Los movimientos de Selene son lentos, son infernales para Massimo porque quiere más rápido, lo que más mata a Massimo es sentir como los líquidos de Selene lo empañan, eso lo tiene gruñendo por lo bajo mientras ella lo observa con deseo, en cómo él gruñe y hace esos mínimos gestos de placer por su causa.—quiero más...— súplica Massimo por lo bajo, Selene está excitada, pero también asustada por las heridas —con... Calma— responde con dificultad, porque siente que quiere más, que quiere gritar y quiere cabalgar en él como si no hubiera un mañana —Selene...— la menciona Parrow—me encantas, Massimo, no sabes cuánto te amo —me tienes loco, bésame, tus besos con mi medicina —no cariño, tus heridas...—tu puedes, házlo con cuidado y no dejes de moverte —me vas a matar Massimo con tus locuras —y tú de placerCuando Massimo la tiene cerca, a escasos centímetros y siente esos labios carnosos los besa con una demencia que Selene aumentó más el ritmo sin presionar a Parrow. —córrete mi
BIENVENIDAS A ESTA NUEVA HISTORIA DE AMOR ROMÁNTICA Y PASIONAL. NO TE PIERDAS NI UN CAPÍTULO, ESPERO TODO TU APOYÓ.La familia Villarreal y Parrow están celebrando la nueva generación, la unión de dos clanes, tras la boda de Selene y Massimo. Mientras que la pareja de recién casados está de luna de miel en la habitación de la clínica, toda la familia está celebrando por lo grande.Incluso los jóvenes invitaron a unos de sus amigos para poder compartir con los de su edad.Dulce Maria, la chica de cabello castaño, piel trigueña, delgada, su cuerpo está bien formado, pero nada comparado a Selene, pues ella es más pequeña y delicada, nada corpulenta.Está observando a todos mientras bebe un sorbo de vino, deleitando su paladar del delicioso sabor que este le ofrece. Cuando de repente, siente que tocan su hombro derecho.—aquí estás— la voz de Miguel Parrow, provocó un erizo en toda su piel—eres tú— se gira a verlo con una gran sonrisa, aquella que desaparece poco a poco al ver la hermosa
—sería un honor que lo hicieras— dijo Miguel, rompiendo el hielo, ese silencio de Dulce María—será un placer— Dulce María desea desaparecer—sería maravilloso que puedas organizar nuestra boda— Natalia le hace ojitos—será mi regalo de bodas— Dulce, sonríe forzosamente, por lo tanto, Miguel se acerca y la abraza, ese abrazo lastima aún más el corazón de la chica —tenemos que hablar— súplica Miguel —¿Cómo pudiste ocultarlo?—te lo iba a decir pero...—¡Cariño!— lo llama Natalia interrumpiendo la conversación —tu prometida te llama— Dulce se aparta e inmediatamente Spencer le agarra la mano para atraerla hacia élMiguel frunce el ceño, es la primera vez que ve a Spencer. —creo que necesitas un trago— Oliver la lleva hacia la barra —suéltame— Dulce se suelta de su agarré, es evidente que su padre la está mirando desde una distancia, puede sentir su pesada mirada —lo lamento, pero no soy el culpable de ese dolor que sientes, ¿Lo amas?Dulce sonríe nerviosamente. —Es mi mejor amigo,
—hablamos en cuanto lleguemos al apartamento— pide Miguel y Dulce María fija su mirada en la ventana, no lo quiere mirar, siente que no es capaz de controlar sus emocionesEl gran silencio invade, por lo tanto, Miguel se enfoca en manejar mientras Dulce se pierde en la hermosa ciudad, de noche es demasiado hermosa.Al llegar al edificio, Miguel ingresa al estacionamiento, al estacionar y apagar el auto, golpea el volante, un fuerte puño que llamó la atención de Dulce María.—quería decírtelo, me molesta que pienses que no eres mi mejor amiga, eres más que eso— dice y el corazón de ella se acelera —eres como una hermana para mí —Dulce sintió un golpe en su pecho —estabas demasiado ocupada con la boda de mi hermano, y luego, cuando te llamé para que me regalarás 5 minutos de tu tiempo— Dulce María se acuerda cuando él la llamo —me dijiste que en otro momento porque estabas muy ocupada. Te di tu espacio, intenté decirte que Natalia vendría, pero luego ya no tuve el valor —¿Por qué Migue
