¡HIELOOOOO!
¿TÚ TAMBIÉN TUVISTE UNA NOCHE DE AMOR? ―Hmm… ―un gemido escapó de los labios de Tatiana, mientras disfrutaba del sueño más real y excitante de su vida. Sus caderas se elevaban al sentir la lengua que le brindaba especial atención a su clítoris ―… Sí… Alexei, que al parecer no había tenido suficiente, le estaba comiendo el coño mientras dormía, se podía considerar oficialmente obsesionado con su esposa, con su sabor, su olor y todo lo que ella representara. Después de haberlo hecho en el auto, no pudieron tener las manos lejos el uno del otro y nada más fue llegar a la mansión para que él la llevara como una recién casada y le hiciera el amor hasta agotarla. La había dejado tranquila cuando ella suplicó piedad, pero ahora estaba satisfaciendo esa hambre que aún tenía. ―Si… sigue… más… ―Tatiana susurraba y movía sus caderas, sus ojos estaban cerrados, pero su cuerpo respondía ante los avances de su marido. Alexei soltó una risa baja y se acomodó mejor entre sus piernas, acunó sus na
UNA NUEVA ALIANZA. Tatiana salió al jardín, donde los últimos rayos del sol de la tarde acariciaban las flores. Al fondo, vio al abuelo, jugando con Misha, la escena le arrancó una sonrisa, y, con pasos medidos, se acercó lentamente. Había estado buscando cómo abordar el testamento, necesitaba saber por qué su madre lo había nombrado su albacea y también quería saber por qué no se lo dijo. Se sentó a su lado en el banco de madera, observando cómo Misha daba vueltas alrededor de ellos, lleno de energía. El abuelo, notando su presencia, le dedicó una mirada cálida y una sonrisa. —Misha parece inagotable hoy, ¿verdad, abuelo? —comentó Tatiana, iniciando la conversación. —Así es, querida. Este pequeño tiene más energía que el sol. —El abuelo rio suavemente —Creo que nos hace bien a todos tenerlo por aquí. Nos recuerda la importancia de disfrutar los pequeños momentos. Este pequeño ha traído tanta alegría a la casa. No sé qué haríamos sin él. —El abuelo miró con afecto a Misha, que aho
SED DE VENGANZA Tatiana regresó a su habitación, un mar de emociones agitándose en su interior después de la revelación de su abuelo. Amelie, preocupada, no tardó en seguirla, cerrando la puerta detrás de sí con un suave clic. ―¿No vas a decirme qué está pasando? ―preguntó. Tatiana, aun en shock, se giró lentamente para enfrentar a su amiga. Sus ojos, normalmente llenos de vida, ahora parecían nublados por la tormenta de sus pensamientos. ―Natasha… no es hija de mi madre ―soltó, finalmente, las palabras cayendo entre ellas como una bomba. Amelie se quedó inmóvil, sorprendida, tardando un momento en procesar la información. Luego, con pasos vacilantes, se acercó a Tatiana y la abrazó, buscando ofrecer algo de consuelo en medio del caos. ―Pero ¿Cómo es posible? Entonces, ¿quién es la madre de Natasha? Tatiana negó, con la cabeza, su expresión perdida. ―No lo sé ―admitió ―pero voy a averiguarlo. La mirada de Amelie se endureció con sospecha. ―¿Qué estás planeando? ―indagó. Tati
UN BAÑO PADRE E HIJO.«―¡Mamá! ―gritó la niña con alegría, lanzándose a los cálidos abrazos que siempre la esperaban.Su madre, con una sonrisa que iluminaba su rostro, tomó a Tatiana en sus brazos.―Mi pequeña estrella ―le dijo, besando su frente. ―¿Sabes cuánto te quiero?Tatiana, riendo, asintió con la cabeza.―¡Hasta la luna y de regreso!―Exactamente ―respondió su madre, colocando una corona de flores silvestres en la cabeza de Tatiana. ―Y siempre recuerda, mi amor, solo quiero que seas feliz, muy, muy feliz»Una lágrima se deslizó por la mejilla de Tatiana al recordar aquellos momentos. Con un gesto rápido, se la secó y murmuró.―Haré que pague por lo que te hizo.Luego el recuerdo del día de la muerte de su madre la golpeó como una ola fría. Se vio a sí misma, una niña perdida en un mar de luto, acercándose al féretro donde yacía su madre. Todos vestidos de negro, donde un silencio opresivo llenaba la sala. Intentó acercarse más, pero su padre la apartó con un gesto brusco.«―Ve
