CAPÍTULO 22. COMPROMISO

Después que mi novia me riñó porque había dicho una mala palabra y explicarle que nosotros los hombres fuertes somos los que tenemos él control de la relación y ¡no me creyó! Solo reía a carcajadas diciendo que su hermana Elena sabia bien de hombres y le había contado que babeábamos por un bonito trasero ¡eso es cierto! Pero como era un secreto la lancé a la cama y le hice cosquillas por todas partes. Reía feliz y me encantaba ese sonido, sentía paz y una revolución rara en el estomago que no era mas que hambre.

CAPÍTULO 23. FURIA

Dejé a mi hermano y corrí de prisa a buscarla y cuando la vi… creo que enloquecí porque todo se volvió rojo y pasaba en cámara lenta. Decir que recuerdo lo que pasó es mentira porque cuando recobré el sentido me encontraba sujeto por tres hombres: Elliot, Jack y mi hermano. El imbécil de Carl hijo se encontraba abatido a golpes en el piso y unos paramédicos atendi&eac

CAPÍTULO 24. PRIMERA VEZ

Elizabeth llego profundamente dormida después de haber llorado en mis brazos mas de media hora. La subí en brazos envuelta en una pijama de animalitos muy graciosa, la acosté e inmediatamente se removió incómoda ¡ay Dios! Que no despierte con otra crisis porque ahora si moriré infartado.—¡No quiero! – sentada en

CAPÍTULO 25. REMORDIMIENTO

Extasiado, dolorido pero feliz y con muchas ganas de desechar liquido me encuentro debajo de mi preciosa novia pervertida y profundamente dormida. La observo detenidamente y no salgo de mi asombro ¡es bellísima! Y no tiene nada que ver con que esté enamorado de ella, es que… su expresión hasta dormida es dulce.Trato de levantarme y la muevo un poco, gime y desliza hacia la cama haciendo una expresi&oacu

CAPÍTULO 26. EL PASADO

Pasamos dos semanas fantásticas en mi ático, creo que engordé un poco ya que nunca salimos de la cama y solo comimos chatarra, de ninguna manera le permitiría a mi novia cocinar. Mi padre apareció preguntando que pasaba con los celulares que se encontraban todos desconectados, cuando pusimos a cargar los teléfonos y conecté el de la casa mil llamadas aparecieron, los ojos de Elizabeth se agrandaron tanto que reí a carcajadas.

CAPÍTULO 27. LA SORTIJA Y MI COMPROMISO

Pasamos dos semanas fantásticas en mi ático, creo que engordé un poco ya que nunca salimos de la cama y solo comimos chatarra, de ninguna manera le permitiría a mi novia cocinar. Mi padre apareció preguntando que pasaba con los celulares que se encontraban todos desconectados, cuando pusimos a cargar los teléfonos y conecté el de la casa mil llamadas aparecieron, los ojos de Elizabeth se agrandaron tanto que reí a carcajadas.

CAPÍTULO 28. FELICIDAD

Abrazo el cuerpo blandito y calentito de mi mujer, arropándola con el mío. Suspiro aspirando su aroma a fresas y manzanas deleitándome no solo en esa deliciosa fragancia sino con lo suave y tersa de su piel y esos ruiditos que hace al estar en contacto con mi piel y sentirse completamente cómoda con mi toque. Se que confía en mí ciegamente pero también sé que su cuerpo reacciona a veces de manera extraña a los estímulos que no conoce como el pasado miércoles con la emoción de la entrega de la sortija de compromiso. Su período aún arrasa con ella de manera agresiva pero, trato de que se sienta bien consintiéndola hasta lo q

CAPÍTULO 29. ENCUENTROS

Llegamos a la Mansión y ella se gira en el auto para mostrarme su desacuerdo en estar aquí. La abrazo estrechándola fuerte y suspira aunque, es más un sollozo, mis alarmas se encienden: tiene miedo.—¿Qué sucede amor mío? – tomo su mentón y al levantar su rostro, descubro que llora en silencio pero con miedo.

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