Unos días más tarde, mi amiga Bianca fue a la casa de mis suegros para visitarme y saber como me encontraba, ya que desde que nos vimos la última vez en el hospital, no sabíamos nada la una de la otra y Erik aun seguía negándome el que pudiera comprarme un móvil para poder llamar y hablar con mis padres y con mis amigas, dandome el la excusa de que podían ir todos ellos a la casa de sus padres para verme.— Hola señora Moore — dijo Bianca cuando la sirvienta abrió la puerta y mi amiga entró en la cocina que era donde nos encontrábamos mi suegra y yo en ese momento— Hola cielo, me alegra de que te hayas decidido a venir Bianca ¿no?, Lorena está muy sola aguantando a unos viejos como mi esposo y yo — le dijo mi suegra— No diga eso, estoy muy bien aquí con ustedes, aunque me gustaría visitar a mis padres, hace tiempo que no los veo y me pregunto como estaran — le respondí— Marcharos las dos y Lorena hija, no te preocupes por mi hijo, ya me inventaré cualquier excusa cuando pregunté po
Los días siguientes, Erik me obligaba a follar con él dos veces por la mañana y por la noche, era como si no le importara lo que yo quisiera o no, a él le daba lo mismo, ya que cogía de mi lo que quería cuando y como él deseaba., Por la mañana y mientras me duchaba sola, lloraba sin consuelo ya que era el único momento que podía desahogarme y pensar en Kevin, preguntandome que estaria haciendo el padre de mi bebey el hombre que yo amaba.Bajamos Erik y yo a desayunar después de ducharme y vestirme, viendo a su madre sentada en el sillon del salon, sonriendome — Buenos días hijos, Lorena cariño ¿como estas? — me pregunto su madre — Buenos días, estoy un poco cansada pero me encuentro bien, gracias — respondí, acercandome a ella para darle un beso en su mejilla — Mama mi esposa está preciosa como siempre mamá – dijo Erik, rodeando mi cuerpo desde atrás, dándome un pequeño mordisco en el cuello — Mamá he pensado que esta noche si te parece bien, podrías llamar a mi hermano William para
Mi suegra y mi cuñada, siguieron dándome ánimos, ya que yo me sentía muy mal— Lorena yo estoy contigo y siempre te apoyaré hagas lo que hagas, no puedo decirte que William es un santo pero te comprendo por lo que estás pasando con Erik ¿te trata bien tu marido?--- preguntó mi cuñada— Me trata como si en vez de ser su esposa, fuera su amante, no me deja tener móvil para poder hablar con mis amigas y con mis padres,y tampoco no me deja salir de la casa, solo me quiere para estar a su servicio en la cama, para cuando el quiera y de las formas que él desea — le dije— Tienes que dejarlo, divorciarte de él, eso no es vida para ninguna mujer Lorena — dijo mi cuñada, fijandome en los movimientos de cabeza que hacía mi suegra— No puedo Carla, hay personas que me importan y si le pido el divorcio a Erik, estarán en peligro y me sentiría muy culpable si llegara a pasarles algo — respondí— Según me comentó William, fuiste amante de Kevin Miller, si os amáis los dos, ese hombre te ayudaria a
El simpático camarero nos dejó encima de la mesa las dos bebidas que mi suegra le pidió, marchandose después, mirándonos mi suegra y yo— Carla tiene niñera y también está su madre con ella cuidando a mis nietos, ya que ella ayuda a mi hijo cuando él lleva trabajo a su casa, pero la que me preocupa eres tu, no le consientas a mi hijo que te deje embarazada, estarías atada por ahora a él — dijo.Una vez que ya nos tomamos los refrescos y le pagamos al camarero las bebidas que nos sirvió, nos acercamos a la limusina abriendo la puerta para que nos sentaremos dentro, el chofer, una vez que llegamos a la casa, vi aparcado el coche de mi querido esposo aparcado, bajamos de la limusina entrando mi suegra y yo en la casa, dirigiéndonos hacia el salón, cuando entramos Erik estaba de pie al lado de la chimenea con un vaso en su mano, se bebió todo el líquido que tenía el vaso de un trago acercándose a mi mientras nos mirabamos a los ojos.— Lorena acompáñame, sabes que tenemos algo pendiente —
