—el destino quiere vernos juntos— le sonríe ampliamente mientras Miguel lanza su mirada afilada y Natalia lo agarra de la mano pudiendo percibir que algo extraño le está sucediendo a Miguel con Dulce Maria —Estás guapísimo. En estos momentos estoy organizando la boda de mi mejor amigo, por cierto, te lo presento, Miguel y su prometida Natalia Oliver extiende su mano hacia Miguel, el cual la recibe sin dejar de mirarlo a los ojos. —un gusto conocer al mejor amigo de Dulce. Felicidades por su compromiso, el matrimonio es un paso importante, debes amar mucho a tu prometida—claro que me ama, nos amamos con locura ¿Cierto, cariño?— Natalia sonríe forzosamente—así es— se suelta Miguel del agarre de Oliver para tomar a Natalia de la cintura —es la indicada. Pero llegaste en un mal momento, estamos hablando de nuestra boda ¿Te puedes retirar?— Miguel habla sin pelos en la lengua—¡Miguel!— exclama Natalia por el comportamiento de él—no seas grosero Miguel— lo mira con enfado Dulce María
Miguel tuvo que callar los gemidos ardientes de Dulce Maria, y soportar el gruñir de lo rico que se siente estar dentro de ella. Parrow no es un hombre de estar con muchas mujeres, es reservado, y desde que conoció a Natalia se había aguantado las ganas porque ella no quería tener sexo, que porque es pecado hacerlo sin estar casados y él respetó esa decisión, pero realmente lo que lo arrastró a este impacto lujurioso, es ver a Dulce María con otro. Aunque en ocasiones atrás, la veía compartir con otros hombres, incluso besarse, ella le decía que nada en serio porque ninguno de esos hombres cumplían con su expectativa, pero cuando la vio con Óliver, y razonar de que Spencer tiene lo suyo y que quizás le guste a Dulce por la forma en que bailaron en la fiesta, eso despertó en él algo desconocido, sin embargo, cuando ella le dió luz verde en el apartamento, paso lo que pasó.Dulce Maria no sabe ni que hacer, solo siente orgasmo trás orgasmos que tiene a Miguel en la cima y soportando no
—¡Lo sabía, sabía que te traes algo con Miguel!— Natalia está echando chispas Dulce Maria sonríe maliciosa, pero sabe que no le conviene un espectáculo y más si Miguel no está seguro de lo que siente, así que le dice.—Creo que es la única forma que dejes de molestar, por cierto, a Miguel no le gustan las mujeres tóxicas, solo déjalo libre, ¿Seguimos con la boda o me voy? Porque siendo sincera no me agradas, y tampoco me agrada organizar tu boda de mierda —lamento la tardanza— Miguel toma asiento pero, no mira a Dulce—¿Dónde estabas?— pregunta Natalia, Dulce María observa silenciosamente—Recibí una llamada importante. Me tengo que ir, sigan hablando ustedes dos— Miguel se siente muy incómodo—¿Qué? Pero Miguel, la boda es de dos personas, no puedes dejarme todo a mi— Natalia lo toma de las manos —tengo mucho trabajo en la empresa, mi padre me necesita...—¿Qué sucede? Estás, extraño cariño— le murmura al oído para que Dulce no escuché —no pasa nada, te llamo luego— Miguel se col
Natalia mira a Dani con ojos de súplica, así que se apresura a decir. —es algo muy personal de mi vida, pero hablamos después Natalia, yo también quiero ser participe del mejor día de tu vida— lo dice con dolor, un dolor que Natalia percibe y hace que Dulce tenga un mal pensamiento por el tono de voz de Dani—vamos, nos están esperando— la madre de Natalia está muy afanada Al ingresar todas a la boutique de vestidos de novia más prestigiosa de Nueva York, los ojos de Natalia parecen dos luceros, sabe lo costoso que son los vestidos, y lo único que quiere es tener el que más cueste, para poder presumir ante sus amigas.—Hola. Soy Manuel, un placer poder ser parte del mejor día de su vida ¿Cuál es la novia?— pregunta el hombre de una edad aproximadamente 40 años, con su cabello canoso, pero está bien conservado a su edad, además, del traje excepcional de diseñador que tiene puesto, tan guapo es, que la madre de Natalia ya le está haciendo ojitos por lo tanto, Dulce piensa que si la mad
