PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 13. Verdades al anochecerGigi escuchó la ducha mientras alcanzaba una botella de agua, y suspiró pensando en su jefe. Nada malo, por supuesto, porque por aquella cabecita no podía pasar nada malo, simplemente se sentía bien porque ese día había sido menos hosco que todos
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 14. Una chica a punto de rebelarseNiko quería que la tierra se abriera y se lo tragara primero a él, y luego a todo lo que quedaba de aquella Zona Roja de Amsterdam. La expresión de Gigi era desencajada, como si no pudiera creer lo que estaba viendo, aunque para ser hone
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 15. "Esto"Niko abrió la boca, completamente desconcertado por lo que acababa de escuchar. ¿Qué clase de pregunta era esa? ¿Ella estaba insinuando...? No, no podía ser, pero... la idea de Gigi desnudándose cruzó su mente, y rápidamente apartó el pensamiento con un bufido.
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 16: Entre tentacionesNiko no podía dormir. El desastre de hacía algunas horas, aunque algo cómico en retrospectiva, lo había dejado más agitado de lo que le habría gustado admitir. Intentaba no pensar en Gigi, pero su mente no dejaba de regresar a la imagen de ella levan
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 17: El precio de un tratoNiko entró en la oficina del señor Van Beek con paso firme, decidido a terminar con el asunto contrato de una vez por todas para poder regresarse a casa. El día anterior había sido un caos emocional, pero ahora tenía algo más claro: debía concent
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 18: La ConfianzaNiko cerró la puerta de la habitación del hotel con un suave clic y se encontró a Gigi sentada en el borde del sofá, jugueteando nerviosamente con sus manos. Su rostro reflejaba una mezcla de ansiedad y agotamiento, seguramente pensando en cómo había ido
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 19: Sombras en la NocheNiko salió de la oficina, despidiéndose de Gigi con un gesto breve, aunque por dentro, sentía una ligera resistencia. Algo lo inquietaba, pero decidió no darle más vueltas. Necesitaba descansar y dejar de pensar en todo lo que lo atormentaba, porqu
PEQUEÑA AMADA MÍA. CAPÍTULO 20: VigilanciaLogan se quedó mirando a su hermano como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.—¿Cómo que no la vas a despedir? —preguntó, cruzándose de brazos—. Niko, ¿acaso no viste lo mismo que yo? La chica ha estado mintiéndote, y encima ni siquiera es tu sec