Luego del acuerdo que obtuvo Massimo Parrow con Tatiana, la paso impaciente el fin de semana, tan solo deseaba que llegara el día lunes, para hacerle la dulce venganza a Selene Villarreal.Mientras que Selene había tenido una noche horrible luego de que Massimo se fuera, no pudo divertirse como quería. Siendo domingo, ella prefirió quedarse en su apartamento, bebió demás, y no se ha recuperado del todo.Pero algo pasa, y es que tocan el timbre, ella no tiene ánimos de levantarse, quería que su mejor amigo se quedará y así no estar sola, pero su novio lo llamó y este salió corriendo olvidándose de ella.Al abrir la puerta, abre sus ojos como platos, son sus padres. —¡Mamá, papá! ¿Qué... Qué hacen aquí?— pregunta sorprendida, eso le hizo recobrar energías—¿Qué hacemos? Eres nuestra hija, venimos a ver cómo estás, además tu padre estaba muy canson, moría por verte— Johana la abraza con mucho cariño —por Dios, papá, hace poco que nos separamos, no seas así— Selene le hace pucheros —mi
—veremos que tan profesional eres en tu área— la voz de Massimo, es tan deliciosa para los oídos de Selene, que deseaba que le susurrara cositas ricas —siempre, lo seré señor Parrow, ¿Puede por favor soltarme?— ella mira los labios de Massimo y este sonríe tan perfecto, que ella traga grueso—salimos a primera hora, señorita Jhonson— se acerca un poco más y ella se tensa—como quiera señor Parrow, si quiere que viajemos en el mismo avión, así será— Selene no se queda atrás, sabe que Massimo quiere jugar con ella. La chica toma el atrevimiento de pasar su lengua por los labios provocadores de Massimo y este abre sus ojos como platos, ese gesto pervertido lo tomó por sorpresaSelene sonríe al ver que él se sonrojó y luego lo aparta de un empujón. —¿Qué le sucede señor Parrow? ¿Está muy caliente? Vaya a darse un baño de agua fría. Un jefe, jamás puede tener un acercamiento de este tipo con una empleada, suerte alistando sus maletas— Selene le guiña el ojo y camina hacia la puerta, pero
Selene Villarreal, escucha el timbre de su apartamento, al abrir la puerta, es Mariano junto a una estilista con una loca apariencia.—¡Llegué! Fue difícil conseguir una, pero está no sabe ni a dónde está parada— se refiere a la estilista —pero me mostró sus trabajos y es talentosa, dije que le pagarías muy bien, ¡Necesito vino!— exclamó caminando hacia la cocina —un placer, me llamo Annie—y yo Selene, por favor adelante ¿Quieres tomar algo?—descuida, fumo cigarro, ¿Te importa si lo hago?—bueno... A mí no me agrada el olor, pero respeto los gustos de cada quién, puedes ir a la terraza y hacerlo— Selene le señala la terraza—muchas gracias, prometo no tardar— Selene le sonríe forzosamente y luego al verla salir a la terraza, corre hacia la cocinaMariano está sirviéndose vino. —¿Cómo se te ocurre traer a una chica como ella? Falta que me arregle como si fuera un vampiro, o emo, ¿Qué te pasa?—¡Calma! Me extraña que juzgues la apariencia—no es eso Mariano, solo que quiero verme bie
—disculpe la tardanza, señor Parrow— dijo Selene, al estar cerca de él y el pobre no puede procesar las palabras—¡Estoy aburrida Massimo!— Tatiana se baja del auto —¿Y está qué? No pierdas el tiempo con esa chica, vete a buscar esa gorda, ¿Quién se cree para hacernos esperar tanto?— Tatiana se comporta de manera grosera—¿Nos vamos señor, Parrow?— pregunta Selene, ignorando por completo a Tatiana —¿Eres tú? ¡No! Debe haber una equivocación— Tatiana no lo puede creer, por lo que Selene le arquea una ceja —¿Cuál es el problema señora?— pregunta Selene—Massimo ¿Qué significa esto? ¿Acaso te quieres burlas de mí?— Tatiana está literalmente histérica, se siente opacada al lado de Selene, porque que cuerpazo, que piernas, que trasero y que pechos tan grandes, de paso ese vestido que tiene puesto hace elevar mucho la imaginación de los perversos —¡Al parecer el viaje será muy largo!— Selene se refiere a lo fastidiosa que es Tatiana—¡Sube al auto Tatiana!— ordena Massimo— y ella soltó e
