Un mes pasó desde la última vez que vi a mis padres en mi casa, una mañana me desperté con la claridad que entraba por la ventana del dormitorio, fui a levantarme pero escuche correr el agua de la ducha en el cuarto de baño, así que me quede en la cama tranquilamente ya que no quería acercarme porque sabía que Erik, me haría entrar con él a la ducha y follarme como solo él lo sabía hacer. Una vez que ya no escuche correr el agua, vi como entro Erik en el dormitorio desnudo y con una toalla en su mano secando su cuerpo. Me levanté de la cama para entrar en el cuarto de baño cuando escuche la melodía en el móvil de mi esposo contestando él, cambiando el semblante de su cara mientras me miraba fijamente— ¿Qué pasa Erik? — pregunte— Vístete, es tu padre está en el hospital, le ha vuelto a dar un infarto pero no creen que pueda salir de esta — me dijoEntre en el cuarto de baño para darme una rápida ducha, volviendo después al dormitorio para vestirme, tapando mi cuerpo con una de las to
Después de decirnos el doctor lo que realmente le pasaba a mi padre, nos acompañó a las dos hasta la sala donde estaba acompañándonos también mi amiga Bianca al ser enfermera del hospital. Mientras mi madre besaba y acariciaba a su marido, mi amiga me cogió del brazo apartandonos hacia un lado de aquella sala— Kevin esta esperandote en su coche, por eso está su padre aquí, Mario y yo te ayudaremos a que os veais los dos — me dijo— Gracias Bianca, pero ahora me debo a mi madre, Kevin y yo hemos terminado no quiero volver a verle, por favor dile que me olvide — le dije— No te comprendo Lorena ¿porque? el tiene que saber de su hijo y está deseando verte a ti — me dijo— Bianca no puedo decirte nada, pero por favor dile que se marche y que me olvide por su bien, por favor — le conteste llorando— Erik te ha amenazado ¿es eso? — me pregunto mi amiga— Lo siento, no puedo decir nada — le dijeDespués de estar un momento con mi padre, mi madre, Bianca y yo nos marchamos a la sala donde es
Estábamos mi madre, Mario, yo y Bianca todos en el salón de la casa de mi amiga hablando tranquilamente cuando escuchamos tocar al timbre de la casa poniendome muy nerviosa ya que pensaba que seguramente sería mi esposo buscandome, abrazandome mi madre dandome algo de tranquilidad. Cuando abrió la puerta Mario y lo vi volver al salón seguido de Kevin, nos quedamos él y yo mirándonos, no nos hizo falta hablar ya que nuestras miradas hablaban por los dos, me levanté del sofá donde estaba sentada viendo como despacio y sin dejar de mirarme, el amor de mi vida y el padre de mi bebe se iba acercando a mi, rodeando mi cuerpo con sus cálidos brazos, pegando sus labios a los míos, besandonos como si no hubiera nadie más en el mundo porque solamente y en ese momento existíamos él y yo.— Lorena mi amor ¿que te pasa? la verdad que me sentí muy mal con lo que me dijistes y pensé en olvidarte cariño, pero no puedo eres mi mundo y lo que mas amo en este mundo mío de locos — me dijo Kevin— Será me
Nada más salir aquellos dos policías con Kevin, Mario se marchó de la casa enseguida para hablar con el señor Miller, el padre de Kevin y con los abogados de la empresa, en la casa nos quedamos sin saber que hacer Bianca, mi madre y yo volviendo a hacer mi amiga otra infusión para calmar los nervios que yo tenía en ese momento— Tengo que hablar con Erik, tiene que sacar a Kevin de la cárcel y solo yo puedo conseguirlo — les dije— ¿Quieres que te maltrate otra vez y le haga daño a tu bebe? no piensas ahora con claridad Lorena — me dijo Bianca— Hija tranquilízate, deja que los abogados de los Miller actúen, no quiero que tu esposo te haga mas daño si vuelves a su lado — me dijo mi madre— Mamá tengo que hablar con Erik, se que ha sido cosa suya el que detengan a Kevin y depende de mí que absuelva a Kevin, no puedo dejar que lo acusen de algo que no ha hecho, aunque ya no pueda volver a verlo, lo siento — le respondíMe marché de la casa de mi amiga Bianca, con el corazón roto en mil
