Miguel posa sus manos en su cabeza, y luego suspira profundamente. —¿Qué has hecho hijo?— Parrow se acerca a él, quedando frente a frente mirándolo con desdén —padre... No sé cómo explicarte —¡No mames Miguel! Ese vestido es de la señorita Dulce Maria ¿Cierto? Miguel baja sus manos y con sus hombros caídos asienta con la cabeza, para boom, sentir la fuerte bofetada de su padre en su mejilla derecha, jamás le había puesto una mano encima.—lo merezco, lo sé—¿Qué sabes cabrón? ¡Dulce Maria es la hija de Charles Villareal, el cabecilla de esa familia! ¿Sabes el gran poder que tiene ese hombre? ¿Cómo fuiste capaz?— le grita fuertemente —¡¡Es evidente que ella era virgen!!— agrega al percibir el silencio de su hijo —¡Tú y tu hermano nos están ocasionando problemas después de viejos!— le da la espalda y camina saliendo de la habitación—espera padre, por favor— Miguel lo sigue y Parrow se detiene —¿Y no era que solo la querías como una amiga?—ayer nos pasamos de tragos, no la obligue,
Massimo lo mira detenidamente. —¿Te has enamorado de tu mejor amiga?— pregunta, sin parpadear, literal, está sorprendido—No... No, claro que no. Por algo me comprometí con Natalia —Como dice mi esposa, el que ama no engaña, ¿Entonces por qué llegaste a ese punto?—Massimo no me estás ayudando, solo vine a ver cómo estabas...— Miguel camina hacia la ventana, necesita recibir un poco de aire fresco —¿Eres tonto o te haces?— Massimo lo mira con el ceño fruncido—no me entiendes, ni yo mismo me entiendo. Mi relación con Dulce siempre ha sido buena, mejores amigos que se cuentan todo, ella conoce todo de mí y viceversa. Ayer paso lo que pasó porque habíamos consumido alcohol y no puedo negar que Dulce es hermosa, es un Dulce néctar que probé sin remordimiento, lo disfrute, y eso me preocupa— voltea a mirar a su hermano —cuando desperté ella no estaba, quizás también está arrepentida, no sé si pueda ser capaz de mirarla a los ojos, no entiendo qué putadas paso. La he vestido en traje de
Frente al restaurante Blues, Dulce se debate si baja o no del auto. —¿Qué esperas?— pregunta Mariano que está de piloto —no sé qué carajos me pasa pero, pareciera que los pies no me dan— Dulce mira por la ventana hacia el restaurante Blues—prima, no lo pienses tantos, entre más pienses más miedo te da, acuérdate que heredamos el espíritu de valentía, baja del auto y haz todo lo que hablamos— le aconseja Selene Dulce Maria abre la puerta del auto, pero siente que no puede, literal está nerviosa, sus piernas le tiemblan.—¡A la m****a!— Mariano baja del auto muy enojado y luego se acerca a Dulce y la baja —¡Hey... Eres un idiota!— espetó furiosa —disfruta, pon todo en práctica— Mariano cierra la puerta del asiento trasero y regresa al asiento de piloto—¡Mariano me la pagarás!— lo señala Dulce María—como digas querida— dice con una sonrisa de oreja a oreja y enciende el auto —mucha suerte Dulce— le desea Selene sonriendo ampliamente, sabiendo que eso que siente Dulce, ella lo sin
—el destino quiere vernos juntos— le sonríe ampliamente mientras Miguel lanza su mirada afilada y Natalia lo agarra de la mano pudiendo percibir que algo extraño le está sucediendo a Miguel con Dulce Maria —Estás guapísimo. En estos momentos estoy organizando la boda de mi mejor amigo, por cierto, te lo presento, Miguel y su prometida Natalia Oliver extiende su mano hacia Miguel, el cual la recibe sin dejar de mirarlo a los ojos. —un gusto conocer al mejor amigo de Dulce. Felicidades por su compromiso, el matrimonio es un paso importante, debes amar mucho a tu prometida—claro que me ama, nos amamos con locura ¿Cierto, cariño?— Natalia sonríe forzosamente—así es— se suelta Miguel del agarre de Oliver para tomar a Natalia de la cintura —es la indicada. Pero llegaste en un mal momento, estamos hablando de nuestra boda ¿Te puedes retirar?— Miguel habla sin pelos en la lengua—¡Miguel!— exclama Natalia por el comportamiento de él—no seas grosero Miguel— lo mira con enfado Dulce María
