SALVATORE.Que difícil es dormir cuando mis pensamientos deambulan desasosiegos...Intenté varias veces mantener mi mente en blanco, pero fué inútil, mis actuales problemas se acumulan y me arrastran inevitablemente a una noche de desvelo.Suspiré frustrado y abrí mis párpados para mirar por tercera vez el reloj despertador que ya marcaba más de la medía noche.No podía seguir así, debía descansar mis horas reglamentarias, mañana tengo demasiados asuntos que resolver.Giré sobre mi costado y mis ojos se posaron sobre aquél rostro angelical que se encontraba durmiendo plácidamente a mi lado. Escuchar su pacífica respiración me ayuda a relajarme, pero no estoy seguro de que me ayude a dormir, porque una vez que la veo, me resulta difícil apartar la mirada.Levanté mi mano y con la punta de mis dedos, le quite cautelosamente un mechon de cabello que tenía en el rostro, para apreciarla mejor.No entiendo por qué, pero ella se a convertido en una especie de droga para mi, para mi cuerpo..
Después de casi un minuto que me pareció eterno, la vi tragar en seco para susurrar con voz temblorosa:-Es la primera vez que yo...La frase se desiso antes de que pudiese terminarla, pero entendí perfectamente el inconcluso mensaje.Cerré mis párpados y uni mi frente con la suya porque ahora era yo quien estaba al borde del arrepentimiento.Como es posible que no me haya dado cuenta, que no previera eso, sabiendola tan inocente.Se que algo dentro de mi lo sospechaba y me negué a creerlo, por el egoísmo desmesurado de poder hacerla mía.Ahora me encuentro en una encrucijada, quiero que suceda y al mismo tiempo no puedo. Confirmar que puedo ser el primero en su vida incremento mis ganas, pero no me creo merecedor de algo tan importante."Si no eres tú, será otro"-Rugio mi subconsciente, y el simple hecho de pensarlo hizo me que hirviera la sangre.Aun así no sabía que hacer, necesitaba una señal. Y ella, adivinado mi reacción, colocó sus manos a los costados de mi cara, y me alejó un
STELLA.-Bffff-Resople con fastidio.Ya he acomodado tres veces la cama de Salvatore y aún sigo viéndole arrugas.Quito las sábanas, las almohadas, vuelvo a colocarlas cuidadosamente y sigue quedando mal. No entiendo que pasa, he perdido treinta valiosos minutos con algo tan simple cómo cambiar unas sábanas.-¡Estúpida cama!-Me quejo molesta, en voz alta, dándole un punta pie a la madera. Sabiendo perfectamente que mi rabia no es por el enorme mueble frente a mi, sino por su dueño.Me estoy volviendo loca por su culpa, primero hace cosas que me dejan suspirando como tonta y después lo arruina absolutamente todo...-¡Estupido Salvatore!-Suelto al fin, desahogándome.Es que tengo tanta rabia, sentí que todo había sido perfecto anoche, incluso nuestro despertar pareció serlo, pero no, al muy tarado se le ocurrió abrir la bocota y dañarlo todo, diciendo una frase tan humillante como esa...Flash Back.Al despertar noté que no hacía tanto frío como suele hacer todas las mañanas, a pesar
Toqué la puerta tres veces antes de entrar al despacho y una vez adentro, el hombre ni se digno en levantar la vista para mirarme, la mantuvo pegada a la computadora, como siempre.Dejé la taza sobre el escritorio y lo único que dijo fué "gracias" así que me dispuse a irme sin mencionar palabra.-¿A dónde vas?Me frené en seco, pero me mantuve de espaldas a él.-Veo que estás muy ocupado así que mejor te dejo solo para que trabajes tranquilo.Todo quedó en silencio y segundos después, escuché cuando se levantó de su asiento y supe que vendría hasta mí.Inhale y exhale profundamente para calmarme, y trate de dejar mi cara inexpresiva antes de darme la vuelta porque era obvio que me lo encontraría de frente.-¿Que sucede?-Su expresión era sería, y me veía como si intentara leer algo en mis ojos.-Nada.-Stella...-Pronuncio mi nombre de forma distinta, y se paso la mano por el cabello, he notado que lo hace cuando está frustrado o molesto, pero no tiene razón para estarlo, aquí la que es
Cada día noto a Salvatore más estresado...Estoy arreglandole unos documentos por orden cronológico y se me dificulta concentrarme cuando lo veo tan tenso... Por eso decido hacer algo, dejo los papeles sobre el escritorio, me pongo de pie y camino hasta quedar parada detrás de su silla.Él, está tan concentrado en su computadora que parece no percatarse de mis movimientos, hasta que coloco las manos en sus hombros y es cuando gira la cabeza para conectar sus ojos con los míos.-¿Que haces?-Relajate un poco-Le pido con una leve sonrisa.Comienzo a masajear toda la zona, haciendo presión con mis pulgares y siento como empieza a soltar sus músculos.Después de varios segundos, recuesta la espalda completa de la silla, cierra los párpados y suelta un enorme suspiro.-Eso se siente bien.-Esa es la idea.Repito los movimientos por vários minutos hasta que lo siento más tranquilo, más suelto.-No entiendo porque estás tan estresado-Digo momentos después, deteniendo mis manos.-Por todo...