―¡Alexei ―Tatiana grito cuando el orgasmo amenazó con arrastrarla. Pero él siguió moviéndose dentro de ella. ―No te imaginas lo perfecta que te ves corriéndote sobre mi polla, lyubov’ ―el sujeto sus muslos enterrando los dedos en su piel ―Te sientes perfecta. Tatiana gimió incapaz de responder, rebotando sobre el tocador con la fuerza de cada embestida. Alexei siguió golpeando ese punto tan profundo e intenso, llevando a un punto al que nunca había llegado. Su piel se erizó y aunque acababa de correrse, parecía que nunca lo hubiera hecho. ―Córrete dentro de mí ―ella suplicó, esta vez no hizo falta que él lo pidiera. Alexei le dio una sonrisa lobuna y escondió su cara en el su cuello, ahogando un gemido. Estaba tan dentro de ella que Tatiana no sabía dónde iniciaba ella y terminaba él, podía sentirlo por todas partes. Alexei se apartó ligeramente y sus ojos buscaron los de ella, antes de inclinarse y darle un beso castigador, al tiempo que la embestía con fuerza. ―¿De quién esté co
― ¿Segura que no irás conmigo?Tatiana tomó en sus brazos a Misha y se giró.―Ya te dije que no, Alexei… por favor no sigas, no veo porque tendría que ir contigo a esa cena.Él se acercó a ella y los abrazo a ambos.― ¿Por qué eres mi esposa, no es esa una razón suficiente?Tatiana se apartó no queriendo flaquear ante su contacto.―Muy pronto ex esposa, ¿recuerdas? Nos divorciaremos en cuanto mi padre esté fuera del juego.Las palabras de Tatiana irritaron a Alexei, comenzaba a cansarse de su testarudez. La giró haciendo que lo mirara.―¿Por qué simplemente no puedes dejar todo atrás? ¿Por qué te empeñas en recordarme mis errores? Está bien, fui un idiota, hice mal en no creer en ti, pero… ―él suspiró y acarició la carita de su hijo ―… de verdad lo lamento, amor, no debí haberte lastimado, pero dame la oportunidad de redimirme.Tatiana sintió el corazón apretarse, las palabras" te perdono” estaban en la punta de su lengua, pero se contuvo, no quería darle esperanzas, no cuando lo que h
YO ESTARE A TU LADO.Tatiana ya casi se subía a un taxi cuando Alexis detuvo el suyo con rapidez, abrió la puerta trasera y salió del mismo como un dios. ― ¿Vas a algún lugar esposa?Ella se congeló allí mismo.― Alexei, tú… tú…― ¿Sorprendida? ―Camino hacia ella y la recorrió con la mirada. ¿Quién dijo que podías salir así?―¿Así cómo? ―pregunto mirando su vestido.Pero Alexei no quería seguir perdiendo el tiempo, agarró su brazo y la atrajo a su cuerpo.― ¿Dime a dónde vas Tatiana? ¿Qué es lo que estás planeando?Ella forcejeó con él y le gruñó.―No es asunto tuyo. No te debo explicaciones Alexei, no te equivoques.― ¿No?―No. Soy dueña de mis actos, así que puedes irte a tu fiesta, búscate otra acompañante y ¡déjame en paz!Alexei, la sujetó con más fuerza.―No vas a ir a ningún lado, Tatiana, no sin mí. Así que fin de la discusión, y entra al auto.Ella echó la cabeza hacia atrás y se rio.―No soy un maldito perro Alexei, no voy a obedecer con solo un chasquido de tus dedos. No so
¿NO TE ALEGRA VERME?Natasha se agarraba con firmeza al espaldar de una de las sillas, sus nudillos blancos por la tensión. Gregori, su padre, exhalaba el humo de su puro y chasqueaba la lengua con desdén.—¿Qué?! ¡No! ¡No puedes hacer eso, papá! —gritó Natasha, mientras se agarraba con firmeza al espaldar de una de las sillas, sus nudillos blancos por la tensión. Gregori, su padre, exhalaba el humo de su puro y chasqueaba la lengua con desdén y la miró con frialdad.—Esto es lo que harás y punto, Natasha. Víctor Martínez es un contacto que vale la pena tener.Natasha apretó los dientes, sintiendo la rabia inundar sus venas.—Me estás entregando como si fuera cualquier cosa. Me estás pidiendo que me meta en la cama de ese… ese… —hizo una mueca de asco—… de ese viejo asqueroso.La risa de Gregori resonó en la habitación, fría y sin alma.—Natasha, ¿crees que tu vida sería un cuento de hadas? Desde el día en que nacen, su destino está sellado. Una mujer de la mafia solo sirve para esto.