Miguel tuvo que callar los gemidos ardientes de Dulce Maria, y soportar el gruñir de lo rico que se siente estar dentro de ella. Parrow no es un hombre de estar con muchas mujeres, es reservado, y desde que conoció a Natalia se había aguantado las ganas porque ella no quería tener sexo, que porque es pecado hacerlo sin estar casados y él respetó esa decisión, pero realmente lo que lo arrastró a este impacto lujurioso, es ver a Dulce María con otro. Aunque en ocasiones atrás, la veía compartir con otros hombres, incluso besarse, ella le decía que nada en serio porque ninguno de esos hombres cumplían con su expectativa, pero cuando la vio con Óliver, y razonar de que Spencer tiene lo suyo y que quizás le guste a Dulce por la forma en que bailaron en la fiesta, eso despertó en él algo desconocido, sin embargo, cuando ella le dió luz verde en el apartamento, paso lo que pasó.Dulce Maria no sabe ni que hacer, solo siente orgasmo trás orgasmos que tiene a Miguel en la cima y soportando no
—¡Lo sabía, sabía que te traes algo con Miguel!— Natalia está echando chispas Dulce Maria sonríe maliciosa, pero sabe que no le conviene un espectáculo y más si Miguel no está seguro de lo que siente, así que le dice.—Creo que es la única forma que dejes de molestar, por cierto, a Miguel no le gustan las mujeres tóxicas, solo déjalo libre, ¿Seguimos con la boda o me voy? Porque siendo sincera no me agradas, y tampoco me agrada organizar tu boda de mierda —lamento la tardanza— Miguel toma asiento pero, no mira a Dulce—¿Dónde estabas?— pregunta Natalia, Dulce María observa silenciosamente—Recibí una llamada importante. Me tengo que ir, sigan hablando ustedes dos— Miguel se siente muy incómodo—¿Qué? Pero Miguel, la boda es de dos personas, no puedes dejarme todo a mi— Natalia lo toma de las manos —tengo mucho trabajo en la empresa, mi padre me necesita...—¿Qué sucede? Estás, extraño cariño— le murmura al oído para que Dulce no escuché —no pasa nada, te llamo luego— Miguel se col
Natalia mira a Dani con ojos de súplica, así que se apresura a decir. —es algo muy personal de mi vida, pero hablamos después Natalia, yo también quiero ser participe del mejor día de tu vida— lo dice con dolor, un dolor que Natalia percibe y hace que Dulce tenga un mal pensamiento por el tono de voz de Dani—vamos, nos están esperando— la madre de Natalia está muy afanada Al ingresar todas a la boutique de vestidos de novia más prestigiosa de Nueva York, los ojos de Natalia parecen dos luceros, sabe lo costoso que son los vestidos, y lo único que quiere es tener el que más cueste, para poder presumir ante sus amigas.—Hola. Soy Manuel, un placer poder ser parte del mejor día de su vida ¿Cuál es la novia?— pregunta el hombre de una edad aproximadamente 40 años, con su cabello canoso, pero está bien conservado a su edad, además, del traje excepcional de diseñador que tiene puesto, tan guapo es, que la madre de Natalia ya le está haciendo ojitos por lo tanto, Dulce piensa que si la mad
—desde un principio te deje las cosas claras Dani— Natalia hace que el vestido caiga a sus pies, quedando en ropa interior—pero dijiste que no era nada serio, y mira al punto que estás llegando, me haces estar en ridículo—haber Dani— se voltea a mirarlo con desdén — mírate al espejo, eres un hombre con facciones de mujer, pareces una mujer ¿Lo sabes verdad? Y por parecerte una mujer todos te rechazan porque al verte vestido de hombre piensan que eres lesbiana. Así que deberías agradecer que estoy contigo. Miguel es mi pasaporte para lograr mis sueños—¿Y yo?— pregunta acorralando a Natalia—solo bésame, te extrañe y solo llegas a discutir— habla Natalia con voz de seducción—tengo celos...—no los tengas, solo bésame— Natalia mira los labios finos de Dani, el cual no sé pudo resistir y termina besándola con ganas de hacerla suya en ese momentoDulce Maria abre sus ojos como platos, es algo súper impactante, eso no se lo esperaba. Al buscar su móvil, maldijo mentalmente porque recuer