EN MI PRÓXIMA VIDA. CAPÍTULO 13. Ser egoísta Kim Russell se sentó en el asiento del copiloto de aquel auto de lujo que pertenecía a su marido. No podía decir que era un mal hombre, aunque era cierto que a veces su temperamento lo hacía perder el control, pero habría sido injusto decir que no se pre
EN MI PRÓXIMA VIDA. CAPÍTULO 14. Consecuencias —¡Estás loca! O mejor dicho: ¡te comiste un camión de locos si en algún momento creíste que yo de verdad voy a perseguir a esa mujer para que venga a tomarme más fotos! —exclamó Peter con tanta determinación que su tía Andrea, tía y representante honor
EN MI PRÓXIMA VIDA. CAPITULO 15. Un tour por tus cosas favoritas Era la cosa más absurda del mundo, y aun así Peter no podía explicar lo que sentía solo de volver a verla, como si hubieran pasado dos años y no solo unos pocos días desde la última vez. Pasó saliva frunciendo el ceño porque ciertame
EN MI PRÓXIMA VIDA. CAPÍTULO 16. Define "esto" Había algo que no podía negarse, y era que ser la sombra de Peter Ferguson tenía su punto divertido y peligroso. La mayoría de las cosas que le gustaban eran rápidas, escalofriantes y arriesgadas, pero si Kim se había atrevido a subir al pico Skatgan c
EN MI PRÓXIMA VIDA. CAPÍTULO 17. ¿No es suficiente? ¿Era capaz de decirlo? ¿Siquiera era capaz de ponerlo en palabras? El corazón le latía con más fuerza que el motor que estaba entre sus piernas y no era precisamente por la adrenalina de la carrera, sino porque los brazos de Peter a su alrededor
EN MI PRÓXIMA VIDA. CAPÍTULO 18. Prisionera —Suéltame, Percy. ¡Basta, suéltame! —Kim intentó liberarse porque sabía que cada segundo que aquellos dedos se mantenían aferrados a su cara dejarían aún más profunda y larga la marca sobre su piel. —¡No puedo creer que hayas hecho esa barbaridad, Kim! —
Solo las mujeres más cercanas a ellos lo sabían, y Kim estaba a punto de descubrirlo. Un Keller con instinto sobreprotector era capaz de derretir una montaña entera de nieve y no precisamente por lo sexi. Peter sentía que el cuerpo le vibraba, que la piel le vibraba de la rabia que cargaba en ese m
EN MI PRÓXIMA VIDA. CAPÍTULO 20. Descontrol Aquella era una m*****a locura y lo sabía. No había forma de que sus besos no le dejaran marcas en la piel por más delicado que fuera, pero también era una locura la forma en que la deseaba, la forma en que la necesitaba, al punto de olvidar cualquier ras