—desde un principio te deje las cosas claras Dani— Natalia hace que el vestido caiga a sus pies, quedando en ropa interior—pero dijiste que no era nada serio, y mira al punto que estás llegando, me haces estar en ridículo—haber Dani— se voltea a mirarlo con desdén — mírate al espejo, eres un hombre con facciones de mujer, pareces una mujer ¿Lo sabes verdad? Y por parecerte una mujer todos te rechazan porque al verte vestido de hombre piensan que eres lesbiana. Así que deberías agradecer que estoy contigo. Miguel es mi pasaporte para lograr mis sueños—¿Y yo?— pregunta acorralando a Natalia—solo bésame, te extrañe y solo llegas a discutir— habla Natalia con voz de seducción—tengo celos...—no los tengas, solo bésame— Natalia mira los labios finos de Dani, el cual no sé pudo resistir y termina besándola con ganas de hacerla suya en ese momentoDulce Maria abre sus ojos como platos, es algo súper impactante, eso no se lo esperaba. Al buscar su móvil, maldijo mentalmente porque recuer
Para Dulce María cada segundo es una tortura para que llegue la ahora acordada en verse con Miguel, además, no comprende por qué en el viñedo, por qué tan lejos y eso es algo que la intriga demasiado, que la hace ilusionarse pero bajarse en ese instante de la nube de amor.La hermosa chica eligió un hermoso vestido color vino, espectacular, largo hasta los tobillos pero un poco suelto, además su cabello suelto en ondas suaves, realmente se ve tierna, elegante, pero a la vez sexy.Su madre no estaba de acuerdo que fuera tan bonita, lo que menos quiere es que su hija sufra, todo padre no quiere ese sentimiento de desamor para sus hijos pero lastimosamente deben vivir sus vidas, ya que cada quien es libre de tomar decisiones.Decisión que la llevó a verse con Miguel por más que su madre le aconsejó que no. Ahora ella está en el viñedo Parrow, lugar que le parece mágico, hermoso e ideal para olvidar el dolor.Al bajar de su auto, mira ansiosa hacia la entrada del viñedo donde está Miguel
—¡Dulce, espera!— intenta detenerla pero ella hace caso omiso a sus súplicas —debes entenderme, ya me comprometí. Además, no entiendo porque dices eso, si Natalia solo tiene ojos para mí, lo único que quieres es que yo no me case con ella, no tienes que inventar toda esa mierda—¿¡Inventar!?— pregunta volteando a mirarlo como si el diablo se hubiera apoderado de ella, y lo que supuestamente iba hacer una cena tranquila, terminó en un desastre —yo...— intentó hablar pero lo que siente es el tacón de Dulce María en la cabeza —¡Diablos!— se queja del dolor —algo tenemos las mujeres Villarreal y es que no tenemos que estar inventando información para retener a un hombre, no me vuelvas a buscar Miguel, olvídate de mí— empieza a correr dejando caer el otro tacónElla corre sin mirar atrás con su corazón destrozado, hasta llegar a su auto y lo peor es que no escucho más las súplicas de Miguel. Al subir al auto y mirar hacia la entrada del viñedo, Miguel viene corriendo para poder detenerla
—¿¡Qué!?— el corazón de Natalia bombea seguidamente—¡Responde!— le grita, y cuando la señora Hortensia escucha la pregunta arrogante de Miguel se atreve a salir —pero ¿Cuáles son esos gritos?— sé para al lado de Natalia —¡Responde Natalia! ¡Dime la puta verdad!— le grita y la señala sin dejar de mirarla con ganas de matarla —¡Me haces el favor Miguelito, a mi hija no le gritas!— interviene, Hortensia —¡No sé meta señora!— Miguel está pero con un genio infernal —¡Respeta a mi madre!— lo abofetea Natalia —no hija, tranquila, lo que pasa es que Miguelito te ama y seguramente le dijeron cosas falsas de tí, lo cual me parece desagradable porque mi hija es criada por una mujer decente. Mi hija, se ha guardado para tí, no puedes venir a acusarla—¿Cómo puedes desconfiar de mí?— le pregunta Natalia haciéndose la víctima —madre déjame a solas por favor, no tengas miedo que no me pienso dejar de MiguelLa señora Hortensia está preocupada, no quiere perder la oportunidad de estar relacion