STELLA.La habitación estaba oscura y sentía calor, lo que hacía poco probable que me durmiera así que aparté con mis piernas la sábana que me arropaba y salí de la cama.Decidí ir por un vaso de agua para refrescarme pero primero me quité la camisa de la pijama, quedándome solo en brasier y short.Al poner un pie en la cocina sentí unas ganas inmensas de comer algo, lo que fuera, cosa que me sucede muy a menudo, sobre todo en las noches.-Si seguimos comiendo así vamos a acabar nuestros ahorros mucho antes de lo previsto-Le dije a las dos personitas que están creciendo dentro de mí.Resignada, llene mis mejillas de aire y lo dejé salir en un resoplido, haciendo vibrar mis labios.Fui a la nevera en busca de helado porque es la mejor opción para una noche tan calurosa, y al abrirla, sentí un aire refrescante que salía de ella, lo que me incitó a quedarme ahí parada durante casi un minuto.Al pasarseme el sofoco, me concentre en buscar lo que quería y cuando lo encontré, cerré la puert
-¿Stella?, ¿Que haces ahí cariño?-Pregunta Julia, luego de que poco a poco me fuese despertando con palmaditas en el hombro.-No lo se... ¿Donde estoy?-Inquiri con voz ronca.Miré a todas partes y tenía la mente en blanco.-En el sofa, ¿Dormiste ahí toda la noche?-Creo que me dormi sin darme cuenta.Me miró entrecerrando los ojos y cruzandose de brazos.-Tengo el enorme presentimiento de que el culpable es el idiota que está sentado allá afuera.-¡¿Salvatore sigue aquí?!-Me sente de golpe-¿Donde está?-Afuera, ¿Y tu por qué estas sin camisa?-Hizo una mueca de picardia-Querías que viera de lo que se pierde verdad, ¡Esa es mi amiga!, Muestra orgullosa esa barriguita sexi, con razón el tarado tiene esa cara, debe estar tan arrepentido.-¡¿Que?!-Menie la cabeza-No digas tonterías, no traigo camisa porque anoche hacia mucho calor... ¿Y donde está?-¿Donde está quien?-Ay Julia, Salvatore, ¿Donde está?.-Ahhh, el italiano idiota. Está sentado en las que al parecer, son las escaleras de la
Nos mantuvimos en esa misma posición por más de un minuto, hasta que inconcientermente comencé a rozar mis labios con los suyos de una forma casi imperceptible, y entonces retrocedí. Estuve a punto de cometer un error, me había olvidado de lo extremadamente vulnerable que soy cuando lo tengo cerca. -¡Muy bien!, Parece que funciono-Señalé sus manos y él me dio una sonrisa ladeada. -No sabes lo agradecido que estoy, acabas de resumir diez años de terapia en solo dos minutos. Justo cuando iba a decir "No fue nada", las dos tremenduras que tengo dentro empezaron a moverse, haciéndo que me aguantara el vientre con ambas manos. -¡Vaya!-Exclame sonriente. -¿Que sucede?, ¿Te duele algo?-Se mostró preocupado, casi paranoico, y dudo, si debía tocarme o no. -Tranquilo, solo se están... Se está moviendo-Corregi de inmediato-Aún no me acostumbro de un todo, la primera vez que lo sentí me llevé un susto enorme-Rei ampliamente y el suspiro con aires de desánimo. -Cómo me pesa haberme perdido
Nunca imaginé que escribir un contrato sería una tarea tan complicada...Llevo díez días reventandome la cabeza y solo he escrito una palabra, CONTRATO, así que básicamente no tengo nada.Es difícil no saber cómo expresar lo que quiero, porque en realidad tengo muy claro lo que voy a pedirle a Salvatore, lo que no sé, es como plasmar todo eso que está en mi carebro, ahí en esa computadora.Exhale con fuerza y recorté la cabeza en el espaldar de la silla para quedarme observando el techo por un rato, después me levanté y me serví una taza con té frío. Caminé de un lado a otro frente a la laptop mientras me tomaba el té, y entonces caí en cuenta, la razón del porque cada párrafo estaba bien definido en mi mente, pero al querer escribirlo me quedaba trabada sin apretar una sola tecla, era porque estaba intentando buscar palabras técnicas, términos que estuviesen a la altura de los que el italiano utiliza, eso es lo que me estaba frenando.Por eso tomé la decisión de redactar todo tal cu
