—no entiendo... De qué hablas— Massimo está sorprendido—¿No?— lo mira fijamente a los ojos —es la modelo con la que has estado saliendo, tú madre está afuera hablando con ella porque no la deja entrar a la mansión ¿Qué carajos te pasa?— le grita —te dije claramente, te aconseje para que evitarás estás mierdas —papá, esto debe ser un malentendido—¡Cállate bastardo de mierda! Sales inmediatamente y hablas con esa chica, porque no quiero más escándalos en mi casa. Mi casa la respetan. Tu madre y yo estamos en una edad en la que queremos tener paz luego de haber estado separados por mucho tiempo—de verdad lo lamento, un permiso— Massimo camina hacia la entrada principal, mientras acomoda su corbata y su padre va detrás, necesita calmar a su esposa Anastasia que está histérica—¡Dígale a su hijo que salga! ¡Es un poco hombre!— grita TatianaEn ese momento aparece Parrow, y cuando la ve, siente que perdió la paciencia.Anastasia al verlo, le lanza una mirada matadora y Massimo traga gru
—perdone señor Parrow— se apresura a decir él italiano, y observa cuando Massimo se para al lado de Selene y la toma de la mano, pero ella inmediatamente intenta soltarse de élPero el toque de la puerta enoja a parrow.—¡Adelante!— da el paso. Al abrirse la puerta, la mirada de Jorge es sorpresiva, al ver a Selene tomada de la mano con Parrow Selene fue más brusca al soltarse de Massimo, mientras que el italiano observa con el ceño fruncido por lo extraño que se comportan.—¡Jorge!— la voz de Selene es algo nerviosa Pero Jorge no le responde, está algo molesto por lo que vió. Para darle calma a su novio, lo que hace es posar sus manos en el rostro de Jorge y darle un beso con sensualidad.El italiano mira a Massimo y luego a la pareja que se está besando.Parrow está muy enfadado por la interrupción de Jorge, y por la forma en que besa a Selene, pero más por venir a su oficina después de la discusión que tuvieron —¿Me está tomando el pelo?— pregunta él italiano a Massimo Por lo
—ese asunto lo arreglo con ella, ahora, lárgate de mi presencia— ordenó Parrow con autoridad, y como Jorge no se quería ir, lo sacan de la oficinaMassimo se siente demasiado estresado con el tema de Tatiana. Así que le apetece beber un trago de whisky, se coloca de pie, camina hacia la mesa decorativa dónde tiene el whisky de calidad y se sirve un trago, para luego beberlo a fondo.Su mayor preocupación son sus padres, en realidad más su madre. Debido a que ella le está dando la oportunidad de manejar la empresa de inversiones. Sabe que ella le puede quitar todo y eso tampoco le ayuda, ya que él quiere formarse de manera independiente pero, para hacerlo, debe trabajar en la empresa de su madre.—¡El italiano!— exclamó, debido a la discusión con Jorge y sus pensamientos que lo atormentan, lo había olvidado Antes de marcharse, se sirvió otro trago y lo bebió a fondo, sintiendo su garganta arder.Al llegar a la sala de juntas, encuentra a Selene y el italiano, hablando animadamente.—¿
—no juegues Selene...— la mirada de Parrow, se transforma en una mirada hambrienta hacia ella—¿Yo...?— pregunta Selene, con inocencia y luego se agacha lentamente sin perder el contacto visual—¿Qué haces?— Massimo está perplejo, en la forma en como ella se torna seductora, como toda una profesional en la seducción y realmente le fascina ese lado, a la vez, inocente y perverso —¿Me tienes miedo, Massimo?— lo suelta de la corbata para poder bajar en totalidad, se arrodilla ante ese hombre degenerado y le sonríe con maliciaMassimo empuña sus manos. ¿En qué momento todo se volvió tan caliente? Ni él lo entiende, pero quiere inmediatamente ser atendido.—¿De qué manera te gusta tener sexo?— pregunta y él se sorprendió aún más Pero más se sorprendió, cuando ella desabrocha su pantalón y baja el cierre totalmente, inmediatamente la boca se le hizo agua.—quiero que te lo comas completo— ordena, y siendo muy atrevido, lo saca, y efectivamente está erecto y con efectoSelene sintió un co