Selene Villareal sonríe a sus adentros, pues no esperaba que Massimo se pusiera tan mal por culpa de ella, ya que no es un secreto lo que él guapo hombre fue a hacer al baño. Tatiana aprovecha que se queda a solas con Selena y le dice. —¿Qué pretendes?— pregunta y se cruza de piernas—¿De qué hablas?— Selene sigue en la laptop—¿De qué? ¡No te hagas la mosca muerta! Te gusta Massimo, pero te informo que él come carne de primera clase— dijo con desprecioSelene sonríe y cierra la laptop, para luego fijar su mirada en ella, la cual sonríe hipócrita, y arquea una ceja.—¿Mi jefe come carne de primera clase?— pregunta Selene —yo no llamaría primera clase a una mujer que no sabe cruzar sus piernas con elegancia y tampoco me llamaría elegancia, a una mujer que no sabe agarrar una copa de vino, y beber de ella. Solo es una zorra queriendo aportar elegancia, pero no la tiene, no tiene ni clase, ni educación—¡Zorra tú...!— la señala Tatiana, su rostro está enrojecido —no, no lo soy, ¿A qué
Massimo la observó marcharse, pero la voz de Tatiana lo sacó de sus pensamientos. —¡Te gustó lo que hicimos en el baño! Que rico ¿Cierto? Si quieres podemos volverlo a hacerlo aquí mismo, a mí me encantan las cosas atrevidas— Tatiana se sube encima de él —bájate, no te quiero cerca —¿Qué? ¿Pero qué diablos, Massimo? —la próxima vez que gimas como una loca olvidando ser sensual, no te volveré a tocar—lo que pasa es que esa estúpida te preocupa, si eso era así, ¿Para qué me has traído? Lo único que estoy pasando en este viaje que apenas empieza son amarguras, y no puedo estresarme tanto, eso da arrugas a temprana edad, y mi cabello deja de ser sedoso y todo por tu culpa, así que cuando lleguemos a Inglaterra, me citas con el mejor estilista, necesito una relajación, esto me tiene al límite de estallar —¿Puedes calmarte? En cuanto lleguemos, irás a tu puto salón de belleza, y dejas mi vida en paz— dijo con arrogancia, tanto que ella rodea los ojos del disgustoMientras Selene Villa
Massimo acelera sus pasos, así que Selene para al verlo acercarse, oprime el botón de cerrar, y las puertas, se empiezan a cerrar lentamente.—¡Selene!— la menciona Massimo, pero ella le sonríe maliciosamente El hombre al ver las puertas cerrarse, maldice en voz alta. —¡Carajo! Lo hiciste a propósito, qué jodida eres Selene, ¿A dónde carajos vas?—¿Le sucede algo?— una señora, de esas que son Sugar, para chicos jóvenes, al ver a Massimo no dudo en acercarse—¡No me pasa nada!— Massimo llega al ascensor, le respondió muy grosero a la señora—yo puedo ayudarte...— ella se acerca a él para seducirlo —señora por favor... No moleste, no pasa nada— dijo Massimo y la volteó a mirar. Para ver que ella tiene cirugías en abundancia —¡Qué joven tan grosero!— espetó—mire señora, vaya a molestar a otro, no me joda la vida— Parrow sube al ascensor—yo también debo subir al ascensor, pero no lo pienso hacerlo con un joven tan desagradable como usted, que es guapo, pero tiene un mal vocabulario—
—te mueves muy bien Selene— Jorge traga grueso, incluso, quiere controlar sus pensamientos perversos, pero es que la forma en que ella se mueve al compás de la música, dándole un movimiento perfecto a su trasero, lo tiene urgido por tocar lo que está prohibido—y tú no te quedas atrás, me encanta bailar bastante, ojalá no te desgastes pronto— Selene le sonríe, y ella se ve perfecta en los ojos de Jorge—no lo haré, si es posible amanecemos juntos, preciosa.La pareja baila muy juntitos, pero con la pequeña distancia por respeto. —¿Disfrutando?— la voz de Massimo Parrow detuvo el corazón de Selene por segundos Jorge y ella dejan de bailar, para mirar a Parrow.—Massimo... Amigo que bueno verte— Jorge extiende su mano para saludarlo y Parrow lo mira con desdén, pero termina estrechando su mano con él—quisiera decir lo mismo, pero definitivamente se me hace extraño que estés aquí— aprieta un poco más —bueno, resulta que el destino cada vez me une más a Selene, y por cosas del destino