—¿Qué estamos haciendo Dulce?— Miguel cierra los ojos y pasa saliva para sentir las caricias de Dulce Maria —solo... Dejémonos llevar— Dulce suaviza su tono de voz, aunque esta tan excitada que ni siquiera está pensando en que podría ser un gran error entregarse a su mejor amigo, dónde él también la ve como una amiga Pero de pronto, Miguel se aparta y ella queda tan caliente que sus manos están ansiosas por tocarse a sí misma.—Miguel...— lo menciona pero, él le da la espalda y luego dirige sus pasos hacia donde está la botella de whisky para servirse un trago, pero su mente está tan aturdida que deja el vaso de cristal a un lado y lleva el pico de la botella a sus labios, dónde bebió a zancadas sin importa el ardor en su gargantaDulce María al verlo desesperado, sabe que él está en una lucha por querer follar y por el respeto de la amistad.—¿A qué le temes, Miguel?— queda a un lado del hombre que tiene un cuerpo tan delicioso, esos músculos y su abdomen marcado, ella en otras oca
—y tú jamás tendrás a una mujer que se entregue en cuerpo y alma, quiero más Miguel, ya no siento dolor, quiero que acabes conmigo si es la última vez, hazlo como un salvaje, hazlo con pasión fingiendo que me amas— Dulce María lo dijo seguidamente, con su respiración agitada —tus deseos son órdenes Luego de esa corta conversación, la pareja de amigos se entrega sin límites, ni siquiera hubo más palabras, solo gemidos seguidos, rasguños, azotes, nalgadas, bofetadas, besos con lengua, estocadas intensas, suaves y matadoras. Ambos se quedaron dormidos, luego de tremenda maratón que se dieron, y lo mareados que estaban por el whisky, el sueño los venció.Al salir el sol, el celular de Miguel empieza a vibrar, causando molestia en Dulce, porque la vibración es fuerte y el móvil está al lado de ella.De paso su cabeza le duele y su cuerpo... Es como si un camión le hubiera pasado por encima, literal, Miguel la destrozó. Lo más difícil para ella fue abrir sus ojos y encontrarse con el ro
Miguel posa sus manos en su cabeza, y luego suspira profundamente. —¿Qué has hecho hijo?— Parrow se acerca a él, quedando frente a frente mirándolo con desdén —padre... No sé cómo explicarte —¡No mames Miguel! Ese vestido es de la señorita Dulce Maria ¿Cierto? Miguel baja sus manos y con sus hombros caídos asienta con la cabeza, para boom, sentir la fuerte bofetada de su padre en su mejilla derecha, jamás le había puesto una mano encima.—lo merezco, lo sé—¿Qué sabes cabrón? ¡Dulce Maria es la hija de Charles Villareal, el cabecilla de esa familia! ¿Sabes el gran poder que tiene ese hombre? ¿Cómo fuiste capaz?— le grita fuertemente —¡¡Es evidente que ella era virgen!!— agrega al percibir el silencio de su hijo —¡Tú y tu hermano nos están ocasionando problemas después de viejos!— le da la espalda y camina saliendo de la habitación—espera padre, por favor— Miguel lo sigue y Parrow se detiene —¿Y no era que solo la querías como una amiga?—ayer nos pasamos de tragos, no la obligue,
Massimo lo mira detenidamente. —¿Te has enamorado de tu mejor amiga?— pregunta, sin parpadear, literal, está sorprendido—No... No, claro que no. Por algo me comprometí con Natalia —Como dice mi esposa, el que ama no engaña, ¿Entonces por qué llegaste a ese punto?—Massimo no me estás ayudando, solo vine a ver cómo estabas...— Miguel camina hacia la ventana, necesita recibir un poco de aire fresco —¿Eres tonto o te haces?— Massimo lo mira con el ceño fruncido—no me entiendes, ni yo mismo me entiendo. Mi relación con Dulce siempre ha sido buena, mejores amigos que se cuentan todo, ella conoce todo de mí y viceversa. Ayer paso lo que pasó porque habíamos consumido alcohol y no puedo negar que Dulce es hermosa, es un Dulce néctar que probé sin remordimiento, lo disfrute, y eso me preocupa— voltea a mirar a su hermano —cuando desperté ella no estaba, quizás también está arrepentida, no sé si pueda ser capaz de mirarla a los ojos, no entiendo qué putadas paso. La he vestido en traje de