Erik se puso su chaqueta cuando yo me levanté del sillón y cogiendo mi esposo mi brazo con su mano, abrió la puerta de su despacho marchandonos de él pero antes parándose delante de su secretaria para entregarle los documentos que yo le acababa de firmar para que los llevará al notario ese mismo dia. Nos acercamos hacia el lugar donde estaban los ascensores para bajar hasta el parking donde Erik tenía su coche aparcado, cuando llegamos abrió la puerta para que yo me sentara dentro sentandose él en el asiento del conductor marchandonos después del edificio de los Miller. Erik estaciono su coche delante de un restaurante que estaba en las afueras de la ciudad, bajamos los dos del vehículo entrando en aquel local, recibiendonos un camarero — Hola señor Moore, nos alegra que vuelva a nuestro restaurante — le dijo aquel hombre, quedandome extrañada ya que yo nunca había pisado ese local— Gracias Pietro, llevamos a mi mesa por favor — contestó ErikUna vez que llegamos Erik abrió la silla
Mario y Bianca se marcharon de aquella sala, pero no sin antes de que Mario le diera un fuerte puñetazo a la pared fijándome en la sonrisa que Erik tenía en sus labios. Después de ver cómo se encontraba mi padre y de hablar con el médico que lo trataba, nos marchamos del hospital subiendo al coche de mi esposo, aunque mi madre no me dijo nada, yo sí sabía perfectamente lo que ella pensaba por las miradas que las dos nos hacíamos. Una vez que llegamos a donde vivían mis padres, mi madre bajó del vehículo sin despedirse de Erik dirigiéndose hacia la puerta de la casa, quedándome yo dentro del coche mirando a Erik— Cuando salga de trabajar vendré a por ti, pero espero que no me traiciones si quieres que Miller salga de la cárcel — me dijo mi esposo— No sucederá nada puedes estar tranquilo, pero espero tener noticias pronto de su liberación — le dije, cogiendo mi esposo mi barbilla con sus dedos obligándome a mirarlo a los ojos— Yo haré mi parte, pero espero que tu hagas la tuya, ahora
Cuando esa noche me acosté en la cama, sabía que apenas dormiría ya que necesitaba saber como estaba Kevin, y si Erik cumplio su palabra o aun seguiría el hombre que yo amaba en la cárcel. Pero lo único de que estaba segura es que yo estaba viviendo una de las peores pesadillas Al día siguiente Erik me despertó metiendo la mano entre mi braga, me las quito embistiendo seguidamente sin darme ninguna tregua, cuando por fin acabó se levantó de la cama, entró en el cuarto de baño, escuche el correr del agua de la ducha mientras yo me quede en la cama, viendo después como mi esposo regresaba a nuestro dormitorio— ¿Bajas a desayunar conmigo? — me pregunto— Si ahora voy, voy a darme una ducha primero — le dije levantándome yo de la camaUna vez que ya me duche y me vestí, me fui del dormitorio hacia la cocina donde Erik ya me tenía preparado una taza de café caliente– Voy a ir a la casa de mi madre para irnos las dos después al hospital — le dije— Está bien, yo te llevo ¿qué te parece s
Me marché del cuarto de baño volviendo al dormitorio, fijándome en que Erik todavía seguía durmiendo y agradeciendo que así fuera, porque si se despertaba, estaba segura de que me volviera a hacer lo que hace unos momentos hizo conmigo y con mi cuerpo y sabía que no podría volver a aguantarlo. Me vestí despacio y sin hacer ningun ruido, cogi mi bolso y me marche del piso sin hacer ningún ruido, Ya en la calle anduve unos metros hasta que pare a un taxi que pasaba por allí en esos momentos, me subí a él dándole al conductor la dirección donde vivían mis padres, una vez que llegamos, le pagué al taxista, baje del vehículo dirigiendome hacia la casa tocando el timbre varias veces muy nerviosa, temiendo a que mi esposo se hubiera despertado y fuera a buscarme. Cuando abrió mi madre la puerta entré enseguida, cerrando de un portazo, quedandose mi madre extrañada por mi accion— ¿Qué pasa cariño? ¿tu esposo te persigue? — me pregunto— No mama, Erik está en casa durmiendo, se ha cogido va