Por la forma en que la llama Parrow, sabe que el hombre está sumamente furioso.—¡Lo que me espera!— susurro, retomando su compostura —¡Selene!— Parrow la está llamando y cada vez su voz se escucha más cerca Ella sale del baño, y al verlo de espaldas regañando a los empleados por estar murmurando, se acerca con un temple serio en su rostro.—¿Me llama, señor Parrow?Massimo deja de reprender a los empleados para voltear a mirar a la mujer que lo dejo atado en la barandilla de la terraza y de paso con ganas de sexo.—¡¡Sí!!— afirma a gritos y ella se mantiene serena —¡A mí oficina, ahora!— le grita en toda la cara y ella se aguanta la cóleraAl ingresar a la oficina, escucha como Parrow cierra la puerta de un portazo.—¿Qué desea, jefe?— ella sigue controlando su temperamentoY eso le molesta a Massimo, que ella actúe como si nada.Él se para frente a ella y la mira fulminantemente. Sin embargo, no le reclama por lo que pasó, y eso entro, la inquietud en Selene, siente que algo trama
—Massimo no pierde el tiempo. Aunque no lo acepté, Tatiana siempre le ha gustado, lo que pasa es que él es frío con sus sentimientos. Y creo que esos dos tendrán una seria relación, ya que serán padres— dijo Jorge sin dejar de mirar a la pareja que se está besando, mientras que Selene, siente un fuego ardiente en su corazón, siente esas ganas de ir hacia Tatiana y agarrarla del cabello para que se aleje de MassimoSin embargo, Selene se comporta normal aunque se esté muriendo por dentro. Un mesero se acerca. —bienvenidos— hace una mini reverencia y le entrega a cada uno, una copa de vino Selene se la bebió a fondo y Jorge se percata que le afectó haber visto a Parrow besarse con Tatiana.—¿Estás bien?— pregunta —estoy perfecta, deberíamos bailar, a pesar que es de trabajo, debemos divertirnos un poco— Selene lo agarra de la mano, y lo lleva hacia el centro, para bailar Lo peor de todo es que al pasar otro mesero, ella agarra la copa de vino y la bebió a fondo, por lo que Jorge le d
—tengo calor...— Selene siente que todo le da vueltas, y cada vez su cuerpo se siente más y más caliente sin poderlo controlar—calma, ya casi...Massimo está pensando qué hacer. No puede llevarla a una clínica o hospital, porque claramente la familia Villarreal se daría cuenta y eso sería tener problemas o que quizás piensen que él la drogó.Lo único que se le viene a la cabeza, es llevarla a su apartamento privado, lo cual es loco, ya que él jamás ha llevado a una mujer a ese apartamento, pero no tiene opción.Al llegar a su auto, se acerca Randy.—¿Señor?— le habla, ya que siente temor al ver a Selene en ese estado y no le conviene que su jefe se meta en problemas, serían problemas para él también —necesito que alejes a Tatiana y a Jorge, no quiero que salgan de aquí, no quiero que me vean salir —sí señor —Massimo, ¿Eres tú?— pregunta Selene mirándolo con extrañeza —ven, sube al auto— Massimo la ayuda a subir y le coloca el cinturón de seguridad—señor ¿Seguro que está bien?
Parrow deja caer el vaso de cristal que contiene poco whisky, al suelo.El cigarrillo que estaba a punto de llegar a la colilla, lo deja caer, para tener sus manos libres, tomarla de la cintura con determinación y colocarse de pie.—quiero más de tí— Selene lo empieza a besar y siente su cuerpo arder. Parrow la lanza a la cama con sutileza para luego subirse encima de ella sin aplastarlaSelene aprovecha para enrollar sus piernas en la cintura del cruel hombre, del hombre de sus pesadillas, y Parrow no duda en hacer movimientos exquisitos. Rozar sus intimidades provocando más lujuria mientras se besaban con desesperación.Ella ni siquiera sabe, no tiene idea de lo que está haciendo, así que dejándose llevar por lo que siente, empieza a desnudar a Massimo.—me encanta su abdomen— dice y posa sus manos, para sentir esos cuadritos definidos —Selene, no quiero hacerlo, tú me odias, dijiste que perderías tu virginidad con cualquier hombre que no sea yo, aunque quiero follarte y dejarte si