Capítulo 209: Un regalo del ruso

ANTONIO LARREA

Besé su mano en silencio y abrí la puerta de la habitación de Katia. Ya no podía seguirle mintiendo.

—Se una buena niña, como siempre… —contesté dejándola en el interior. Cerré la puerta lentamente, siendo sus ojos azules lo último que vi.

Por primera vez en la vida tenía algo por lo que luchar y me sentía miserable porque sabía que iba a perder, pero no la batalla. Vi hacia Mónica que parecía torturada por mi dolor.

—Es la primera vez que te veo así… —No deje que siguiera, levanté la mano, silenciándola.

—Pasemos a lo importante… ¿quieres? —Rebusqué en el interior de mi saco una cápsula de polvos mágicos que me recordó lo hijo de puta que era. La metí en mi boca y me troné el cuello al mismo tiempo que reventaba la cápsula en mi boca.

—Encontré un cadáver en el perímetro… No he dado la alarma… ­—dijo Mónica en cuanto sentí la cabeza más liviana. Entonces escuchamos una serie de disparos a la lejanía.

—No es necesario… Quédate aquí y sácalas cuando todo sea una locura.
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo