Las palabras de Aurora sorprendieron a Oliver, el cual frunce el ceño y su corazón se acelera.—tú... ¿Cómo lo sabes?—¡Eso no importa!— espetó haciendo fuerza para quitarlo de encima, pero es inútil —¡Debías decirlo cuando te pregunté a qué te dedicabas! Pero ahora que lo sé, quiero que te vayas de mi vida —¿Acaso no fue suficiente con demostrarte quien soy realmente? ¿Crees que te haría daño?—¡Sí!— lo mira directamente a los ojos —un mafioso siempre tiene la muerte encima, por favor vete, olvídate de mí, hay muchas mujeres en este mundo que puedes tener—no quiero a ninguna Aurora, te quiero a ti maldición, eres mía y no pienso dejarte el camino libre—¡Estás demente Oliver!— alza su voz, pero luego respira profundamente para calmar su cólera, porque todo se puede salir de control en una fuerte discusión y llamar la atención de sus padres, eso sería aun más complicado —lo estoy por tí Aurora— acerca su rostro al de ella para besarla, pero la chica hace su rostro a un lado esquiv
Intenta retroceder pero el agarre de Oliver no le permite hacerlo. De manera inesperada la lengua de Oliver divaga en su intimidad haciéndola jadear y luego mirarlo a los ojos con esa ferocidad. Lo más excitante es que Spencer la está mirando con una intensidad letal.—Spencer...— pasa saliva y ahora sus labios están entre abiertos —tu sabor es delicioso, quiero escucharte decir que eres mía, solo dilo Pero Aurora no lo quiere decir, sin embargo, siente que se está quemando. Y como no habla, Oliver le propina una buena lamida que hizo temblar sus piernas y gemir.—solo... Toma una decisión— sus palabras son entrecortadas mientras en su rostro tiene un gesto divino de placer —habla, debes decir que eres mía, solo mia— le ordena y la toca a la perfección con sus dedos, ella cierra sus piernas de manera inconsciente por el orgasmo que está en aproximarse pero él no le permite —soy... ¡Ay carajo!— lo agarra del cabello y jala, lo que está sintiendo no lo puede controlar —¡Habla!— vue
—perdón, de verdad lo siento por ponerte en esta situación cuñada, pero ayer estuve platicando con tu hermano por la noche y Llegamos a una conclusión, ahora que estoy en embarazo, mi panza empezará a crecer. Los primeros meses deben ser de mucho cuidado, además, sabes lo sobreprotector que es Miguel. Por favor te lo suplico, ¿Me ayudas?— le hace ojitos de niña buena —de verdad me la pones difícil, necesito respirar un poco —esta bien... Qué dices si vamos y nos tomamos un café —amm no sé— Aurora lo duda un poco ya que ella no ha tenido una relación muy amistosa con Dulce María —anda vamos siiii, mira que necesito matar el antojo de buen, postres ¿Sí?— le suplica con una gran sonrisa que hizo convencer a Aurora—solo... No seas asfixiante —hey pero que malvada eres— niega con la cabeza y camina hacia la salida —por eso no tengo amigas, me mandó un genio de mierda —descuida cariño, aún no has visto el mío, pero tú hermano sí— sonríe maliciosa Al salir de la mansión Parrow, amb
—¿Que haces con mi móvil?— Oliver se acerca y se lo quita—hey no seas malo, solo conteste la llamada para ayudarte, ya que estabas ocupado —¡No Salem! No vuelvas a hacerlo— regaña a su hermana —¿Quién carajos era?— empieza a revisar el móvil y ve que es el número de Aurora, así que la desesperación lo impacienta—supongo que era tu novia, creo que se llamaba Aurora, sí, así me dijo y te mando al infierno —¡No! ¡Carajo! Es tu culpa— la señala y empieza a llamar a Aurora, pero le cae a buzón —no me grites, eres bien ogro— rodea los ojos —intente decirle que soy tu hermana, pero me colgó la llamada, es muy grosera —¡No lo es! Ella es perfecta, pero esa mujer debe estar poseída por el diablo, hasta apagó el movil ¡Joder! Me has metido en problemas— sigue llamando —hablas como si le tuvieras miedo, eso es muy extraño de tu parte. —¡No lo entiendes! Ella es importante para mí, es mi mujer —deja de ser posesivo, literal, eres un puto dolor de huevas. Solo búscala y yo hablo con ella
—Dulce no tengo tiempo ¿Dónde está Aurora? ¿Lo sabes?— Oliver está estresado, pero tampoco quiere ser grosero con Dulce María —¡Eres un miserable! ¿Cómo te atreves a hacerle daño a un chica tan linda como ella?—¡Joder!— exclamó impaciente —no tengo tiempo para darte una maldita explicación, ¿Dónde está ella?—¡No te pienso, decir! Aurora no quiere verte, asi que no quiero problemas. Además, no creo que a la familia de ella le agrade a lo que te dedicas y yo tampoco quiero hablar contigo —¡No te atrevas a colgarme la llamada Dulce María!—¡No me grites, pedazo de mierda, vete al demonio— bufó con su rostro enrojecido de la cólera —¡Espera...! No cuelgues, perdón, por favor házlo por la amistad que tenemos. No quiero hacerle daño a Aurora, ella realmente me importa, solo que está molesta porque mi hermana contesto su llamada y Aurora piensa que tengo otra mujer ¡Pero no es así!Dulce Maria recuerda cuando Aurora hizo la llamada así que se siente contra la espada y la pared. —lo sie
Cuando ve venir a Sebastián Parrow junto a otro hombre, torna un temple frio en su rostro. Ramos no permitió que los escoltas que trajo Sebastián ingresarán a la mansión.—bienvenido señor Parrow— sonríe con malicia, se acerca y extiende su mano para saludar, pero lo único que recibe es un fuerte empujón por parte de Sebastián —cálmate Sebastián— le pide Leandro y Spencer alza sus manos en son de paz —¡No me puedo calmar! ¡Quiero a esté cabrón lejos de la vida de mi hija!— señala a Oliver mientras le lanza una mirada de doble filo —un placer tener la visita de mi suegro, pero le aconsejo que baje la voz— Emilio sabe que sus hombres están camuflados, están esperando un falso movimiento para defenderlo —¡Cierra la maldita boca!— sé le fue a Oliver con ganas, pero Leandro lo alcanzó a agarrar Sebastián está pero encendido de la rabia, ya que junto a Leandro descubrió que uno de sus hombres le estaba pasando información de su hija a Spencer. Por tal motivo la visita inesperada es p
Hawai.—¿Y bien, que te pareció?— Ricardo la observa detenidamente, desea consumir, pero no puede, ya que a pesar de todo está en hora laboral y eso está prohibido —me encanta, el sabor es magnífico, pero ya me siento mareada— deja la copa de coctel vacía —el dulce hace estragos, siendo así, no tomes más. Hay tantos lugares que quiero mostrarte— alza su mano y el mesero se acerca —eso sería genial, realmente no quiero aún irme a dormir, ¿Para qué? Estoy también por trabajo, pero mayormente por vacaciones y la verdad es que mi cuñada tiene buen gusto, este hotel está cumpliendo todas mis expectativas —me agradas, eres tan diferente al resto de las chicas. Ven conmigo— se coloca de pie —¿Que desea, señor Will?— pregunta él mesero —nos retiramos, gracias por tu servicio— le entrega la propina —gracias señor Will, es un placer— el mesero muy emocionado empieza a recoger lo que Aurora consumió Aurora y Ricardo salen del club. —siento que las fotografías aquí, saldrían espectaculare
—¿Qué sucede hermosa, te siento fría?— Ricardo, pero Aurora no le responde porque ella tiene su mirada fija aun en Oliver Spencer —¿Acaso no es, tu novia?— pregunta Salem ya que se percató de la situación —es igual a la de la foto que me mostraste y está con otro hombre —¿Qué carajos?— musitó Oliver buscando a Aurora con su mirada, la cual siendo audaz, disimuló —tenemos que irnos— Aurora empieza a caminar y Ricardo aún sin comprender, le sigue el paso —¡Espera, Oliver! No cometas una maldita locura— Salem lo agarra de la mano, pero como ese hombre es tan arrogante, se suelta con arrebato y camina hacia Aurora Salem tuvo que seguirlo de inmediato mientras los escoltas los protegen. —¡Aurora Parrow!— la menciona con determinación, literal, está que saca su arma y mata a Ricardo, los celos lo tienen al punto de colapso porque para él, Aurora es suya y de nadie más. Es un hombre sumamente posesivo.Aurora y Ricardo se detienen y voltean para ver a Oliver. —Aurora Parrow— hace una