—¡Ni loca! Te voy a aclarar algo Massimo Parrow, no soy tu propiedad— Selene camina hacia la puerta, necesita salir de ese lugar, las palabras de Massimo la confundenPero él muy ingrato la agarra de la mano y la atrae hacia él. —¿Por qué te resistes? Si es eso lo que tú quieres —no te creo nada, y no pienso dejarme pistear de tí. Además, soy la novia de Jorge, y soy leal— intenta apartarlo —lo mejor es que me sueltes, no quiero formar un escándalo estando tu madre. Debería darte vergüenza, eres un poco hombre —lo acepto, soy un poco hombre, pero uno, que logrará lo que quiere. Ahora, querías saber si me gustas, y sí me gustas ¿Por qué no?— la mira de manera coqueta—deja de decir tonterías, no está tu madre para que mientas —tú lo has dicho. Es real que me gustas, y si tenemos una seria relación, quizás llegue a amarte —no estoy para recibir migajas —no me voy a rendir, siempre tengo lo que quiero— le guiña el ojo —eres mía, tu virginidad será para mí y sé que te vas a guardar p
El día transcurre lento para Selene, aunque no tardaron tanto en decorar el penthouse. En sí la decoración no es exagerada, pero está mejor que el apartamento donde vivía antes. El timbre suena y ya sabe Selene que es su hermano.—voy— dijo Mariano y Selene se sirve un poco más de vino. Está sentada en el cómodo mueble.Si no fuera por Mariano, ella estaría más triste y ni ánimos hubiera tenido para decorar el penthouse en poco tiempo, lo que hace el dinero y una buena amistad. Cuando Mariano abre la puerta, abre sus ojos como platos y su corazón se acelera. No es Israel, es un mensajero, y en sus manos trae un gran ramo de rosas rojas.—¡Santa madre!— exclamó Mariano—¿La señorita Villarreal?— pregunta él mensajero—¿Quién envía eso?— Mariano está sorprendido—es de parte del señor Massimo Parrow—¡Massimo Parrow! Sí... Adelante— Mariano lo deja entrar y cuando Selene vio el ramo de rosas rojas, por poco y escupe el vino —creo que se han equivocado de lugar— se apresura a decir Se
—¿Selene? ¿Nena?— dice Jorge, ya que ella está en silencio—Amm sí. Te espero, espero verte pronto—nena ¿Qué sucede? Te escucho extraña, sabes que si algo te pasa, puedes decirlo, somos novios, pero también amigos Ella hace silencio por segundos, y luego, dice.—solo estoy cansada, tuve un día agotador, te enviaré por texto mi nueva dirección. Sé que tienes preguntas, pero es mejor hablarlo personalmente—tienes razón nena, te dejo descansar, estoy emocionado por verte, por besar tus labios—también... Quiero verte, hasta luego— Selene cuelga la llamada Parrow vuelve a llamar, pero ella le cuelga la llamada. Así que él le envía un texto.—no puedes huir de mí, futura esposa— ella siente un fuerte palpitar en su pecho Sin embargo, no le responde, cierra sus ojos y trata de relajar su mente. —no te dejes Selene, tú eres más inteligente. Es mejor que piensen que eres vulnerable, para luego dar el gran golpe, como toda una Villarreal, tú puedes... —¿Qué haces ahí?— preguntó Mariano
—¡Vaya, que grata sorpresa!— sonríe Parrow, por nada del mundo se va a dejar intimidar por IsraelIsrael le da una buena jalada al cigarro y luego lo lanza al suelo. —¿Qué haces aquí?— Massimo detiene sus pasos —¡Oh, vaya!— exclamó al ver a los hombres de Israel, aparecer de la nada —¿Acaso te da miedo venir solo?— pregunta sin dejarlo de mirar Israel expulsa el humo del cigarro y luego emboza una sonrisa maliciosa. —¿Aún no has aprendido a conocerme? ¿O acaso se te olvida quién me engendró? —¡No me importa! De hecho tu presencia repugna mi alma. Y ni creas que los golpes que me diste los pasaré por alto, eso me lo vas a pagar —Eso es algo poco para mí, siento que te mereces mucho más, por lastimar a mi hermana, no eres suficiente para ella. Además, me alegra que esté con Jorge —¿Seguro? Conozco a Jorge como la palma de mi mano y puedo decir con seguridad, que soy mejor partido para Selene que él— sonríe —pero resulta que aquí no importas tú— ingresa sus manos en los bolsillos d
