UGPEM. CAPITULO 43. No soy una asesina a sueldoSalió de allí maldiciendo y Liam solo apretó la mano de Max con una mezcla de agradecimiento y alivio.La entrevista terminó diez minutos después, con ellos agradeciéndole a la periodista por "resolver" su caso; aunque la verdad era que Liam no se tragaba que casualmente una empleada de la tienda de ropa hubiera grabado un video de ellas dos hablado en privado.—¿Tú lo hiciste? —preguntó Liam cuando iban en el auto de regreso a casa—. Conseguiste que confesara todo y que la filmaran ¿verdad? —Max lo miró en silencio—. Estabas determinada cuando regresaste a casa hoy, sabías lo que iba a pasar...—Ella no debió mentir en algo como esto —replicó la muchacha—. Un hijo es un asunto delicado, no puedes empañarlo con un escándalo ni usarlo solo para conseguir a un hombre; porque un hombre que no quiere estar contigo, ni siquiera por un hijo se quedará, y si se queda, vivirá amargado para siempre.Liam asintió mientras entraban a su casa. De re
UGPEM. CAPITULO 44. JavelinGarret Grissom apretó los labios cuando su hijo le dijo que tendría que hacerse cargo de la oficina durante el próximo mes.—Por favor dime que es por trabajo —murmuró y Liam hizo un gesto de indiferencia.—La mitad es por trabajo, tengo que inaugurar el puerto en el que comenzarán a atracar los cargueros en Birsay, y la otra parte sí es un asunto personal, papá. Necesito irme con Max y reparar esto que se rompió entre nosotros. Necesitamos tiempo juntos y lejos de aquí, a ver si encuentro cómo arreglar mi matrimonio.—¿Arreglarlo? —A Garret se le escapó una sonrisa irónica—. ¡Por favor, hijo! ¿Estás olvidando que te casaste con ella para evitar un escándalo?—¿Y eso qué tiene que ver? —Liam arrugó el ceño como si no entendiera a dónde quería llegar.—¡Que ya estás casado con ella! Este fue un matrimonio de conveniencia, solo para tapar lo que pasó entre ustedes. No hay necesidad de que te lo agarres tan a pecho. De hecho deberías estar por ahí, follando a
UGPEM. CAPITULO 45. Engañada, traicionada, sola...Encendió su computadora y accedió a los datos de aquella misión. Max reconoció la letra de Travis en el reporte, pero no se mencionaban los misiles por ningún lado.Max agarró una hoja en blanco y escribió:"Estoy segura de que los encontramos. ¡Eran cincuenta y dos Javelin!"Debajo el general escribió:"Un Javelin cuesta ciento setenta y cuatro mil dólares. En el mercado negro se venden al doble. Haz tus cuentas"Max apretó los puños y golpeó sobre la mesa ¡No podía ser!"¿Entonces qué? ¿Alcott robó esos misiles y mandó a todo mi equipo a morir porque sabíamos que existían?", garabateó."Más bien los mandó a morir por 18 millones", fue la respuesta del general y si no hubiera sido la mujer dura que era Max se habría puesto a gritar allí mismo.—Esto tiene toda mi atención, teniente —declaró el general mientras ella se levantaba—. Puede estar segura de que no voy a soltar esta presa.Max agradeció y salió de allí como si el diablo le
UGPEM CAPÍTULO 46. ¿Vas a decirme que te duele la cabeza?A Liam se le encogió el estómago al escuchar aquello. ¿El pasado? Sabía que el de Max no había sido precisamente un camino de rosas, pero también sabía que había existido un hombre muy importante para ella y lo que menos quería era que lo estuviera recordando.—¿Qué quieres decir, Max? ¿Cómo que el pasado te está alcanzando? —la increpó, pero la muchacha negó, intentando escapar de él.Liam gruñó por lo bajo y la levantó en sus brazos, llevándola al baño y sentándola al borde de la tina mientras abría el grifo.Max ni siquiera se puso a cavilar sobre si seguía o no previniéndose de él, simplemente se sacó la ropa y se hundió en el agua caliente hasta que el agua se confundió con sus lágrimas. Se abrazó las rodillas con un gesto inconsciente de protección, y cerró los ojos solo por un momento antes de sentir el cuerpo de Liam sentándose a su espalda y atrayéndola contra su pecho.—Sé que algo pasó que te tiene mal, Max —murmuró