-¿Que haces en mi habitación?-Pregunte con el ceño fruncido y él moreno no respondió, mantenia una mirada sería, se veía algo molesto.Acortó la distancia entre nosotros y por instinto di un paso atrás, quedando pegada de la mesita de noche.-¿Me tienes miedo?-Pregunto curvando sus labios en una sonrisa de satisfacción.-Por supuesto que no... Solo quiero que salgas de mi habitación.Señalé la puerta pero me ignoró.-¿Por qué con él sí Stella, y conmigo no?-Sabia a quien se estaba refiriendo.-Por favor, sal de mi habitación-Insisti, esquivando su pregunta.Su sonrisa se borro, y ahora sus labios se torcieron en una mueca de desagrado.-¿Lo haces por el dinero?... Yo también tengo dinero, quizas no tanto como él, pero igual puedo ofrecerte mucho.Terminó de pasarse de la raya...Lo empujé por el pecho para que retrocediera y así sacarlo del lugar pero a duras penas logré moverlo unos centímetros, y su respuesta inmediata es tomarme con firmeza de los brazos.-¡¿Qué te pasa?!, Me estás
-Esto es adictivo-Le confieso a Salvatore en voz baja, y con la respiración entrecortada.Estoy acostada frente a él, apoyada en mi lado izquierdo y el en su lado derecho, ambos sobre su cama y cubiertos por una pequeña capa de sudor.-Tu eres adictiva... -Responde después de varios segundos, al mismo tiempo en que acerca su dedo índice a mi rostro y comienza a recorrerlo con extrema suavidad, es algo que le gusta hacer seguido y yo solo me quedo observándolo con una sonrisa-Eres tan adictiva que empiezo a preocuparme-Confiesa, y mi sonrisa se borro de ipso facto.-¿Está mal que quieras estar cerca de mí?-No-Continua acariciándome-Pero es un sentimiento que no había experimentado antes hacía nadie, y por lo general las cosas nuevas son incontrolables... Yo debo mantener mi vida bajo absoluto control.No supe que responder ante tal confesión, no se si estaba intentando decir que está enamorado de mí, o quiso decir que no debe enamorarse, no se si lo que yo sentí en ese instante fue un
Salvatore me tomo de la mano y comenzó a bajar las escaleras con notoria desesperación, casi llevándome a rastras.-No entiendo que hace aquí, se supone que llegaría el fin de semana-Comienza a quejarse entre dientes-No se como no lo previne, si al el le encanta aparecer sin avisar... esto solo demuestra la poca confianza que me tiene.-No creo que bajar las escaleras rondando ayude en nada-Digo en un intento por hacerlo bajar la velocidad-Recuerda que soy de piernas cortas y se me hace difícil seguirte el ritmo.Se detiene en seco, a solo cuatro peldaños de llegar al piso y se voltea para mirarme, como si acabara de recordar que me encontraba junto a él.-Stella prométeme una cosa-Pide de pronto, ahora se mostraba preocupado, y por primera vez pude percibir algo de inseguridad en su voz-Sin importar lo que pueda llegar a decir mi padre de lo nuestro, seguirás a mi lado.-¿De lo nuestro?-Casi jadee del susto-¿Que le dirás de nosotros?.-Solo prometemelo Stella, por favor.Se que para