SALVATORE.-Cómo esperas que tome en serio un documento que inicias con la frase "Esto es lo que quiero que hagas".-Le pregunto a Stella, mostrándole las paginas que me acaba de entregar.-El trato es que primero lo firmes y después lo leas-Me recordó, cruzándose de brazos.-Ok, ok-Tomé rápido el lapicero y plasme mi firma antes de arrepentirme-Estoy muy agradecido con la oportunidad que me estás dando, pero igual no dejo de pensar que esto es un arma de doble filo.-Y eso que aún no lo has leído-Sonrío con algo de malicia.-¿Quieres influirme miedo?, Porque lo único que me provocas es ternura.-Yo que tú no estaría tan seguro-Recosto la espalda de la silla manteniendo la sonrisa y yo uní mi entrecejo.-¿Por que de pronto me hace sentir como que acabara de cederte mi alma?-Jum'-Se encogió de hombros-Adelante, ahora si puedes empezar.Éxhale con fuerza y comencé a desplazar mis ojos por aquellas misteriosas líneas. Ella me advirtió que no encontraría formalismos en los párrafos de ese
STELLA.-¡Sebastián me acaba de llamar!-Grita Julia emocionada, desde la habitación.-¡Que bien!-Respondo desde la cocina-¡Aunque no sabía que una llamada te podía alegrar tanto!.-¡Adivina que me dijo!-Se acerca corriendo y me toma por los hombros para sacudirme-¡Adiviiina!.-Calma mujer... Hace tiempo que perdí mis dotes de bruja-Bromeo-Mejor suéltalo de una vez.-Ve invito a cenaaaaar...-Se aleja y empieza a dar giros con los brazos abiertos como una bailarina.-Que emoción, entonces es una cita, me alegra que lleven las cosas con calma entre ustedes.-¿Las cosas con qué?-Se frena en seco-Cual calma si ya me acosté con él.-¿En serio Julia de los ángeles?-Entrecerré los ojos.-Obvio, y no me llames por mi segundo nombre que sabes que no lo soporto, además, tenía que probarlo para saber cómo es en la cama y te cuento que me dio la mejor cogida de la historia, es un semental... -¡Callate Julia!-Le lance un paño de cocina y se rió a carcajadas-No quiero saber los detalles.-Yo te los
Ver a Sebastián molesto, es ver a un león hambriento siendo sacado de su jaula.-¡Te voy a enseñar a respetar a las mujeres!-Le aseguró con su grave y ronca voz. El mal nacido intenta defenderse, pero los golpes que le están dando son brutales, y no sentí ni el más mínimo remordimiento, se lo merece, de hecho, en estos momentos siento que merece más…Julia me apartó de la brutal escena y era tanta la sangre que había por todas partes que empecé a sentir que me fallaban las piernas.-¿Que tienes cariño?-Pregunta, sosteniéndome con sus brazos.-Dile que lo suelte-Susurre casi sin aliento-Es suficiente...-Deja que mate a ese infeliz.Negue con la cabeza. No quiero que un inocente vaya a parar a la cárcel por culpa de ese degenerado.-Por favor Julia...Crispé las facciones y me llevé ambas manos al vientre al sentir un corrientazo recorrerme toda el área. -¡Stella!-Me aguantó por la cintura-¡Saca a esa basura de aquí y ayúdame con Stella!-Le pidió a Sebastián.El moreno iba casi incon
Esa espantosa sensación de sentir que te están vigilando, de que alguien te asecha escondido tras las cortinas de la ventana de tu habitación, ese miedo de creer que al quedarte dormido ese monstruo que te vigila se aprovechará de tu vulnerabilidad para atacar…Todo eso y más, me tienen los nervios de punta y no logro conciliar el sueño. Siento que en el instante en el que cierre los parpados, Rafael saldrá de las sombras y vendrá por mí, me ahogo de solo pensarlo.Me senté en la cama con cautela para no despertar al italiano que duerme plácidamente a mi lado. Hoy le pedí que se quedara conmigo en la habitación y contesto que ni siquiera era necesario mencionarlo, que tenía pensado hacerlo así yo me opusiera.-Al menos alguien aquí está logrando descansar-Susurre acariciándole el cabello, y lo digo porque las dos tremenduras que tengo dentro, esta noche se han antojado de moverse más que de costumbre, supongo que se debe a que sienten lo mismo que siento yo, por eso tome la decisión d