Enfade tanto a la amante de mi hijo cuando le escupí en su preciosa cara, que me dio un puñetazo en la cara haciéndome sangrar por la nariz, Giuliano al ver la sangre que me salia, se acercó a nosotras cogiendo a su amante por los brazos apartandola de mí, mientras que ella no hacía más que darle puñetazos y patadas a mi marido hasta que él logró calmarla. Cuando se atrevió Giuliano a soltarla, Arianna tenía la cara tan roja que asustaba señalandome con su dedo. — Me lo pagarás zorra, esto no se va a quedar así y enterate que Giuliano siempre a sido mio, tengo a sicarios siguiendote los pasos día y noche y un accidente lo puede tener cualquiera, me da igual que tengas a ese bastardo en tu vientre, — me dijo gritando — Arianna te lo advierto, no toques a mi esposa y dejala tranquila, si pierde a mi hijo, hablaremos tu y yo pero con las armas — contestó mi marido — Giuliano no puedes hablar en serio cariño, tu me amas y no serias capaz de matarme amor, esa puta no nos puede separar,
Nada más hacer la pregunta Carlos me eché a reír como si me hubiera contado alguien un chiste, cambiando el semblante de su cara como si lo hubiera insultado. Que cartel en su sano juicio cambiaria una tonelada de cocaína pura por una noche de pasión, nadie se lo creeria y Carlos pensaba que yo era una idiota, pero estaba muy equivocado, porque yo me acostara con el hombre que a mi me diera la gana, no con un violador de poca sabiendo que no estaba muy bien en sus cabales.— Dejame pensarlo, aunque sé muy bien la respuesta, “No” , se que tu cocaína es la mejor, pero no doy mi cuerpo por eso, te equivocaste de prostituta Carlos — contesté cuando me calme— Pues muy bien, no pasa nada Arianna se que le agradara saber que eres la jefa de cuatro idiotas que se arriesgan a trasladar cocaína en sus barcos a países extranjeros, aunque la Dea les esté vigilando — dijo Carlos— ¿Qué quieres decir? y será mejor que te expliques — dijo Mario— Llevo bastante rato mirando a un tipo que hay en la
Al entierro de mis padres, nada más estuvieron los más conocidos por mi ya que no quise decirle nada a mi marido para que Arianna me dejara tranquila. Al terminar todo, Mario puso a mi disposición su avión privado para que yo volviera a Milán. Al llegar y desde el mismo aeropuerto llamé a Tom el chofer de la limusina de mi marido para que me recogiera, Tom paró el vehículo en la misma puerta de mi casa, entre en ella recibiendo un fuerte abrazo de la sirvienta, nos abrazamos pero yo no estaba para muchas cosas, cuando me dirigí a mi dormitorio escuche la voz de Giuliano llamándome desde el salón, no le hice caso entrando en mi dormitorio, salí a la terraza sentándome en uno de los sillones pensando solamente en vengarme de Arianna y en Giuliano. viendo segundos después como mi marido se sentaba a mi lado— ¿Te pasa algo? Hoy tenía que ir yo a Palermo a recogerte, te he llamado cuando has entrado en la casa Bianca — me dijo— No te he escuchado, lo siento — le dije sin mirarlo— Est
Giulano se marcho del dormitorio despues de hacerme el amor varias veces dejandome sola en la cama dolorida, intenté levantarme, pero me dolia todo, mi sexo, mis pechos y casi todo i cuerpo. Entré como pude en el cuarto de baño, me metí en la ducha arrastrándome por los azulejos hasta quedarme sentada, intente llorar pero ya no me quedaban lágrimas después de lo que paso con mis padres, pasaron unos minutos y me puse de pie, abri el grifo del agua fria primero por mis heridas, poniendo el agua templada después dejándola caer por mi espalda y mi nuca para relajarme. Salí de la ducha cogi la toalla que allí había y rodeando mi cuerpo con ella, me fui del cuarto de baño volviendo al dormitorio, sentandome unos minutos en la cama, cuando ya me encontraba un poco mejor, me vesti con un bluson ancho y unas bragas, saliendo del dormitorio para acercarme a la cocina ya que estaba sedienta — Señora, el señor me ha dicho que vendrá a recogerla a las nueve y que esté preparada — dijo la sirvie
— ¿Cómo está Bianca? Le vamos a hacer hoy unas pruebas, aunque no creo que le queden secuelas, pero prefiero asegurarme — me dijo el médico— Doctor ¿y mi hijo, como está? — pregunté con desesperación— Bianca, el golpe lo tuvo en la parte de su abdomen y costillas de su cuerpo, yo siento tener que decirselo, pero el bebe que esperaba lo ha perdido — me respondió dejándome inerte,Las Lágrimas no cesaban de caerme por las mejillas mientras me culpaba una y otra vez de haber matado a mi bebe, aunque Giuliano me decía que todo estaba bien y lo que importaba era yo, me sentía culpable y sucia, teniendo que ponerme la enfermera un calmante para ahogar la pena que en ese momento tenía— Bianca cariño cálmate, tendremos a nuestro hijo no te sigas culpando, ahora tienes que recuperarte y más adelante lo buscaremos — me decía mi marido cayendo por sus mejillas las lágrimas.Las dos semanas que estuve en el hospital, Mario me llamaba todos los días, aunque a Giuliano no le hacía gracia que hab
Terminé de hablar con mi marido y la fiesta siguió aunque de vez en cuando se separaba de mi lado, ya que algunos invitados lo reclamaban, no quise estar encima de él pues quería confiar después de la promesa que me hizo cuando estuve en el hospital. Pasada la medianoche me fui dando cuenta, que la mayoría de los invitados ya estaban muy bebidos y yo muy cansada, entre en la casa para ir al cuarto de baño parandome en la puerta del despacho de Giuliano al escuchar voces dentro, me quede escuchando y cuando escuche la voz de Arianna y la de Giuliano, abri la puerta sorprendiendolos medio desnudos, en el sofá, ella casi sin ropa y el con los pantalones y los boxer hasta sus tobillos y su miembro dentro de ella. No puede mediar palabra, les cerré la puerta, entré en la habitación de invitados cerrando con la llave, mientras escuchaba con voz de borracho a mi marido, golpeando la puerta mientras decía mi nombre.A la mañana siguiente, me duche y con la toalla alrededor de mi cuerpo, me f
Giulano se quedó dormido en la cama y fue cuando aproveche para levantarme despacio, me vestí sin hacer ruido, fui al salón para ponerme los zapatos, cogi mi bolso y las llaves de mi coche, salí de la casa dirigiéndome a mi vehículo, subí en él marchando hacia la casa de Mario que era donde me esperaba, aunque Mario y yo no teníamos la cafetería de siempre, supe cuando lo dijo que tenía que ir a su casa. Aparque el coche a dos calles más arriba, cuando llegue a su casa y toque el timbre, me abrió Mario invitándome a pasar en su casa, sentandome en el sofá de su sala— ¿Quieres tomar algo? — No gracias, ¿Que pasa con nuestro negocio? — Todo va de maravilla, los vendedores mandan los barcos a los puertos que les decimos a tiempo y la cocaína sale en las lanchas también salen a su hora, según el temporal que haga, los rusos nos están pidiendo más de la cocaína de Carlos sobretodo, tenemos que hablar con él sobre todo tu que le dejaste aquella noche esperando en la habitación del hotel
Casi todos los días daba largos paseos por el terreno que tenia los alrededores de la casa, pensando en que iba a hacer cuando me quedara embarazada, porque aunque le firme a Arianna el documento cediendo a mi marido la custodia, no pensaba cumplirlo por mucho que me amenazara. Entre en la casa después de mi paseo,cuando escuche sonar mi móvil, lo cogi del bolso y al ver que era Mario enseguida contesté — Bianca cariño necesito que nos veamos con Angelo, no cojas tu coche te recojo yo en el mio — me dijo — ¿Algún problema para que nos reunamos? — pregunté — No tranquila, todo está bien pero necesitamos reunirnos, en diez minutos estaré en el exterior de tu casa — respondió antes de colgar la llamada Me fui a mi dormitorio, cogi una falda corta y un top, vistiendome, me fui seguidamente a la entrada de mi casa, cogi el bolso y las llaves marchandome hacia donde me esperaba Mario. Nada más salir vi su coche aparcado y Mario apoyado en él sonriendo como siempre me acerqué.a Mario y él