaría dentro de poco, aunque duela tenía que hacerlo por ellos.—Creo que debo descansar, buenas noches hasta mañana— Él no podía creer que la había podido tener tan cerca, pero ella terminó alejándose de él, cuando por fin estaba dispuesto a abrirle su corazón ella prácticamente salió huyendo, estaba perdiendo la fe de algún día derrumbar esa pared que ella había puesto entre am
UNA HORA DESPUÉS—Mariam, ¿Irán a visitar a William en su oficina? — Tenía fe en eso, porque caso contrario todo su plan se iría al tacho.—Sí, pero será en un rato, iremos a dar una vuelta al parque con mi princesa hermosa —Mirando hacia Diana, que estaba pintando algo, pero quien al escuchar su nombre no podía dejar de preguntar curioso como ella sola.—Si madrina, vamos a ver las aves en el parque.—Si lo que pasa es que mi adorado maridito me escribió diciendo que le envié el almuerzo al padre de esta preciosura, él no puedo venir porque si viene ya no querrá salir de aquí, por eso me atrevo a pedirle a ambas si se lo pueden llevar.—Mmm no sé, es que van a ser las tres de la tarde, parece a
Esa tarde Mateo había salido a cobrar algunos favores a cambio de un poco de mercancía, cuando de pronto los vio cruzar la calle, no podía creer lo que sus ojos veían, como si se tratase de un cuadro de familia perfecta, ahí estaba la mujer que era su pase al sueño dorado, sin ella sus planes se irían abajo, así que no podía dejar que creyera que en algún momento se escaparía de sus manos y salir airosa, era suya, de su propiedad y haría que no lo olvide.—Mira a mi palomita jugando a la casita feliz—Mientras le hablaba pegado al oído, sin soltarle la coleta del cabello, ella sentía que en cualquier momento le arrancaría el cuero cabelludo— te vengo siguiendo, no te dejo ni a sol ni a sombra solo esperaba el momento oportuno ¿Acaso se te olvide a quien le perteneces? No has entendido hasta el momento que no
Nunca pensó hacer lo que hizo se arrastró a sus pies llorando, agarrada a sus piernas para que no hiciera lo que tenía pensado hacer, él le lanzo una patada en el estómago para que lo soltara, estaba asqueado de ver a su mujer rebajase así por una simple niña. —¿Qué haces arrastrándote por una mocosa que no es nada tuyo?, sé perfectamente que eres patética, pero llegar a esto es sobrepasar los límites de lo absurdo y ridículo solo mírate —Él sentía tanto asco de ella, tanto que no se contuvo y empezó a patearle la boca del estómago sin contemplación alguna, no importaba sus ruegos, lágrimas y quejidos— Métetelo en la cabeza aquí se hace lo que yo diga cuando yo digo y como yo lo digo, hoy mañana y siempre, si digo que quiero a esa niña la tendré y si el padre no paga se quien pagaría por una niña tan bonita y delicada toda tierna ya la vi bien tiene bonitos ojos conozco un par de cerdos que harían y darían lo que fuera por un tesorito así de fresco. &n
Mariam se atormentaba todos los días, aunque ya había tomado una decisión le era difícil lo que iba a hacer. Había demasiadas cosas en juego principalmente la vida de Diana de aquella niña inocente que no tenía la culpa de tanta maldad en este mundo, que no tenía la culpa de la cobardía de Mariam de sus miedos constantes del temor que le causaba pensar en lo que Mateo sería capaz de hacer si lo traicionaba, él no sabe lo que es la palabra benevolencia u olvidar y se lo cobraría con sangre más de la que ella ya había derramado gracias a sus constantes golpizas, pero las palabras de su psicólogo volvían a su mente “nada es fácil en esta vida, si una decisión se te hace difícil es porque es lo correcto así las consecuencias serán irremediables” para complicarlo todo Diana no tenía clases ese viernes&n