Regla #1 CAPÍTULO 33. Una hadita artesana muy cabreadaMariel apretó los dientes mientras escuchaba el caos que se desarrollaba fuera de la despensa. A través de las paredes, las voces llegaban entrecortadas, pero era imposible no captar el tono desesperado de Leon.—¡¿Dónde está mi esposa?! —rugió
REGLA # 1. CAPÍTULO 34: La verdad sale a la luzEl ambiente en el salón era tenso, cargado de miradas de reprobación y murmullos. Leon giró sobre sus talones y encaró a Verena, mientras su rostro parecía completamente encendido de la rabia.Había estado buscando a Mariel como loco por todo el castil
REGLA # 1. CAPÍTULO 35. Esa Mariel KellerEl salón quedó sumido en un silencio absoluto. Todos los ojos estaban puestos en Mariel, que permanecía firme y serena frente a la incredulidad general. Su declaración había caído como un trueno en medio de la reunión, y ni siquiera el conde parecía capaz de
REGLA # 1. CAPÍTULO 36. La familia políticaHabía mucho que decir, pero realmente ni una sola palabra le parecía en aquel momento importante a Leon. No tenía idea de cómo aquella hadita podía hacerlo sentir que estaba en un horno más grande que el de la cocina, pero así lo hacía sentir la condenada.
REGLA # 1. CAPÍTULO 37. Un negocio en familiaEl Vesubio podría haber entrado en erupción y arrasado con medio continente y ellos dos no se habrían enterado, porque cuando Leon Rosthchild decía que la iba a revisar lo decía en serio. Su lengua se hundió en su boca con desesperación, y un segundo des
REGLA # 1. CAPÍTULO 38. Los locos KellerLa famosa fiesta, que había comenzado de la peor forma posible y que había continuado como una formalidad incómoda, pronto se convirtió en un campo de batalla verbal, y los cuchicheos de los invitados apenas se podían escuchar por encima de los gritos.—¡Es u
REGLA # 1. CAPÍTULO 39. Estos celos me hacen daño, me enloquecen…Leon permaneció inmóvil, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. ¿Pulgarcita? ¿Por qué diablos la llamaba así?—¡Diablos, este lugar es increíble! —exclamó él mirando alrededor después de revolverle el cabello—. ¿Eres feliz a
REGLA # 1. CAPÍTULO 40. Regla número 1Probablemente hubiera alguien que los escuchara, pero nada de eso le importaba a Leon. Sus manos la atraparon como si tuviera todo el derecho del mundo a toquetearla, y besó a Mariel con intensidad, como si con eso pudiera borrar cualquier sombra de Christian d