Aquel domingo podría haber sido un dia como otro cualquiera si no fuera porque tenía que acompañar a mi marido a aquella maldita boda, donde sabía perfectamente que me encontraría con Kevin, pero no podría acercarme a él porque si lo hacía y me veía Erik hablar con él, me lo haría pagar muy caro cuando volviéramos a casa y no estaba dispuesta a que le hiciera daño a mi bebe.Ese dia para ir a esa boda, me puse un vestido largo de seda, con escote cuadrado y un corte en el lateral de mi falda, con la espalda descubierta, me deje el pelo suelto, maquillaje las marcas que tenía en mi cuello por los mordiscos que me daba mi esposo y después de pintarse con colores claros y ponerme los zapatos de tacón, me marché del dormitorio, hacia el salón donde estaban mis suegros— Estas preciosa cariño — me dijo mi suegra— Gracias vosotros dos también estáis muy guapos — le respondí— Mi niña, lo se todo, mi espòsa me ha contado lo de tu embarazo y quien es el padre de tu bebe, no te preocupes, Erik
Nos marchamos rozando Kevin mi mano cuando pasamos por su lado, teniendo que cerrar mis ojos al sentir el calor que manaba la mano del hombre que yo amaba — ¿Era necesario que discutieras con Kevin delante de los novios? — pregunte a Erik— Si que lo era, quiero que sepa a quién le perteneces de una puta vez y que sepa no se debe acercar a mi esposa — me dijo, Cuando llegamos al hotel donde se celebraba la comida, la familia de mi esposo y yo nos sentamos en la misma mesa, aparte de sentarse con nosotros también un matrimonio mayor y por lo que pude darme cuenta eran muy amigos de mis suegros. Los camareros empezaron a servir la comida y yo tuve un momento de relajación al estar mi esposo dedicado simplemente a hablar de negocios y de la empresa donde trabajaba su hermano y él con mi suegro y el hombre que se sentó en nuestra mesa, dedicandome mi suegra todas las atenciones y mimos que una madre le puede dar a su hija. Cuando los novios partieron la tarta e iniciaron su primer bail
Erik me cogió con fuerza mi brazo con su mano levantándome de mi silla, cruzando mi mirada con la Kevin que nos miraba con los dientes y los puños apretados, viendo como se iba acercando a donde estábamos, pero al levantarse mi suegra y acercarse a nosotros mi suegro, se quedó quieto en el lugar donde estaba. Nos marchamos del hotel arrastrándome mi esposo con él, haciendo caso omiso a lo que su madre le decía, entramos los cuatro en la limusina, llevándonos el chofer a la casa familiar. Cuando llegamos, Erik cogio mi mano haciendo que caminara a su lado, mientras su padre lo llamaba, pero mi esposo no se giró para nada, haciendo que fuera con él hasta nuestro dormitorio, cerrando la puerta de un portazo echando el cerrojo y.tirándome a la cama con fuerza.— ¿Te lo has follado verdad? — me gritó dándome otro bofetón, tan fuerte que me rompió el labio haciéndome sangrar— No se de que hablas, solamente he ido al cuarto de baño, “”para ya”” por favor — le grite— Entonces ¿porque tardas
Puñetazos, latigazos, bofetones, mordiscos, sexo anal forzado y con dolor, eso fue lo que tuve que soportar de mi esposo aquella noche hasta que se quedo dormido.Por la mañana y ya con mis manos libres, me levanté de la cama despacio para no despertarlo, entre en el cuarto de baño para ducharme, volví al dormitorio viendo a Erik despierto, se levantó sin mirarme, se ducho, se vistio marchandose del dormitorio sin decirme nada. Cuando escuche el ruido del motor de su coche alejarse, me marché del dormitorio hacia la cocina, cuando entré y me senté en una de las sillas entrando minutos después mi suegra que se acercó hasta donde yo estaba abrazandome.—¿Como estas?¿Qué te ha hecho el cabrón de mi hijo? — me pregunto— Nada no te preocupes, los celos lo hicieron volverse loco anoche — le dije sonriendo como mojaba mi entrepiernaAbri las piernas al sentir que estaba mojándome, viendo sangre asustada mi suegra, se fue corriendo de la cocina para llamar a mi suegro y cogiéndome en brazos