—no entiendo... De qué hablas— Massimo está sorprendido—¿No?— lo mira fijamente a los ojos —es la modelo con la que has estado saliendo, tú madre está afuera hablando con ella porque no la deja entrar a la mansión ¿Qué carajos te pasa?— le grita —te dije claramente, te aconseje para que evitarás estás mierdas —papá, esto debe ser un malentendido—¡Cállate bastardo de mierda! Sales inmediatamente y hablas con esa chica, porque no quiero más escándalos en mi casa. Mi casa la respetan. Tu madre y yo estamos en una edad en la que queremos tener paz luego de haber estado separados por mucho tiempo—de verdad lo lamento, un permiso— Massimo camina hacia la entrada principal, mientras acomoda su corbata y su padre va detrás, necesita calmar a su esposa Anastasia que está histérica—¡Dígale a su hijo que salga! ¡Es un poco hombre!— grita TatianaEn ese momento aparece Parrow, y cuando la ve, siente que perdió la paciencia.Anastasia al verlo, le lanza una mirada matadora y Massimo traga gru
—perdone señor Parrow— se apresura a decir él italiano, y observa cuando Massimo se para al lado de Selene y la toma de la mano, pero ella inmediatamente intenta soltarse de élPero el toque de la puerta enoja a parrow.—¡Adelante!— da el paso. Al abrirse la puerta, la mirada de Jorge es sorpresiva, al ver a Selene tomada de la mano con Parrow Selene fue más brusca al soltarse de Massimo, mientras que el italiano observa con el ceño fruncido por lo extraño que se comportan.—¡Jorge!— la voz de Selene es algo nerviosa Pero Jorge no le responde, está algo molesto por lo que vió. Para darle calma a su novio, lo que hace es posar sus manos en el rostro de Jorge y darle un beso con sensualidad.El italiano mira a Massimo y luego a la pareja que se está besando.Parrow está muy enfadado por la interrupción de Jorge, y por la forma en que besa a Selene, pero más por venir a su oficina después de la discusión que tuvieron —¿Me está tomando el pelo?— pregunta él italiano a Massimo Por lo
—ese asunto lo arreglo con ella, ahora, lárgate de mi presencia— ordenó Parrow con autoridad, y como Jorge no se quería ir, lo sacan de la oficinaMassimo se siente demasiado estresado con el tema de Tatiana. Así que le apetece beber un trago de whisky, se coloca de pie, camina hacia la mesa decorativa dónde tiene el whisky de calidad y se sirve un trago, para luego beberlo a fondo.Su mayor preocupación son sus padres, en realidad más su madre. Debido a que ella le está dando la oportunidad de manejar la empresa de inversiones. Sabe que ella le puede quitar todo y eso tampoco le ayuda, ya que él quiere formarse de manera independiente pero, para hacerlo, debe trabajar en la empresa de su madre.—¡El italiano!— exclamó, debido a la discusión con Jorge y sus pensamientos que lo atormentan, lo había olvidado Antes de marcharse, se sirvió otro trago y lo bebió a fondo, sintiendo su garganta arder.Al llegar a la sala de juntas, encuentra a Selene y el italiano, hablando animadamente.—¿
—no juegues Selene...— la mirada de Parrow, se transforma en una mirada hambrienta hacia ella—¿Yo...?— pregunta Selene, con inocencia y luego se agacha lentamente sin perder el contacto visual—¿Qué haces?— Massimo está perplejo, en la forma en como ella se torna seductora, como toda una profesional en la seducción y realmente le fascina ese lado, a la vez, inocente y perverso —¿Me tienes miedo, Massimo?— lo suelta de la corbata para poder bajar en totalidad, se arrodilla ante ese hombre degenerado y le sonríe con maliciaMassimo empuña sus manos. ¿En qué momento todo se volvió tan caliente? Ni él lo entiende, pero quiere inmediatamente ser atendido.—¿De qué manera te gusta tener sexo?— pregunta y él se sorprendió aún más Pero más se sorprendió, cuando ella desabrocha su pantalón y baja el cierre totalmente, inmediatamente la boca se le hizo agua.—quiero que te lo comas completo— ordena, y siendo muy atrevido, lo saca, y efectivamente está erecto y con efectoSelene sintió un co