UGPEM. CAPÍTULO 47. ¿De verdad quieres escuchar?Max apretó los labios y asintió. Se dio la vuelta, pegó la espalda a su pecho y recostó la cabeza en su hombro.—¿De verdad quieres escuchar? —murmuró.—Sí, claro que sí. Yo siempre... —pero Liam enmudeció cuando la vio separar las piernas y dirigir su mano bajo el agua, a ese punto entre sus piernas donde el mundo acababa.Max respiró entrecortadamente mientras se tocaba. La piel se puso sensible al tacto y cada tensión de sus músculos hacía que la erección de Liam creciera contra sus nalgas. La mano de Max comenzó a moverse más rápido, masturbándose entre gemidos y Liam estaba desesperado por hacerle aquello él mismo.Mientras ella se acariciaba, Liam deslizó una de sus manos hasta su sexo, haciendo que un par de dedos se perdieran dentro de ella de inmediato. Podía sentir cómo sus paredes se abrían y se contraían, buscando un placer que él sabía de primera mano que podía ofrecerle.Liam estaba tratando de controlarse, pero casi no po
UGPEM. CAPÍTULO 48. “Casi”Liam estaba furioso. Al final Max había conseguido que las cosas jugaran a su favor, pero el millonario era muy consciente de que si no la hubiera tenido a su lado, probablemente toda la operación del carguero habría sido inútil y la donación imposible.—Todos mis tesoros son buenos, Cassian —replicó Liam—, pero ninguno de ellos lo conseguí gracias ti. Aunque de hecho creo que tengo que darte las gracias por obstaculizarme tanto el camino. Al final Max logró encontrar la solución perfecta para nosotros.—¿La asistente? —replicó Caroline Wolf con sorna.Se había quedado bastante ofendida desde que Liam la había plantado por una secretaria de segunda, hasta que se había enterado de que realmente era mucho más que su secretaria, era su esposa. Sin embargo si era sincera, eso no le importaba demasiado, porque igualmente la despreciaba.—Pues fíjate que "la asistente" tiene una inteligencia muy sagaz, así que todo esto se lo debemos a ella —replicó Liam con fiere
UGPEM. CAPÍTULO 49. Aunque te dé miedo—¡Max! ¡Max! ¿Maldita sea a dónde vas? —dijo deteniéndola.—¡Me voy a la hostería!—¿Atravesando el medio del campo? —gritó Liam.—¡No es el campo, solo son las condenadas ruinas del palacio! ¡Me largo! ¡Tengo sueño! —espetó ella.—¡Pero el evento ni ha terminado!—¡No me importa!—¡Diablos, Max! ¡Me vas a volver loco, tú no eres así! ¿Qué te pasa? —la increpó y la vio cerrar los puños.—¡No lo sé! —exclamó ella mientras su pecho subía y bajaba con desesperación—. ¡No lo sé! ¡Estoy furiosa, estoy frustrada, estoy...! ¡Maldición, no lo sé, me siento como si no cupiera en mi piel, como si fuera a explotar de un momento a otro...!Su respiración se hizo superficial y urgente Liam la apretó contra su cuerpo y asaltó su boca en un solo movimiento. La besó en medio de aquella oscuridad mientras la empujaba contra uno de los muros de las antiguas ruinas. Devoró sus labios apasionadamente, sus manos exploraron su cuerpo mientras gruñía de deseo. Podía se
UGPEM. CAPITULO 50. Un gran equipoMax había estado muchas veces a la intemperie, cobijada solo por la poca seguridad de una trinchera, sobre la hierba, la arena y a veces en medio del lodo de una lluvia torrencial. Sin embargo estar allí, abrazada en medio de la noche junto a Liam, con nada más que el cielo sobre sus cabezas, era una sensación tan dulce que solo podía sentirse en paz.—¿Sabes que debajo de estas ruinas hay todo un sistema de calabozos? —murmuró y Liam sonrió, porque ella siempre estaba pensando en algo impresionante.—¿En serio? ¿Eso dónde lo leíste? —preguntó.—No lo leí en ningún lado, los encontré —sonrió Max—. Estos castillos antiguos construían sus calabozos bajo tierra, creo que hicieron los primeros bunkers y ni lo sabían.—¿Estuviste explorando la isla?—Un poquito —murmuró ella—. Soy curiosa y esta isla un poco como yo, árida.—Y hermosa —añadió él haciéndola sonreír.—Creo que es un lugar hermoso para escapar —admitió Max—. Si alguna vez quisiera desaparece