PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 39: Un novio tóxicoGigi se despertó sintiendo el calor del cuerpo de Niko junto a ella. Los rayos del sol que se colaban por las cortinas iluminaban suavemente la habitación, y su primer pensamiento fue para esa “emoción involuntaria” que sentía contra su trasero. La ver
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 40: Días de descubrimientos.Los días que siguieron fueron como una burbuja para Gigi y Niko, alejados del mundo y encerrados en el departamento. Pasaban la mayor parte del tiempo en la cama, en el sofá o en la cocina, disfrutando de aquella nueva etapa tan extraña en la
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 41: Retos y traicionesGigi observaba la frustración en el rostro de Niko mientras él revisaba los documentos una y otra vez, como si quisiera confirmar aquella sospecha. Finalmente, tras unos minutos de silencio tenso, él dejó caer los papeles sobre el escritorio y se pa
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 42. Una pequeña genioVan Beek esbozó una sonrisa torcida, disfrutando cada segundo del intercambio y cruzando un brazo sobre el otro con una calma irritante.—Presión de la peor clase, Niko. Mi socio y yo hemos formado una alianza muy poderosa, y vamos a hacer lo que sea
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 43. Satisfacción absoluta.Niko ni siquiera quería contener la intensidad de lo que estaba sintiendo en aquel momento. La chispa podía surgir entre ellos en medio de una conversación, de un chiste, de una pelea… y transformarse rápidamente en una necesidad imposible de ig
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 44. Un plan“¡Me vas a tener trabajando toda la madrugada, condenado!” se carcajeó Logan. “¿Qué se supone que haga con la chica que tengo en mi cama?”—Cumple rápido como hice yo y dile que eres un magnate que tendrá que ir a la guerra. Créeme que eso le encantará y te pe
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 45. Las grandes ligas.El presidente de la Comisión de Valores, un hombre corpulento de cabello entrecano y gesto adusto, frunció el ceño al escuchar aquellas palabras, porque sabía que no eran comunes denuncias de aquella magnitud. Tomó la carpeta que le ofrecía con una
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 46. Otra amante de turnoGigi estaba sentada en su oficina, mirando la oferta de Niko en la pantalla de su computadora. Las cifras eran impresionantes, y la propuesta era aún más tentadora: un generoso pago por su "idea", como Niko lo había llamado. Pero en lugar de senti